El repliegue de EE UU deja v¨ªa libre a los talibanes para acelerar su ofensiva en Afganist¨¢n

Estados Unidos ha dado la guerra de Afganist¨¢n por terminada, pero el conflicto ha entrado en un cicl¨®n de violencia que est¨¢ elevando la cifra de civiles muertos a niveles r¨¦cord. El repliegue militar de la primera potencia y los aliados de la OTAN ha dado alas al avance de los talibanes en el territorio, que en una semana se han hecho con el control de seis capitales de provincia. La ¨²ltima en caer, el lunes, fue Aibak, en la norte?a regi¨®n de Samangan. Durante el fin de semana lo hicieron otras tres, incluida Kunduz, tambi¨¦n en el norte y una de las principales ciudades del pa¨ªs, que los occidentales hab¨ªan defendido como enclave estrat¨¦gico. Las dentelladas del grupo radical han sido respondidas con perfil bajo por Washington, una indicaci¨®n de que Joe Biden no da marcha atr¨¢s en sus planes.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ya hab¨ªa advertido el viernes de que la ofensiva de los talibanes no iba a alterar las ¡°decisiones dif¨ªciles¡± que un presidente debe tomar, como lo es dejar Afganist¨¢n a merced de los talibanes despu¨¦s de 20 a?os de presencia en el terreno. ¡°?l cree, y ha dicho, que el Ej¨¦rcito afgano tiene la formaci¨®n, los recursos y el equipamiento necesario para vencer y que ahora es el momento para el liderazgo y la determinaci¨®n ante la agresi¨®n y la violencia de los talibanes¡±, dijo Psaki. La OTAN se pronunci¨® en una l¨ªnea similar el lunes al confirmar que el repliegue segu¨ªa adelante.

La retirada formal de las tropas estadounidenses se completar¨¢ el 31 de agosto, pero el desmantelamiento militar se hizo pr¨¢cticamente efectivo hace m¨¢s de un mes, con el abandono de la base a¨¦rea de Bagram, cercana a la capital de Kabul, que era la m¨¢s importante ¡ªadem¨¢s de la ¨²ltima activa¡ª utilizada por el Ej¨¦rcito norteamericano. Ahora el apoyo a¨¦reo estadounidense al Ej¨¦rcito afgano procede de bases fuera del pa¨ªs, ubicadas en Qatar o Emiratos ?rabes, con una potencia que no ha servido para contrarrestar a los radicales. Sobre el terreno, Washington mantiene un ret¨¦n de 650 efectivos para proteger el aeropuerto de Kabul y la embajada estadounidense.

Fuentes del Pent¨¢gono citadas por The New York Times se?alaron el fin de semana que no hab¨ªa planes de llevar a cabo algo m¨¢s que algunos ataques a¨¦reos limitados. Seg¨²n estas fuentes, durante las ¨²ltimas tres semanas Estados Unidos ha estado utilizando drones Reaper y aviones de combate para apuntar hacia los equipamientos de los talibanes, incluida artiller¨ªa pesada, que amenazan a los centros urbanos y los edificios oficiales y diplom¨¢ticos. Sin embargo, admiten que una campa?a a¨¦rea dif¨ªcilmente deshar¨ªa los avances logrados por los talibanes, habida cuenta del reducido despliegue que queda en el pa¨ªs.

Los efectos de ese alcance limitado han sido evidentes el fin de semana. Kunduz, que los estadounidenses hab¨ªan ayudado a recuperar en dos ocasiones en el pasado, ha acabado en manos de los talibanes despu¨¦s de varios d¨ªas de enfrentamiento. Tambi¨¦n Zaranj, capital de la provincia sure?a de Minroz, Sar-e-Pul, en la provincia hom¨®nima al norte, y Taloqan, provincia de Takhar, en el noroeste.

Al menos 27 ni?os han muerto y otros 136 resultaron heridos en las ¨²ltimas 72 horas, seg¨²n denunci¨® este lunes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) . ¡°Cada una de estas muertes y cada caso de sufrimiento f¨ªsico es una tragedia personal. Estos ni?os son hijas e hijos, hermanos y hermanas, primos y amigos muy queridos y anhelados¡±, lamenta Unicef, seg¨²n el comunicado recogido por la agencia Efe, que tambi¨¦n lamenta que el derecho a la protecci¨®n de los ni?os afganos ¡°haya sido ignorado por las partes en conflicto¡±.

Los aliados eran conscientes, a partir de diferentes informes de los servicios de inteligencia, de que los talibanes aprovechar¨ªan la retirada de EE UU y la OTAN para reforzarse en Afganist¨¢n y que el Gobierno afgano tendr¨ªa dificultades para controlar ese asalto. Pero, despu¨¦s de dos d¨¦cadas, Washington ya no ve otra manera de terminar este conflicto m¨¢s que simplemente salir de ¨¦l.

La Administraci¨®n de George W. Bush lanz¨® la ofensiva el 7 de octubre de 2001, a ra¨ªz de los ataques terroristas sufridos el 11 de septiembre en Nueva York, Washington y Pensilvania.

Estados Unidos acus¨® a los talibanes de servir de guarida a Osama bin Ladem y otros cabecillas de Al Qaeda responsables de la matanza y lider¨® una coalici¨®n internacional para acabar con ese grupo y expulsar a los talibanes de Afganist¨¢n. Bin Laden fue liquidado por Estados Unidos en 2011, al igual que otros l¨ªderes del grupo terrorista, y Al Qaeda es hoy un grupo muy debilitado. Los talibanes, sin embargo, resisten y se refuerzan para desgracia de la poblaci¨®n, especialmente las mujeres, buscando incluso la legitimidad internacional.

La Embajada de Estados Unidos en Kabul ha pedido al grupo radical que deje las armas y se siente a negociar una hoja de ruta para la paz. ¡°Pedimos a los talibanes que acepten un alto el fuego permanente y completo y que participen plenamente en las negociaciones de paz para poner fin al sufrimiento del pueblo afgano y allanar el camino hacia un arreglo pol¨ªtico que beneficie a todos los afganos y garantice que Afganist¨¢n no vuelva a servir como un refugio seguro para los terroristas¡±, ha se?alado en un comunicado.

Ni Washington ni la OTAN hablan de cu¨¢les son las l¨ªneas rojas que podr¨ªan hacer regresar a las tropas aliadas a Afganist¨¢n, aunque la ca¨ªda de Kandahar, la segunda mayor ciudad, o la capital, Kabul, les pondr¨ªan en una situaci¨®n muy dif¨ªcil. La milicia radical deja la posibilidad de esa ofensiva para m¨¢s adelante. En unas declaraciones a la agencia RIA Novosti, su principal portavoz, Zabihullah Mujahid, se?al¨®: ¡°Primero hay que limpiar las otras provincias y luego se toma la decisi¨®n sobre Kabul¡±. China comenz¨® el mes pasado las conversaciones directas con el grupo radical, una se?al de que vislumbra al vencedor del pulso en la regi¨®n.

Cuando anunci¨® la decisi¨®n del repligue en abril, Biden admiti¨® que no esperaba ya resultados diferentes a los obtenidos hasta ahora. ¡°Algunos insisten en que no es el momento para marcharse¡±, dijo entonces en un discurso, pero, ¡°?cu¨¢ndo ser¨¢ buen momento para irse?¡±, plante¨®. ¡°?En un a?o m¨¢s? ?En dos m¨¢s? ?En otros 10 a?os?¡±.