¡°Hait¨ª m¨¢s que un Estado fallido es pr¨¢cticamente un Estado inexistente¡±
El polit¨®logo haitiano Joseph Harold Pierre considera que no existen condiciones m¨ªnimas de seguridad para celebrar elecciones este a?o y que eso pondr¨ªa ¡°las bases para una guerra civil¡±
Ha pasado casi un mes desde la muerte del expresidente haitiano Jovenel Mo?se, quien fue torturado y asesinado en la habitaci¨®n de su propia casa en Puerto Pr¨ªncipe por parte de un grupo de mercenarios colombianos, y la pregunta de qui¨¦n orden¨® y financi¨® el crimen sigue sin respuesta. Pese a que hay una treintena de detenidos de varias nacionalidades, los verdaderos motivos del magnicidio siguen siendo un misterio en torno al que se multiplican las teor¨ªas de la conspiraci¨®n. Para el polit¨®logo haitiano Joseph Harold Pierre, el caso es un ¡°rompecabezas¡± del que, cree, nunca se conocer¨¢ la verdad si la comunidad internacional no se involucra totalmente en la pesquisa y si no existe la voluntad de compartir y hacer p¨²blico el resultado.
¡°La justicia haitiana no es que sea d¨¦bil, es que pr¨¢cticamente no existe. T¨² puedes tener a una persona cuya infracci¨®n es haber robado un gallo y puede estar hasta cuatro a?os encarcelada antes de comparecer ante el juez¡±, afirma en entrevista con EL PA?S Pierre, quien tambi¨¦n es economista y consultor internacional. ¡°Ser¨ªa incoherente pensar que esta justicia tenga la capacidad m¨ªnima de llevar a cabo una investigaci¨®n tan compleja y con una dimensi¨®n pol¨ªtica¡±.
Para este acad¨¦mico experto en procesos de democratizaci¨®n en Am¨¦rica Latina, su pa¨ªs est¨¢ viviendo una anarqu¨ªa pol¨ªtica y una crisis social por la inseguridad, la pandemia y la crisis econ¨®mica, un caos al que se ha sumado el asesinato del expresidente. A Mo?se lo mataron de 12 balazos el 7 de julio en su residencia, donde pasaba la noche con su mujer, que result¨® herida, y sus dos hijos. Seg¨²n la investigaci¨®n, la operaci¨®n fue perpetrada por un comando de 24 mercenarios colombianos que no encontraron ning¨²n tipo de resistencia por parte del equipo de seguridad del presidente. Hasta el momento, la polic¨ªa ha arrestado a varios agentes, entre ellos el coordinador de seguridad del exmandatario, Jean Laguel Civil, y al jefe de seguridad del Palacio Nacional, Dimitri H¨¦rard, adem¨¢s de a una veintena de mercenarios colombianos y a varios haitianos, algunos de ellos residentes en Estados Unidos y que est¨¢n acusados de planificar el atentado.
¡°Hait¨ª m¨¢s que un Estado fallido es pr¨¢cticamente un Estado inexistente¡±, sostiene Pierre. ¡°La raz¨®n de ser de un Estado es darle la seguridad m¨ªnima a los ciudadanos. En Hait¨ª, el Estado no puede proveerse a s¨ª mismo la seguridad m¨ªnima porque un presidente fue asesinado en su habitaci¨®n misma¡±, lamenta el polit¨®logo. Adem¨¢s de la crisis de seguridad ¨Cque tiene su reflejo m¨¢s visible en las bandas criminales que han sembrado el miedo con ataques, robos extorsiones y secuestros¨C la naci¨®n caribe?a, la m¨¢s pobre de la regi¨®n, est¨¢ sumida en una profunda depresi¨®n econ¨®mica, con una crisis de tipo de cambio desde 2014.
¡°La depreciaci¨®n es cada a?o de m¨¢s del 25%. Actualmente es muy dif¨ªcil comprar hasta 50 d¨®lares en el mercado formal. Imag¨ªnese los empresarios que necesitan millones de d¨®lares para sus negocios¡±, a?ade. Eso, a su juicio, contribuye al empobrecimiento de la poblaci¨®n y aleja las inversiones extranjeras. Adem¨¢s, cree que ese declive tambi¨¦n se ha visto durante la pandemia. Pese a que Hait¨ª no ha registrado tasas de contagio especialmente altas en comparaci¨®n con otros pa¨ªses, apunta, ¡°no ha tenido la capacidad m¨ªnima para responder¡± a la emergencia sanitaria.
Sin condiciones para las elecciones
Ariel Henry, el hombre que asumi¨® como primer ministro tras el asesinato de Mo?se, ha prometido crear ¡°lo antes posible¡± las condiciones para la celebraci¨®n de elecciones libres, honestas y transparentes. Los comicios presidenciales, legislativos y municipales est¨¢n previstos para el 26 de septiembre, pero Pierre considera que una campa?a pol¨ªtica en estos momentos podr¨ªa escalar a¨²n m¨¢s el conflicto en el pa¨ªs, puesto que los periodos electorales en Hait¨ª suelen ir acompa?ados de un aumento de la violencia.
¡°Para m¨ª es claro que en septiembre pr¨®ximo no puede haber elecciones en Hait¨ª. Eso ser¨ªa poner las bases para que haya una guerra civil¡±, asegura el analista. ¡°Ahora no hay ni condiciones pol¨ªticas, ni de seguridad, ni log¨ªsticas, ni constitucionales para que se celebren esas elecciones. As¨ª, a lo ¨²nico que vamos es a un fracaso que puede llevar a una guerra civil. Hait¨ª es el pa¨ªs m¨¢s pobre de Am¨¦rica, pero puede pasar a ser la segunda Somalia del mundo con una guerra civil¡±, a?ade.
?l propone lo que llama una ¡°soluci¨®n sociopol¨ªtica¡± que implicar¨ªa reunir a actores diversos ¡ªpartidos pol¨ªticos, sector privado, sociedad civil, universidades, iglesias y miembros de la di¨¢spora y la prensa¡ª en una mesa de concertaci¨®n para buscar un acuerdo de m¨ªnimos. Para llegar a ¨¦l, apunta, se necesitan cuatro condiciones b¨¢sicas que en este momento no est¨¢n garantizadas: un consenso en los puntos fundamentales entre Gobierno y oposici¨®n, unas ¡°condiciones m¨ªnimas de seguridad¡±, una condici¨®n legal constitucional ¡ªque la administraci¨®n electoral sea juramentada ante la Corte Suprema¡ª y proporcionar la log¨ªstica adecuada para la celebraci¨®n de comicios.
Seg¨²n su teor¨ªa, este proceso deber¨ªa tener el acompa?amiento de la comunidad internacional, un punto cr¨ªtico en un pa¨ªs donde parte de la poblaci¨®n achaca buena parte de sus males a la presencia extranjera en el pasado. Un ejemplo de ello es la Misi¨®n de las Naciones Unidas para la Estabilizaci¨®n en Hait¨ª (MINUSTAH) que estuvo en el pa¨ªs entre 2004 y 2017 para colaborar con instituciones locales en un contexto de inestabilidad pol¨ªtica dominada por el crimen organizado, y que tambi¨¦n tuvo que dar asistencia tras el devastador terremoto de 2010. Pero soldados de esa fuerza fueron acusados de numerosos casos de explotaci¨®n y abuso sexual y de ser responsables de un brote de c¨®lera en el pa¨ªs.
¡°La comunidad internacional no ha dado los resultados esperados en Hait¨ª, es cierto. Pero ha jugado un papel disuasivo contra la inseguridad. La polic¨ªa haitiana no tiene capacidad para resolver el problema de la inseguridad. La comunidad internacional tiene que intervenir. Es triste decirlo, pero tiene que intervenir¡±, sostiene. El polit¨®logo cree que lo que su pa¨ªs necesita para poder beneficiarse de la comunidad internacional son unas ¨¦lites pol¨ªticas, econ¨®micas e intelectuales m¨¢s s¨®lidas que las que hay ahora, que las considera pr¨¢cticamente inexistentes. ¡°Yo creo firmemente que el desarrollo de Hait¨ª es posible, pero el primer paso para ello es entender desde otro ¨¢ngulo la realidad haitiana en s¨ª misma y con respecto al extranjero¡±, concluye.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.