El nuevo Gobierno de Israel se tambalea por una ley que discrimina a los palestinos
Netanyahu desestabiliza la coalici¨®n al forzar un vuelco en el Parlamento sobre la reunificaci¨®n familiar de ciudadanos ¨¢rabes
Apenas tres semanas despu¨¦s de haber tomado posesi¨®n con una precaria mayor¨ªa, el nuevo Gobierno de amplia coalici¨®n de Israel ha comenzado a tambalearse. El Ejecutivo no ha logrado renovar la vigencia de una controvertida ley temporal que veta la concesi¨®n de nacionalidad o la residencia a los palestinos casados con ciudadanos ¨¢rabes israel¨ªes. En una votaci¨®n celebrada en la madrugada de este martes en la Kneset (Parlamento), las divisiones internas en la coalici¨®n gubernamental y el vuelco dado por la oposici¨®n, encabezada por el ex primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, han forzado el levantamiento a partir del mi¨¦rcoles de la prohibici¨®n legal a la reunificaci¨®n familiar en Israel y Jerusal¨¦n Este para las parejas procedentes de Gaza y Cisjordania.
La llamada Ley de Ciudadan¨ªa fue aprobada por razones de seguridad con car¨¢cter provisional en 2003, en medio del estallido de violencia de la Segunda Intifada, y desde entonces ha sido prorrogada cada a?o con el respaldo de Netanyahu y el bloque de la derecha. Es considerada una medida discriminatoria por la comunidad ¨¢rabe de Israel, que agrupa a un 21% de la poblaci¨®n, con el objetivo impl¨ªcito de mantener la hegemon¨ªa demogr¨¢fica jud¨ªa.
La l¨ªnea de fractura que atraviesa el nuevo Gobierno ¡ªsostenido por ocho partidos que van desde la derecha nacionalista hasta la izquierda pacifista, incluida una formaci¨®n islamista¡ª se ha agrandado peligrosamente cuando a¨²n no ha cumplido un mes en el poder. La marcha de miles de extremistas jud¨ªos ante el barrio ¨¢rabe de la Ciudad Vieja de Jerusal¨¦n, al poco de su nacimiento, y el desalojo de un asentamiento de colonos en Cisjordania, el pasado fin de semana, ya hab¨ªan puesto a prueba la estabilidad de la heterog¨¦nea coalici¨®n forjada por el primer ministro, el derechista Naftali Bennett, y el ministro de Asuntos Exteriores, el centrista Yair Lapid, para apear a Netanyahu del poder tras 12 a?os de mandatos acumulados.
Para mantener la unidad interna, Bennett declar¨® que se somet¨ªa a un voto de confianza al hilo de la renovaci¨®n de la Ley de Ciudadan¨ªa. Los diputados de Meretz (pacifista) cerraron filas de inmediato para no hacer caer al Gobierno. Tambi¨¦n los cuatro parlamentarios del partido ¨¢rabe de Raam se dividieron entre dos votos favorables y dos abstenciones. La ministra de Interior, Ayelet Shaked, se hab¨ªa comprometido a revisar la legislaci¨®n en el plazo de seis meses y a adoptar ¡°medidas humanitarias¡± para favorecer la reunificaci¨®n de las familias palestinas.
Pero la inesperada defecci¨®n de otro diputado de la coalici¨®n condujo a un empate a 59 votos en una Kneset de 120 esca?os que, si bien no forz¨® la p¨¦rdida de confianza de Bennett, impidi¨® la mayor¨ªa simple necesaria para la pr¨®rroga de la ley. Pasadas las cinco de la madrugada y tras m¨¢s de 12 horas de sesi¨®n, el Gobierno quedaba tocado, pero no hundido, mientras Netanyahu y la Lista Conjunta (coalici¨®n electoral ¨¢rabe nacionalista) aplaud¨ªan el resultado en una ins¨®lita celebraci¨®n conjunta.
¡°Con el debido respeto a esta ley, es m¨¢s importante derribar al Gobierno [que mantener el veto por razones de seguridad]. Ahora han quedado expuestas las grietas que recorren este Gobierno¡±, hab¨ªa advertido Netanyahu en el pleno de la C¨¢mara. Bennett le replic¨® desde la tribuna que hab¨ªa atravesado ¡°una l¨ªnea roja de la seguridad nacional por mezquinos intereses pol¨ªticos¡±.
En principio, la Kneset puede volver a someter a votaci¨®n la renovaci¨®n de la ley, pero otras normas aprobadas hace m¨¢s de 50 a?os van a permitir a partir de ahora que ¨¢rabes israel¨ªes o palestinos de Jerusal¨¦n Este puedan solicitar la reagrupaci¨®n familiar, con derecho de residencia y beneficios sociales. El Ministerio de Interior revisar¨¢ caso por caso cada petici¨®n, sujetas a trabas burocr¨¢ticas, pero sus decisiones ser¨¢n examinadas por los tribunales si se producen reclamaciones. ¡°A causa de la actitud de la oposici¨®n, se van a presentar unas 15.000 solicitudes de concesi¨®n de la ciudadan¨ªa [por parte de palestinos]¡±, advirti¨® Shaked, titular del Departamento.
¡°Esta ley era una herramienta dirigida a garantizar la presencia de una mayor¨ªa de jud¨ªos¡±, reconoci¨® el ministro Lapid, arquitecto y l¨ªder pol¨ªtico de la coalici¨®n, a trav¨¦s de Twitter. ¡°Israel es el Estado naci¨®n del pueblo jud¨ªo¡±, proclam¨®. La llamada Ley del Retorno concede la nacionalidad israel¨ª de forma autom¨¢tica a cualquier persona de religi¨®n jud¨ªa.
Motivos ¨¦tnicos y de origen nacional
La ONG Adalah, que defiende los intereses de la minor¨ªa ¨¢rabe israel¨ª, asegur¨® en un comunicado que ¡°la Ley de Ciudadan¨ªa ha sido una de las m¨¢s racistas y discriminatorias, ya que denegaba la nacionalidad y la residencia por motivos ¨¦tnicos y de origen nacional, y etiquetaba a los solicitantes como enemigos¡±. Adalah inst¨® en 2012 su anulaci¨®n por el Tribunal Supremo, pero los magistrados la ratificaron en una disputada sentencia por seis votos a favor y cinco en contra. La norma que ahora queda sin vigencia solo ten¨ªa excepciones para los hombres mayores de 35 a?os y las mujeres de m¨¢s de 25 ¡ªpor encima de la edad habitual de matrimonio entre los palestinos¡ª y se aplicaba tambi¨¦n a las parejas procedentes de pa¨ªses como L¨ªbano, Siria o Ir¨¢n.
La directora de la ONG israel¨ª de defensa de los derechos humanos Hamoked, Jessica Montell, considera que en la actualidad hay 12.700 familias palestinas que viven en un limbo legal, con ¡°permisos militares o temporales de residencia¡±, seg¨²n declaraciones recogidas por el Centro de Prensa de Jerusal¨¦n. ¡°Pero las parejas m¨¢s j¨®venes¡±, sostiene, ¡°tienen prohibido vivir juntas¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.