El poderoso arsenal de Bruselas para frenar los asaltos de Hungr¨ªa y Polonia al sistema democr¨¢tico
Los gobiernos de Budapest y Varsovia se arriesgan a multas millonarias y coercitivas si persisten en incumplir las normas comunitarias
La impresi¨®n de que la Uni¨®n Europea es una marioneta impotente frente a dirigentes hostiles como Viktor Orb¨¢n o Jaroslaw Kaczynski es poco m¨¢s que un espejismo. Bruselas dispone de poderosos instrumentos, pol¨ªticos y econ¨®micos, para evitar que Budapest o Varsovia pongan en peligro la integridad de la UE o vulneren los derechos de millones de ciudadanos y empresas. La Comisi¨®n Europea ha advertido esta semana de que utilizar¨¢ todos los recursos a su alcance para restablecer el orden comunitario all¨¢ donde sea violado. Una advertencia que en el caso de Hungr¨ªa y Polonia puede traducirse en la p¨¦rdida de miles de millones de euros en los que Fidesz y PiS, los partidos de Orb¨¢n y Kaczynski, cimentan gran parte de su ¨¦xito electoral.
El arsenal de la Comisi¨®n incluye desde sanciones multimillonarias por incumplimiento de directivas o sentencias europeas al recorte de fondos si se fragiliza el Estado de derecho. Los procedimientos de infracci¨®n iniciados por la vulneraci¨®n de derechos de ciertos ciudadanos (la comunidad LGTBI es la ¨²ltima v¨ªctima), por atentar contra la libertad de expresi¨®n o por socavar la independencia judicial, parecen inofensivos, pero est¨¢n acorralando a unos Ejecutivos que afrontan una resistencia interna creciente y un aislamiento exterior cada vez m¨¢s evidente. Todos esos expedientes pueden desembocar ante el Tribunal de Justicia europeo y desencadenar sanciones multimillonarias en caso de que los gobiernos persistan en sus pol¨ªticas.
Bruselas cuenta desde este a?o, adem¨¢s, con la posibilidad de suspender parcial o totalmente los fondos en aquellos pa¨ªses donde la corrupci¨®n o la falta de independencia judicial no garantice su control adecuado. Y se acaba de poner en marcha la Fiscal¨ªa europea, que este viernes ha iniciado en Croacia la primera investigaci¨®n por un presunto caso de corrupci¨®n municipal en el marco de una subvenci¨®n europea. Hungr¨ªa y Polonia se han negado a participar en la Fiscal¨ªa europea, pero, seg¨²n la Comisi¨®n, ambos pa¨ªses est¨¢n obligados a cooperar con sus investigaciones. Para la econom¨ªa de Polonia y Hungr¨ªa el mantenimiento de los fondos europeos resulta esencial, porque equivalen al 60% de toda su inversi¨®n p¨²blica.
La UE dispone, adem¨¢s, de la llamada bomba nuclear del art¨ªculo 7 del Tratado, que permite suspender el derecho de voto en el Consejo de un pa¨ªs que viole los valores fundamentales del club. Ese castigo m¨¢ximo requiere la unanimidad, lo que permite a Hungr¨ªa y Polonia defenderse mutuamente con el derecho de veto. Pero incluso sin llegar a la aplicaci¨®n efectiva del art¨ªculo 7, la UE ya ha demostrado varias veces que puede condenar a los socios rebeldes a un ostracismo pol¨ªtico de facto que acorrala al Gobierno de turno y le obliga a elegir entre acatar el orden europeo o convertirse en un paria a la vista de sus ciudadanos.
¡°En la actualidad, el sistema legal de la UE tiene todo lo que necesita para preservar el imperio de la ley en todo el continente¡±, apunta Alberto Alemanno, profesor de Derecho Europeo en la ?cole des Hautes ?tudes Commerciales (HEC) de Par¨ªs. Pero Alemanno, titular de la c¨¢tedra Jean Monnet en la HEC, considera que ¡°asistimos a cierta reticencia por parte de la Comisi¨®n Europea a hacer un uso pleno de los instrumentos y mecanismos de que dispone¡± para velar por la aplicaci¨®n del Tratado europeo.
Adri¨¢n V¨¢zquez, eurodiputado y presidente de la comisi¨®n parlamentaria de Asuntos Jur¨ªdicos, ha afirmado este viernes que ¡°los gobiernos h¨²ngaro y polaco llevan a?os poniendo a prueba la paciencia de las instituciones comunitarias con reformas legales que, poco a poco, pretenden socavar la neutralidad de los jueces y tribunales¡±. Para el eurodiputado de Ciudadanos, que ha asistido en Eslovenia a una reuni¨®n informal de los ministros de Justicia de la UE, lo m¨¢s inquietante es ¡°comprobar que estas tendencias iliberales est¨¢n empezando a aparecer en otros pa¨ªses que, hasta ahora, no eran objeto de preocupaci¨®n¡±.
La Comisi¨®n Europea, presidida por la alemana Ursula von der Leyen desde finales de 2019, ha lidiado hasta ahora con pies de plomo con los continuos desaf¨ªos del Gobierno h¨²ngaro y el polaco. La tolerancia se ha debido, entre otras cosas, al deseo de no alentar la ret¨®rica ultranacionalista de unos dirigentes que a menudo comparan a la UE con la URSS y acusan a Bruselas de ser tan invasiva como lo fue Mosc¨² en su d¨ªa.
Pero esta semana ha marcado un punto de inflexi¨®n con la decisi¨®n del Tribunal Constitucional de Polonia de declarar inaplicable la suspensi¨®n cautelar de una reforma judicial dictaminada por el Tribunal de Justicia europeo, con sede en Luxemburgo.
Varsovia abre as¨ª una v¨ªa hacia el desacato que, de consumarse, desencadenar¨ªa un choque frontal con Bruselas. Solo unas horas despu¨¦s del auto del Constitucional polaco, el portavoz oficial de la Comisi¨®n subray¨® que ¡°todas las decisiones del Tribunal europeo son vinculantes para todos los pa¨ªses de la Uni¨®n¡±. Y avis¨® de que ¡°la Comisi¨®n no dudar¨¢ en utilizar todos los instrumentos a su alcance¡±. Y la jurisprudencia muestra que los desacatos pueden salir muy caros.
El art¨ªculo 260 del Tratado de la Uni¨®n faculta a la Comisi¨®n para proponer a la Corte de Luxemburgo sanciones financieras contra un Estado miembro que ¡°no ha adoptado las medidas necesarias para la ejecuci¨®n de la sentencia del Tribunal¡±. El castigo, que los jueces comunitarios suelen respaldar, se traduce en una multa inicial que puede llegar acompa?ada de multas peri¨®dicas hasta que el pa¨ªs afectado cumpla con el veredicto.
La Comisi¨®n dispone de esos poderes desde el Tratado de Maastricht (1993) pero apenas los utiliz¨® durante los primeros a?os. Hasta el a?o 2000 no lleg¨® la primera multa por incumplimiento de una sentencia y el dudoso honor recay¨® sobre Grecia. La segunda vez, el bald¨®n le toc¨® a Espa?a, en 2003. Y la tercera a Francia, dos a?os despu¨¦s.
Desde 2004, sin embargo, las multas se producen con mayor frecuencia y el Tratado de Lisboa agiliz¨®, adem¨¢s, las sanciones por no transposici¨®n de directivas. Y el golpe econ¨®mico puede ser considerable.
Sanciones millonarias
La tabla de multas de la Comisi¨®n, actualizada peri¨®dicamente, fija una cantidad m¨ªnima por pa¨ªs para la sanci¨®n inicial en funci¨®n de su capacidad de pago y de su peso en las instituciones de la UE. Esos factores se miden por el Producto Interior Bruto y el n¨²mero de esca?os en el Parlamento Europeo, lo que reserva a Polonia una multa m¨ªnima de algo m¨¢s de tres millones de euros, la quinta m¨¢s alta de la UE. Y en el caso de Hungr¨ªa, en torno al mill¨®n de euros.
Las sanciones impuestas hasta ahora casi siempre han superado con creces el m¨ªnimo previsto. Pero el aut¨¦ntico golpe llega con la multa coercitiva, en forma de multimillonarios pagos peri¨®dicos hasta que se acata la sentencia del Tribunal o se aplica la directiva pendiente. En ciertos casos, el Tribunal ha impuesto sanciones de hasta 800.000 euros por semestre de incumplimiento. O hasta 120.000 euros por d¨ªa de retraso.
Tanto Polonia como Hungr¨ªa han esquivado hasta ahora las sanciones, bien porque han dado marcha atr¨¢s en las normas denunciadas por la Comisi¨®n o porque han acatado las sentencias. Tambi¨¦n han jugado con los plazos para adoptar medidas cuyo impacto era irreversible para el momento en que la UE conclu¨ªa el expediente, como fue el caso de la salida forzada de Hungr¨ªa de la Universidad estadounidense financiada por George Soros.
Pero Bruselas est¨¢ cerrando las v¨ªas de escape. Los ¨²ltimos expedientes abiertos contra ambos pa¨ªses se tramitan normalmente por la v¨ªa acelerada. Y en el caso de Polonia, la Comisi¨®n ha pedido hasta tres veces al Tribunal europeo la suspensi¨®n cautelar de las reformas judiciales puestas en marcha por Varsovia.
Ese cerco es el que ha llevado al Constitucional polaco a intentar rebelarse. Y al primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, a plantear una consulta a la Corte constitucional sobre la primac¨ªa del Derecho europeo respecto al polaco. El caso, de tremendas repercusiones si los jueces cuestionan la primac¨ªa del derecho europeo, deb¨ªa haberse resuelto el pasado martes. Pero ha sido aplazado hasta primeros de agosto lo que indica que las autoridades polacas empiezan a ser conscientes de que, si traspasan ciertas l¨ªneas rojas, el golpe econ¨®mico puede ser brutal.
El profesor Alemanno considera que el mantenimiento del Estado de derecho no depender¨¢ tanto de los poderosos instrumentos de la Comisi¨®n ¡°como de la creaci¨®n de un clima pol¨ªtico que permita su activaci¨®n¡±. Y en ese sentido echa de menos una movilizaci¨®n m¨¢s general de otros actores m¨¢s all¨¢ de las instituciones comunitarias, como el resto de Estados de la UE, que tambi¨¦n pueden presentar denuncias ante el Tribunal europeo, de las ONG o de las propias empresas presentes en esos pa¨ªses. ¡°Al final, se trata de entender que la erosi¨®n del Estado de derecho tiene un efecto domin¨® que produce efectos en todo el continente¡±, subraya Alemanno.
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