Retirada la estatua de Robert Lee en Charlottesville cuatro a?os despu¨¦s de la revuelta supremacista

Las estatuas de Robert E. Lee y Thomas Jackson, dos generales del ej¨¦rcito confederado que se rebel¨® contra Estados Unidos para defender el esclavismo provocando la Guerra Civil, han sido retiradas este s¨¢bado en Charlottesville, Virginia. Los monumentos estuvieron en la localidad durante 97 a?os y ser¨¢n guardados hasta que los concejales de la ciudad voten sobre su futuro. Las piezas de Lee y Jackson ¡ªconocido como Stonewall¡ª est¨¢n cargados de un simbolismo ominoso. Cientos de supremacistas blancos acudieron a esta poblaci¨®n en agosto de 2017 para protestar contra la decisi¨®n de las autoridades de quitar las estatuas. La manifestaci¨®n deriv¨® en disturbios raciales que ocasionaron la muerte de una mujer de 32 a?os, que fue arrollada por un neonazi de 20 a?os que condujo su coche contra la multitud antifascista que rechazaba la presencia de los ultraderechistas.

La ciudad instal¨® vallas y restringi¨® el tr¨¢fico en la zona para el retiro de las estatuas el s¨¢bado. Las autoridades, sin embargo, no tem¨ªan protestas raciales como las vividas hace cuatro a?os. ¡°Estamos invitando a la gente a que nos acompa?e en el parque... Creemos que muchos miembros de nuestra comunidad realmente quieren estar ah¨ª para ver que esto finalmente sucede¡±, dijo un portavoz de la ciudad. Desde las 06.00 am comenz¨® a llegar la gente, algunos vestidos con camisetas negras y las siglas de Black Lives Matter (las vidas negras importan). El ambiente fue festivo. Se tomaron fotograf¨ªas, se lanzaron proclamas y se derramaron algunas l¨¢grimas durante el retiro de dos obras que causaron dolor en el contexto de las crecientes tensiones raciales durante el Gobierno de Donald Trump.

¡°Simbolizaban una cosa cuando fueron puestas, pero llegaron a convertirse en una versi¨®n concentrada e intensa del racismo¡±, dijo Kevin Cox, de 68 a?os, y quien acudi¨® al parque a celebrar c¨®mo se levantaba a Lee, de m¨¢s de tres toneladas de peso y que hab¨ªa sido colocada ah¨ª en 1924. La estatua de Stonewall Jackson, por ejemplo, estaba a pocos metros de un edificio donde se compraban y vend¨ªan trabajadores para las fincas de la regi¨®n. ¡°Quiero guardar este momento para siempre¡±, dijo William Taylor a la prensa local, mientras fotografiaba el evento. ¡°Siento que me han quitado un peso de los hombros¡±, a?adi¨®.

Los concejales a¨²n deben elegir qu¨¦ hacer con las estatuas. Algunas personas han pedido que sean destruidas. Otros s¨ªmbolos confederados retirados en Richmond, la capital del Estado, han sido almacenados en un dep¨®sito junto a las plantas que tratan agua del desag¨¹e.

Las piezas hab¨ªan sido objeto de una larga y amarga batalla judicial desde que estudiantes de una escuela secundaria iniciaran en 2016 una colecta de firmas para quitarlas. Los concejales de Charlottesville avalaron el retiro en un apretado voto de 3-2 hecho en marzo de 2017. Esta decisi¨®n provoc¨® una demanda casi inmediata por parte de familiares de los combatientes del bando confederado en la divisi¨®n de Virginia, uno entre las once entidades rebeldes que se levantaron en armas contra el presidente Abraham Lincoln. La petici¨®n ped¨ªa mantener las obras de bronce en su sitio en memoria a las familias, algo que fue apoyado por jueces de distrito. En abril de ese a?o, sin embargo, el Supremo del Estado revirti¨® la decisi¨®n y dio luz verde a la remoci¨®n.

La orden judicial fue tomada como un desaf¨ªo en los Estados Unidos de Trump, un presidente que revitaliz¨® a los movimientos de la ultraderecha y supremacistas blancos, quienes tomaron el fallo como una oportunidad de plantarse contra el revisionismo hist¨®rico que se hab¨ªa impulsado en la Administraci¨®n de Barack Obama. Charlottesville se convirti¨® entonces en un territorio de defensa para movimientos como el Ku Klux Klan y otros movimientos que simpatizaban con el pasado esclavista del sur de Estados Unidos y defend¨ªan la identidad hist¨®rica.

Una multitud de j¨®venes blancos peregrinaron en mayo de 2017 desde distintas partes del pa¨ªs hasta las estatuas de Lee y Stonewall. Llegaron de noche y empu?ando antorchas. Gritaban ¡°no nos reemplazar¨¢n¡± y ¡°Rusia es nuestro amigo¡±. Entre los l¨ªderes estuvo Richard Spencer, un supremacista que ayud¨® a popularizar el movimiento conocido como derecha alternativa. La protesta fue breve. En poco m¨¢s de 10 minutos la polic¨ªa se vio obligada a dispersarla, pero el momento dej¨® una de las peores estampas de los primeros meses del Gobierno de Trump, quien meses despu¨¦s evit¨® condenar a los grupos supremacistas que hab¨ªan desencadenado violencia defendiendo nuevamente las estatuas.

La figura de Robert E. Lee es muy importante en el sur de Estados Unidos. Es el general m¨¢s importante entre los confederados, un movimiento que dej¨® su huella en la regi¨®n con m¨¢s de 700 monumentos en el pa¨ªs. El nombre del militar fue utilizado para escuelas y avenidas. Su nombre ha ca¨ªdo en desgracia como fruto de los recientes movimientos de derechos humanos y de lucha contra el racismo sist¨¦mico. Finalmente, la familia de Lee era esclavista. Su trato con los esclavos negros de su propiedad era vejatorio, seg¨²n ha sido documentado por algunos historiadores.