Ofensiva conservadora en los feudos republicanos de EE UU
El partido impulsa normas sobre el aborto y la ense?anza en los Estados donde gobierna
El Estado de Arkansas ha aprobado este a?o una ley que proh¨ªbe pr¨¢cticamente cualquier aborto, salvo aquel necesario para salvar la vida de la madre en una urgencia m¨¦dica, y no contempla excepciones para v¨ªctimas de violaci¨®n o incesto. Tambi¨¦n se ha convertido en el primero que impide los tratamientos hormonales o de reasignaci¨®n de g¨¦nero a menores de edad. Y el segundo en vetar a estudiantes transg¨¦nero para los equipos femeninos deportivos. Antes lo hab¨ªa hecho Misisipi, que tambi¨¦n tiene su propia batalla contra el aborto pendiente en el Tribunal Supremo, que tambi¨¦n debe dirimir sobre esta legislaci¨®n en Texas. Mientras, Oklahoma ha dado luz verde a una norma para garantizar inmunidad a los conductores que maten o hieran a un manifestante si alega que hu¨ªa de un disturbio. Y Montana, Iowa y Tennessee, entre otros, han lanzado otra para llevar armas encima sin licencia.
En las elecciones del pasado noviembre, los dem¨®cratas recuperaron la Casa Blanca y el control f¨¢ctico del Senado, pese al empate num¨¦rico, gracias al voto de desempate que corresponde a la vicepresidencia, que en este caso ocupa Kamala Harris. Tambi¨¦n, aunque perdieron esca?os, mantuvieron la mayor¨ªa de la C¨¢mara de Representantes. Y pusieron en marcha la agenda m¨¢s progresista en d¨¦cadas.
Al mismo tiempo, en esos mismos comicios, los republicanos reforzaron su poder en las C¨¢maras estatales y han lanzado desde entonces una ofensiva legislativa que puede revertir derechos sociales que parec¨ªan consolidados.
En un pa¨ªs eminentemente federal como Estados Unidos, viajar de un territorio a otro se asemeja a cambiar de galaxia en algunos terrenos. Un total de 19 Estados han impulsado restricciones al aborto este a?o, seg¨²n un recuento del Instituto Guttmacher; otra decena apuntan al colectivo transg¨¦nero, esencialmente por su participaci¨®n en el deporte estudiantil; casi una veintena han introducido leyes que endurecen los requisitos para votar y cinco han aprobado l¨ªmites en el modo de ense?ar la historia del esclavismo en Estados Unidos, entre otros frentes.
Miles M. Coleman, analista del Centro de Pol¨ªtica de la Universidad de Virginia, se?ala que este es el tipo de asuntos que puede movilizar al electorado republicano independientemente del momento que atraviese la econom¨ªa. ¡°Para los republicanos, con los dem¨®cratas gobernando [en Washington], es una manera de demostrarle a los votantes que pueden conseguir que se hagan cosas¡±, apunta. Mucho de lo ocurrido en las urnas en 2020 le recuerda a la victoria de Barack Obama en 2008 y la revancha republicana en las elecciones legislativas de 2010. A su juicio, ¡°los dem¨®cratas se volvieron complacientes, creyeron que hab¨ªan derrotado a los republicanos para siempre. Esta vez, los republicanos pueden sentirse decepcionados de las derrotas a nivel nacional, pero han recuperado esca?os en la C¨¢mara baja y han aumentado su poder en los Estados¡±.
Los dem¨®cratas no consiguieron cambiar el color pol¨ªtico de ninguna de las C¨¢maras legislativas estatales. Los republicanos controlan tanto la alta como la baja en 30 de ellos (frente a los 18 dem¨®cratas) y en 23 gobiernan las tres patas del poder (la gobernaci¨®n, la asamblea y el Senado), seg¨²n los datos de Ballotpedia, una base de datos de referencia. Antes de noviembre ten¨ªan dos menos de estos tridentes, mientras que los dem¨®cratas se mantuvieron con 15.
Buena parte de las leyes nacen ya con un destino seguro: los tribunales. La de Arkansas contra el aborto ha sido bloqueada de forma cautelar por un juez este mes de julio mientras se resuelve el pleito sobre su constitucionalidad. La gran organizaci¨®n en defensa de los derechos y libertades civiles en Estados Unidos (conocida habitualmente por sus siglas en ingl¨¦s, ACLU) ha impulsado infinidad de demandas en diferentes Estados para tratar de frenar esta ola conservadora, desde las restricciones de voto en Georgia o Tennessee, el veto de los tratamientos transg¨¦nero en Arkansas y la mayor parte de legislaciones que limitan el acceso al aborto.
Arizona, por ejemplo, acaba de aprobar una ley que proh¨ªbe el aborto cuando el motivo es alguna malformaci¨®n o problema gen¨¦tico, como el s¨ªndrome de Down, y Texas lo proh¨ªbe por estos motivos a partir de las 20 semanas de gestaci¨®n. Los pol¨ªticos que impulsan las normas m¨¢s radicales son conscientes de que acabar¨¢n contestadas ante los jueces y el objetivo de fondo es lograr que el Tribunal Supremo vuelva a pronunciarse sobre este derecho. Lo bendijo por primera vez en 1973, con la famosa decisi¨®n del caso Roe contra Wade, pero bajo un argumento, el del derecho de la mujer a la ¡°privacidad¡±, que abre la puerta a volver a discutirlo.
La m¨¢xima autoridad judicial ha aceptado analizar la constitucionalidad de la ley de Misisipi, que proh¨ªbe el aborto despu¨¦s de 15 semanas de gestaci¨®n, y la decisi¨®n puede alterar casi 50 a?os de jurisprudencia en la materia.
El guion se repite en m¨²ltiples frentes. Estados de legislatura monocolor aprueban leyes detestadas por la oposici¨®n con el rodillo de su mayor¨ªa y estas acaban dirimidas ante los jueces. Rick Tyler, analista republicano y antiguo estratega del senador texano Ted Cruz, se?ala un cambio de estrategia electoral de fondo: ¡°Los republicanos creen m¨¢s f¨¢cil ganar las elecciones movilizando con fuerza a sus bases que tratando de ganar a los indecisos o moderados del partido contrario¡±, se?ala. De ah¨ª la efervescencia de las llamadas guerras culturales, que consisten, en ocasiones, en reabrir el debate sobre derechos adquiridos.
Un gobernador dem¨®crata ¡ªo simplemente un republicano moderado¡ª puede tratar de frenar una iniciativa de los legisladores conservadores de su Estado, como ha ocurrido en Luisiana. El gobernador, el dem¨®crata John Bel Edwards, vet¨® en julio el proyecto de ley de sus legisladores para prohibir a las ni?as transg¨¦nero ingresar en los equipos de deportes femeninos de la escuela. En Arkansas el gobernador, Asa Hutchinson, es republicano pero m¨¢s moderado, y trat¨® de impedir esa misma norma, pero las C¨¢maras anularon su veto con una nueva votaci¨®n.
Estados Unidos, que vive en una permanente campa?a electoral, ya mira hacia los llamados comicios de medio t¨¦rmino, las legislativas de noviembre de 2022, que resultan decisivas para estas batallas. Rick Tyler advierte de que no est¨¢ claro qui¨¦n gana la apuesta: ¡°Son asuntos que pueden movilizar mucho a la base conservadora, pero tambi¨¦n la reacci¨®n del resto de votantes, en ese dilema se deciden las cosas¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.