Saad Mohseni: ¡°La mayor¨ªa de nuestras periodistas han preferido renunciar tras la llegada de los talibanes¡±
El propietario de ToloTV se muestra cauto ante las promesas de los islamistas de que van a respetar la libertad de prensa y permitir que las mujeres sigan trabajando en los medios
Poco despu¨¦s de que Estados Unidos expulsara a los talibanes del poder en 2001, el inversor y empresario afganoaustraliano Saad Mohseni (55 a?os) volvi¨® a su pa¨ªs de origen para participar en la reconstrucci¨®n. Apost¨® por los medios de comunicaci¨®n, primero con Arman Radio y luego con ToloTV, la primera cadena comercial afgana. Desde su lanzamiento en 2004, el canal fue un revulsivo ante una televisi¨®n estatal que apenas sal¨ªa de sus cenizas tras la prohibici¨®n de los talibanes.
En los a?os siguientes, se convirti¨® en un s¨ªmbolo del nuevo Afganist¨¢n por su profesionalidad, defensa de la libertad de expresi¨®n y promoci¨®n de los derechos de la mujer. Tachada de inmoral por los m¨¢s conservadores, sobrevivi¨® a varios intentos de cierre, el m¨¢s sonado tras la emisi¨®n de un concierto de Shakira, a pesar de que pixel¨® su pecho.
Todo est¨¢ en el aire con el regreso de los talibanes a Kabul. La mayor¨ªa de las periodistas de la cadena han renunciado. Mohseni, hijo de un diplom¨¢tico afgano (de ah¨ª que naciera en Londres) que se exili¨® en Australia tras la invasi¨®n sovi¨¦tica, habla con EL PA?S en Dub¨¢i, donde reside. En su opini¨®n, es pronto para saber c¨®mo van a comportarse esos extremistas isl¨¢micos en su segunda toma del poder. De momento, su cadena informaba el viernes de que un grupo de afganas reclama a los talibanes que las incluyan en su Gobierno.
Pregunta. ?Le sorprendi¨® la toma de Kabul por los talibanes?
Respuesta: Me sorprendi¨® la velocidad a la que lo hicieron. Desde que Estados Unidos anunci¨® la retirada de sus tropas, nos resultaba dif¨ªcil ver c¨®mo iba a mantenerse el corrupto Gobierno [de Ashraf Ghani] que hab¨ªa destruido las fuerzas de seguridad afganas, no s¨¦ si por designio o por negligencia. Pero con tanta rapidez¡
P. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n de la cadena y de sus trabajadores?
R. Seguimos emitiendo con normalidad. Parte del personal ha decidido irse al aeropuerto para abandonar el pa¨ªs, pero hemos contratado nuevos equipos. Es una situaci¨®n extra?a porque por un lado queremos ayudar a la gente a irse y por otro queremos seguir adelante con el proyecto.
P. ?En qu¨¦ medida han modificado sus programas?
R. En el canal de noticias, no ha habido cambios; seguimos haciendo el trabajo de siempre. En el de entretenimiento, decidimos suprimir algunos, como los de baile, que son el tipo de contenidos que pueden ofender a los talibanes. Fue una medida de precauci¨®n porque quer¨ªamos proteger a nuestros 400 empleados y no es importante en t¨¦rminos del servicio que ofrecemos a los afganos. Hemos preferido pasarnos de cautos. Por lo dem¨¢s, seguimos emitiendo telenovelas, debates, etc. No hay una gran diferencia.
P. Al d¨ªa siguiente de su llegada a Kabul, los talibanes registraron sus instalaciones e incluso les ofrecieron ponerles unos guardas. Luego les ha visitado el jefe de la Comisi¨®n de Cultura. ?Les han ofrecido garant¨ªas respecto a la continuidad de su trabajo?
R. Insisten en que van a respetar la libertad de expresi¨®n y que las mujeres pueden seguir acudiendo al trabajo. A¨²n estamos en los primeros d¨ªas. Tengo la esperanza de que adopten algunos de los cambios que se han producido en estas dos d¨¦cadas. Pero no es tan simple. Tenemos que esperar a ver qui¨¦n va a prevalecer, si la l¨ªnea moderada que muestra signos de querer mantener relaciones con el resto del mundo, o el sector m¨¢s radical.
P. Es decir, que m¨¢s que confiar espera hechos¡
R. Hay que ver en qu¨¦ se concretan sus palabras. Los pol¨ªticos, en todas partes, hacen promesas y, cuando llegan al poder, act¨²an de forma diferente. La realidad va a verse cuando empiecen a tomar decisiones, a emitir normas, a legislar¡ Nos queda mucho por delante. Primero tienen que formar un Gobierno, crear comisiones, etc. Hasta que pongan en marcha el proceso legislativo pueden pasar dos a?os.
P. Vimos a una valiente Beheshta Afghand entrevistando a uno de los dirigentes talibanes, el cl¨¦rigo Abdulhaq Hemad, y a otras de sus colegas informando desde las calles de Kabul. ?Van a poder seguir haci¨¦ndolo?
R. No puedo especular. Solo podemos intentarlo. Eso es todo. Durante los 18 a?os que llevamos en antena hemos contado con mujeres. Veremos qu¨¦ pasa a partir de ahora.
P. ?Cu¨¢ntos empleados siguen trabajando en Tolo y cu¨¢ntos de ellos son mujeres?
R. No tengo ni idea porque est¨¢ en continuo cambio. La mayor¨ªa de las mujeres han optado por renunciar. Antes, si dejamos de lado conductores, t¨¦cnicos y guardas de seguridad, supon¨ªan un 30% de los profesionales. Las hab¨ªa en cargos de direcci¨®n, tanto detr¨¢s como delante de las c¨¢maras, en el canal de noticias y en el de entretenimiento. En todas las ¨¢reas.
P. ?Han explicado los talibanes sus planes para los medios a la direcci¨®n de Tolo?
R. No, se han mostrado vagos sobre esto. Lo ¨²nico que han dejado claro es que habr¨¢ un Gobierno pronto. Por ahora, intentan ganarse a la gente. No quieren enfrentamientos con los medios de comunicaci¨®n. Especular no sirve para nada. No sabemos qu¨¦ modelo pol¨ªtico, qu¨¦ modelo social, quieren implantar. Lo ¨²nico que hay es conjeturas.
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