El s¨ªndrome de Oslo: 25 a?os de paz secuestrada
La violencia y la expansi¨®n de los asentamientos malograron el primer acuerdo de israel¨ªes y palestinos
¡°Fue un buen arreglo, sent¨® las bases para el retorno de 800.000 palestinos y puso fin a las deportaciones impuestas por Israel, pero fracas¨® porque nunca pas¨® de ser un pacto interino¡±, sostiene en Ramala el veterano negociador Nabil Shaath, asesor internacional del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, a quien ya asisti¨® durante las conversaciones secretas que condujeron a la firma, hace ahora 25 a?os, de los Acuerdos de Oslo. ¡°Estados Unidos era entonces la ¨²nica superpotencia tras la desaparici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, mientras que palestinos ¡ªpor su apoyo a Sadam Husein¡ª e israel¨ªes ¡ªaislados y paralizados durante la Guerra del Golfo¡ª estaban debilitados¡±, argumenta en Jerusal¨¦n Ilan Baruch, exembajador y primer responsable de las relaciones con la Autoridad Palestina en la diplomacia israel¨ª.
Shaath, de 80 a?os, y Baruch, de 70, a¨²n creen en la soluci¨®n de los Estados a trav¨¦s de una negociaci¨®n multilateral para resucitar el acuerdo de paz al que dedicaron algunos de los mejores esfuerzos de su vida. J¨®venes palestinos de la generaci¨®n de Oslo, nacidos a partir de 1993, protagonizaron entre 2015 y 2016 la ola de violencia tambi¨¦n conocida como Intifada de los Cuchillos, mientras que los israel¨ªes con edades comprendidas entre los 16 y los 24 a?os se declaran m¨¢s conservadores y nacionalistas que sus padres en los ¨²ltimos sondeos sociales.
¡°Muchos creen que el asesinato de [el primer ministro laborista Isaac] Rabin marc¨® el fin de Oslo¡±, analiza Baruch las razones por las que se malogr¨® el acuerdo, ¡°pero el clima de divisi¨®n interna ¡ªpor los sangrientos atentados de Ham¨¢s y la permanente presi¨®n de la derecha israel¨ª¡ª en ambos bandos habr¨ªa hecho descarrilar el pacto final previsto al t¨¦rmino del periodo transitorio de cinco a?os¡±. La Segunda Intifada (2000-2005) y las tres guerras emprendidas en Gaza por Israel en la ¨²ltima d¨¦cada arruinaron la confianza en alcanzar la paz.
¡°Estados Unidos ofreci¨® garant¨ªas de que se negociar¨ªa un acuerdo definitivo, en el que estar¨ªan incluidas las cuestiones de la capital compartida Jerusal¨¦n y el retorno de los refugiados palestinos, que hab¨ªan quedado aparcadas, pero Israel no mostr¨® ninguna voluntad de avanzar en su compromiso y Washington no cumpli¨® su promesa¡±, responsabiliza Shaath a los sucesivos gobiernos hebreos.
Las instituciones propias construidas tras el regreso en 1994 del l¨ªder hist¨®rico de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), Yasir Arafat, es el legado al que se aferran los antiguos negociadores. Su autogobierno m¨¢s amplio se limita ahora, sin embargo, a un 18% del territorio de Cisjordania, y a otro 21%, aunque sin competencias sobre seguridad. La franja de Gaza, sometida a bloqueo por Israel, escapa desde hace 11 a?os al control de la Autoridad Palestina.
El asesinato del laborista Rabin a manos de un joven jud¨ªo radical hipotec¨® la continuidad de las negociaciones, que quedaron poco despu¨¦s en manos del conservador Benjam¨ªn Netanyahu despu¨¦s de que derrotara en las urnas a Sim¨®n Peres, el ministro de Exteriores galardonado con el Nobel de la Paz junto con Rabin y Arafat por los Acuerdos de Oslo. En su primer mandato (1996-1999), Netanyahu cumpli¨® con lo pactado al entregar Hebr¨®n a los palestinos, pero se reserv¨® el control del centro hist¨®rico de la ciudad al amparo de la presencia de colonos jud¨ªos.
¡°El pecado original de Oslo fue y sigue siendo que apenas lleg¨® a desarrollarse¡±, argumenta el columnista de Haaretz Gideon Levy en las p¨¢ginas de su diario. ¡°Ha acabado perpetuando la ocupaci¨®n¡±, concluye, ¡°y ha proporcionado a Israel al menos otros 25 a?os de expansi¨®n incontrolada de los asentamientos¡±.
Cuando Rabin y Arafat se dieron la mano en presencia del presidente Bill Clinton en los jardines de la Casa Blanca viv¨ªan unos 110.000 colonos en Cisjordania; ahora son m¨¢s de 400.000, seg¨²n datos de la ONG pacifista israel¨ª Paz Ahora. Hasta este mismo a?o, las autoridades israel¨ªes hab¨ªan venido cumpliendo la palabra empe?ada en Oslo de no autorizar ning¨²n nuevo asentamiento. Mientras tanto, fomentaban el desarrollo de los ya existentes y hac¨ªan la vista gorda ante la proliferaci¨®n de outpost, o colonias avanzadas no aprobadas, que se han extendido de forma salvaje.
Un 47% de los jud¨ªos israel¨ªes respalda hoy en d¨ªa la soluci¨®n de los dos Estados acordada hace 25 a?os, frente al 46% que se opone, seg¨²n un sondeo del Instituto para la Democracia en Israel. Entre los palestinos, otro 47% expresa apoyo mientras el 50% la rechaza, de acuerdo con la encuesta del Centro Palestino de Investigaci¨®n Pol¨ªtica. En ambas comunidades de Tierra Santa un mayoritario 56% reconoce que un Estado palestino no ser¨¢ viable en las condiciones actuales. Implicado directamente en la segunda etapa de las negociaciones (Acuerdo de Oslo II), que ampliaron en 1995 la autonom¨ªa a parte de Cisjordania tras una primera fase en Gaza y Jeric¨®, Baruch abandon¨® hace siete a?os la carrera diplom¨¢tica en rechazo a la pol¨ªtica de Netanyahu, que volvi¨® a dirigir el Gobierno a partir de 2009.
¡°El primer ministro no cree en la soluci¨®n de los dos Estados, sino en la de un Estado y medio. Sostiene que en el Israel b¨ªblico que habitaron los jud¨ªos hace 3.000 a?os solo cabe el Estado hebreo y, como mucho, una entidad menor de autogobierno palestino¡±, concluye Baruch. Al frente del Gabinete m¨¢s conservador de la historia israel¨ª, Netanyahu se ha consolidado en el poder desde hace casi una d¨¦cada preservando el statu quo de la ocupaci¨®n e impulsando los asentamientos en Cisjordania y Jerusal¨¦n Este.
La Administraci¨®n dem¨®crata del presidente Barack Obama intent¨® mantener a raya la colonizaci¨®n israel¨ª, pero desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el avance de los asentamientos se ha multiplicado por tres. El presidente republicano ha reconocido Jerusal¨¦n como capital de Israel y ha cancelado la financiaci¨®n de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, dos medidas te¨®ricamente destinas a retirar de la mesa de negociaciones los dos principales escollos, lo que ha favorecido los intereses de Israel y ha llevado al presidente palestino Abbas a suspender los contactos con EE UU y negarle el car¨¢cter de mediador ¨²nico en el conflicto refrendado precisamente con los Acuerdos de Oslo.
De Camp David al bloqueo del di¨¢logo
17 de septiembre de 1978. Israel firma la paz con Egipto en Camp David (EE UU) y devuelve el Sina¨ª ocupado en 1967.
Octubre-noviembre de 1991. En la Conferencia de Paz de Madrid se acu?a la f¨®rmula "paz por territorios".
1993. Conversaciones secretas en Oslo de israel¨ªes y palestinos.
13 de septiembre de 1993. Firman en Washington el acuerdo el primer ministro israel¨ª, Isaac Rabin, y el presidente de la OLP, Yasir Arafat, que otorga autonom¨ªa a Gaza y Jeric¨®.
2 de julio de 1994. Arafat regresa a los territorios palestinos.
25 de febrero de 1994. Un colono jud¨ªo mata a 30 palestinos en Hebr¨®n.
28 de septiembre de 1995. Rabin y Arafat firman en Washington Oslo II, que ampl¨ªa la autonom¨ªa en Cisjordania.
4 de noviembre de 1995. Rabin es asesinado en Tel Aviv.
15 de enero de 1997. El nuevo primer ministro de Israel, Benjam¨ªn Netanyahu, y Arafat firman el acuerdo de retirada parcial israel¨ª de Hebr¨®n.
28 de septiembre 2000. El l¨ªder de la derecha israel¨ª Ariel Sharon visita la Explanada de las Mezquitas. Estalla la Segunda Intifada.
13 de diciembre de 2001. Sharon, ya primer ministro, suspende todo contacto con Arafat ante el auge de la violencia palestina.
11 de noviembre de 2004. Muere Arafat. Le sucede Mahmud Abbas.
15 agosto de 2005. Sharon ordena la retirada de las tropas y colonos de Gaza.
24 de abril de 2014. Netanyahu suspende el di¨¢logo con los palestinos tras el acuerdo de unidad nacional entre Fatah y los islamistas de Ham¨¢s.
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