Macron busca impulso pol¨ªtico tras la derrota de su partido en las regionales
El presidente, cuya formaci¨®n obtuvo menos del 7% de los votos, debe decidir si remodela el Gobierno y si prosigue con las reformas paralizadas por la pandemia
El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, quiere pasar p¨¢gina cuanto antes de las elecciones regionales del 20 y el 27 de junio en las que su partido, La Rep¨²blica en marcha (LREM), ha sufrido una derrota sin paliativos. Ni LREM ni los partidos aliados han ganado en ninguna regi¨®n de la Francia continental. Tampoco ser¨¢n decisivos para formar gobiernos regionales.
En el conjunto del pa¨ªs, el partido fundado hace media d¨¦cada a imagen y semejanza de su l¨ªder sac¨® en la segunda vuelta, el domingo, menos del 7% de votos. El resultado evidencia que esa formaci¨®n es hoy una fuerza residual, cuyo nulo poder local y regional contrasta con la omnipotencia del presidente en Par¨ªs. ¡°Estos resultados son una decepci¨®n para la mayor¨ªa presidencial¡±, declar¨® Stanislas Guerini, delegado general de LREM.
Y, sin embargo, Macron pareci¨® este lunes no darse por aludido por el resultado y est¨¢ decidido a preparar ya la reelecci¨®n en las presidenciales de 2022. El veterano polit¨®logo Roland Cayrol, era taxativo al analizar la posici¨®n del presidente tras la derrota: ¡°Creo saber que le da absolutamente igual haber perdido estas regionales: no tiene nada que ver con su proyecto presidencial¡±.
En las pr¨®ximas semanas o meses, Macron deber¨¢ tomar una doble decisi¨®n. Primero, si cambia a algunos ministros, o incluso el jefe de Gobierno, para hacer visible que empieza la etapa final de su quinquenio presidencial. Y segundo, si prosigue con las reformas econ¨®micas, paralizadas en 2020 por la pandemia, o se centra en la puesta en marcha del plan de recuperaci¨®n econ¨®mica ¡ª40.000 millones de euros de la Uni¨®n Europea¡ª y evita retomar iniciativas como la reforma de las pensiones que amenaza con un nuevo conflicto social.
¡°Si usted quiere que le d¨¦ una exclusiva, no voy a cambiar de primer ministro¡±, declar¨® Macron en una entrevista con la revista Elle. Y a?adi¨®: ¡°Las elecciones locales no invitan a consecuencias nacionales¡±.
Macron no hab¨ªa hecho campa?a para las regionales. ?l mismo daba por descontada la derrota de los suyos, que no ocupaban ninguna presidencia regional, no ten¨ªan candidatos de peso y carec¨ªan de la implantaci¨®n territorial de los partidos tradicionales, la derecha de Los Republicanos (LR) y el Partido Socialista (PS), grandes vencedores en esta cita.
A lo m¨¢ximo que pod¨ªa aspirar el presidente era a lograr avances t¨¢cticos. Por eso envi¨® a pesos pesados de su Gobierno, como el ministro de Justicia, ?ric Dupont-Moretti, o el del Interior, G¨¦rald Darmanin, a competir en las listas de la regi¨®n de Altos de Francia, para frenar el impulso del presidente, Xavier Bertrand, posible rival de Macron en las presidenciales de 2022. No funcion¨®. Bertrand gan¨® con comodidad y es uno de los vencedores de estas elecciones. Y el esfuerzo de Macron por ocupar el espacio de la derecha moderada y laminar a su gran partido, Los Republicanos (LR), sufre un contratiempo.
LR y candidatos afines como Bertrand, que se presentaba como independiente, ganaron en siete de las 12 regiones de la Francia continental. El Partido Socialista (PS), en cinco. Los nacionalistas moderados de Gilles Simeoni ganaron en C¨®rcega. En tres de los cinco territorios ultramarinos donde tambi¨¦n se votaba ¡ªReuni¨®n, Guyana y Martinica¡ª se impuso la izquierda; en Guadalupe, el ¨²nico candidato de LREM, y en Mayotte, la derecha.
Las regionales, como las municipales hace un a?o, han evidenciado que existen dos mundos pol¨ªticos independientes en Francia. De un lado, el local, donde dominan LR y el PS aliados con los ecologistas. Del otro, el nacional, donde todo se reduce a un duelo entre Macron y Le Pen, como en las presidenciales de 2017, que gan¨® el actual presidente, y en las europeas de 2019, que gan¨® la l¨ªder derechista.
Inc¨®gnita para 2022
La cuesti¨®n es si esta dualidad es permanente o si el resultado de estas regionales tendr¨¢ un impacto en las presidenciales del a?o pr¨®ximo, y si la extrema debilidad del partido de Macron y de sus aliados centristas repercutir¨¢ en su aspiraci¨®n a salir reelegido. El polit¨®logo Cayrol sostiene que Macron nunca ha querido que LREM se convierta en un partido al uso como el PS o LR, con sus dirigentes, sus facciones o sus barones locales.
¡°Su convicci¨®n es que ahora ya no hay necesidad de notables y cargos electos ni de anclaje territorial para ganar una elecci¨®n presidencial, una elecci¨®n sui generis sin relaci¨®n alguna con las elecciones locales¡±, entiende Cayrol. ¡°La Rep¨²blica en marcha seguir¨¢ siendo lo que es ahora: un club de fans que organiza m¨ªtines en el marco de un peque?o cartel de partidos que apoyan a Macron, pero sin estructura pol¨ªtica¡±, cierra.
Esperanza y tensiones entre los vencedores
Eran solo unas elecciones regionales, dos de cada tres franceses se abstuvieron y es dif¨ªcil sacar conclusiones para las pr¨®ximas convocatorias, pero los vencedores examinaron ayer los resultados con el prisma de las presidenciales que tendr¨¢n lugar en la primavera de 2022. Es un momento de celebraci¨®n, pero tambi¨¦n afloran las primeras tensiones internas, tanto en el ¨¢mbito de la izquierda como en el de la derecha.
Uno de los vencedores en las regionales celebradas los d¨ªas 20 y 27 de junio es el Partido Socialista (PS). Como la derecha de Los Republicanos (LR), conserva el poder en las regiones donde ya gobernaba al frente de coaliciones con ecologistas, y es la segunda fuerza m¨¢s votada. En regiones donde los ecologistas lideraban la coalici¨®n de izquierdas y el PS era el socio menor, sin embargo, estas candidaturas salieron derrotadas. El primer secretario del PS, Olivier Faure, interpret¨® el resultado como una se?al de que Europa Ecolog¨ªa Los Verdes (EELV), pese a sus buenos resultados en las europeas del a?o 2019 y en las municipales del a?o pasado, ha alcanzado un ¡°techo verde¡± y que ¡°los socialistas son m¨¢s cre¨ªbles¡± para liderar futuras coaliciones. Este es uno de los debates en la izquierda para el a?o que viene: si se presenta una alianza del PS y EELV y a qu¨¦ partido pertenece el candidato que aspire a la presidencia.
La gran triunfadora de esta cita fue la derecha tradicional. Se impuso, tanto en la primera vuelta del 20 de junio como en la segunda vuelta del domingo, como primera fuerza de Francia, bajo la etiqueta de Los Republicanos (LR) o con candidatos independientes que se mueven en su ¨®rbita. De esta elecci¨®n salen tres presidentes regionales que, tras revalidar el mandato con mayor¨ªas claras, quieren aspirar a la presidencia de la Rep¨²blica. Quien con m¨¢s claridad se ha postulado es Xavier Bertrand, presidente de Altos de Francia, la regi¨®n industrial norte?a junto a la frontera con B¨¦lgica, pero pronto podr¨ªan entrar en la pelea Val¨¦rie P¨¦cresse, ganadora en ?le-de-France, la regi¨®n de Par¨ªs, y Laurent Wauquiez, de Auvernia-R¨®dano-Alpes.
No hay acuerdo ni siquiera sobre c¨®mo designar al candidato: el riesgo es que la carrera desemboque, como ya ocurri¨® en el pasado, en una batalla interna que acabe destruyendo las opciones de la derecha para regresar al El¨ªseo.
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