Israel deport¨® hace 50 a?os a cientos de palestinos a campos de concentraci¨®n en el Sina¨ª

Hace 50 a?os Israel deport¨® a dos campos de concentraci¨®n en la pen¨ªnsula del Sina¨ª, entonces territorio egipcio ocupado, a centenares de palestinos de la franja de Gaza. Se trataba de mujeres, ni?os y personas mayores ¨Dfamiliares de activistas nacionalistas buscados por el Ej¨¦rcito¨D, a quienes se detuvo para forzar a los sospechosos a entregarse y disuadir a otros civiles de sumarse a la insurgencia contra la ocupaci¨®n. Tambi¨¦n hubo muchos j¨®venes desocupados, de quienes se tem¨ªa que pudieran enrolarse en las milicias del grupo Fatah. Documentos que han estado bajo secreto oficial han sido ahora desclasificados por una investigaci¨®n en Israel del Instituto Akevot que estudia el conflicto palestino-israel¨ª, y publicados el jueves por el diario Haaretz.

El contenido de los archivos que ahora ven la luz revela que, en 1971, la pen¨ªnsula del Sina¨ª fue utilizada como prisi¨®n a cielo abierto para exiliar a cientos de palestinos sin necesidad de presentar cargos contra ellos. ¡°Permanecieron lejos de sus hogares, aislados del mundo durante meses, en condiciones descritas como extremas y sufriendo repercusiones sobre su salud mental¡±, reza la presentaci¨®n del informe de Akevot, que ha sido divulgado a trav¨¦s de un podcast en hebreo.

Los campos de concentraci¨®n se situaban en Abu Zenima, en la ¨¢rida costa del golfo de Suez, y en Nejel, en el desierto central de la pen¨ªnsula del Sina¨ª, que Israel ocup¨® en 1967 en la Guerra de los Seis D¨ªas y de donde no se retir¨® hasta 1982, tras la firma del acuerdo de paz con Egipto en 1979. El primero fue un centro de internamiento para familiares de militantes de Fatah, la organizaci¨®n nacionalista fundada entre otros por Yasir Arafat, l¨ªder hist¨®rico palestino.

El segundo fue una especie de reformatorio para vagos y maleantes, en el que se pretend¨ªa reciclar a la fuerza a j¨®venes parados de la franja de Gaza con la intenci¨®n de reenviarlos a Cisjordania como fuerza de trabajo d¨®cil y alejarlos de paso de la tentaci¨®n de alistarse en las filas de Fatah. En ninguno de los casos se presentaron acusaciones formales contra los deportados a los campos de concentraci¨®n. Los supervivientes a¨²n sufren las consecuencias de las duras condiciones de detenci¨®n, que la Cruz Roja calific¨® de ¡°insoportables¡±.

El general Ariel Sharon, quien lleg¨® a ser primer ministro tres d¨¦cadas m¨¢s tarde y que por entonces estaba al mando del Comando Sur de las Fuerzas Armadas, fue quien dio la orden de ¡°erradicar el terror¡±, seg¨²n los documentos desclasificados, tras una serie de atentados contra israel¨ªes en la franja de Gaza. La muerte de dos ni?os en un ataque con una granada de mano cuando el veh¨ªculo de sus padres se extravi¨® en la capital gazat¨ª desencaden¨® la dura reacci¨®n del Ej¨¦rcito en enero de 1971.

Documentos suscritos por el coordinador militar de las relaciones con la poblaci¨®n palestina, general Shlomo Gazit, detallan las medidas de represi¨®n adoptadas hace 50 a?os, entre las que figuraba el internamiento en campos en el Sina¨ª. En su informe a la Comisi¨®n de Defensa de la Kneset (Parlamento), Gazit justific¨® la deportaci¨®n de decenas de familias, ¡°ya que pueden ofrecer un lugar para esconderse a los terroristas y servirles como medios de apoyo y vigilancia¡±. ¡°Nos hemos asegurado de incluir siempre un hombre adulto para no tener que manejar grupos compuestos solo por mujeres y ni?os¡±, apostill¨®, seg¨²n la transcripci¨®n publicada por Haaretz.

El entonces ministro de Defensa, Moshe Dayan, un militar c¨¦lebre tras la fulminante victoria de 1967, puntualiz¨® en los documentos citados que no se trataba de imponer ¡°un castigo colectivo a las familias, sino de desanimar a sus hijos de que se enrolen en Fatah¡±. ¡°Este es el mejor mecanismo de disuasi¨®n del que disponemos¡±, enfatiz¨®.

¡°Condiciones casi inhumanas¡±

El Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja contabiliz¨® al menos 140 detenidos, de los que 83 eran ni?os, en Abu Zenima, y expres¨® su protesta por las ¡°condiciones casi inhumanas¡± de vida en el campamento penitenciario antes de dejar constancia documental de la ¡°despiadada actitud de las autoridades militares israel¨ªes¡±.

En el campo de Nejel, en el centro del Sina¨ª, ingresaron al menos 161 palestinos con edades comprendidas entre los 16 y los 21 a?os que carec¨ªan de empleo. ¡°Los j¨®venes residentes de los campos de refugiados [de Gaza] que ni estudian ni trabajan deben ser dirigidos hacia una transici¨®n a la vida productiva en Judea y Samaria (denominaciones b¨ªblicas de la actual Cisjordania)¡±, escribi¨® en un memorando el subdirector general del Ministerio de Exteriores en esa ¨¦poca, Moshe Shason. Su libertad estaba sometida a la obligaci¨®n de aprender un oficio y mudarse del enclave costero.

Un a?o despu¨¦s de su apertura, los campos de concentraci¨®n del Sina¨ª fueron clausurados. Las familias palestinas volvieron a Gaza y ning¨²n joven quiso marcharse a trabajar a Cisjordania. Esta informaci¨®n ha permanecido enterrada hasta ahora en los archivos del Estado de Israel, como si hubiese sido engullida por las arenas del desierto.