La memoria hist¨®rica abre una guerra en las escuelas de Estados Unidos
Estados republicanos impulsan leyes para prohibir lo que consideran una ense?anza que culpabiliza a los blancos y califica el racismo de problema sist¨¦mico
Un hombre negro de mediana edad se acerca a la terraza de una cafeter¨ªa de Ausburn (Virginia), una peque?a ciudad a 40 minutos de Washington. ¡°Disculpe, ?es usted Scott Mineo?¡±, pregunta. Mineo: ¡°?Eso es bueno o es malo?¡±. ¡°Bueno, le he estado escuchando en la televisi¨®n¡±, responde el otro. Y entonces se enzarzan en un largo intercambio de ¡°yo no dije eso¡±, ¡°en realidad estamos diciendo lo mismo¡±¡ ¡°Habr¨¢ que decirle a los ni?os que George Washington ten¨ªa esclavos¡±, espeta el hombre, que no se identifica. ¡°Vale, pero tambi¨¦n m¨¢s cosas¡±, replica Mineo, ¡°?cree que soy un racista?¡±.
Todo acaba con el hombre negro ayudando al blanco a recoger los trastos y llevarlos dentro del local ¡ªha empezado a llover¡ª y con un estrech¨®n de manos. Estamos en el condado de Loudoun, el m¨¢s rico de Estados Unidos, un suburbio cercano a la capital del poder que en los ¨²ltimos a?os ha ido migrando de feudo republicano a moderado y dem¨®crata. Mineo, un analista de seguridad de 49 a?os, blanco, ha iniciado una cruzada de padres contra lo que considera adoctrinamiento racial en las escuelas y resentimiento hacia los ni?os blancos. Ha lanzado una web que se llama Padres contra la Teor¨ªa Cr¨ªtica y ha creado un registro an¨®nimo para que los alumnos puedan subir grabaciones de lo que los profesores dicen en clase. ¡°Expondremos a todos lo que lo hagan¡±, advierte Mineo.
Loudon es ejemplo de la tensi¨®n que bulle por todo Estados Unidos sobre el modo de abordar el racismo en las escuelas y una vertiente clave, como demuestra la conversaci¨®n con el desconocido, es la ense?anza de la historia. ?La esclavitud es un accidente, una mancha dentro de un relato de grandeza, o m¨¢s bien un elemento fundacional de Am¨¦rica? ?El legado de esa mancha explica las desigualdades actuales? ?Los padres fundadores fueron bellas personas con alguna contradicci¨®n o tipos plagados de ellas?
A ra¨ªz de las movilizaciones contra el racismo tras la muerte de George Floyd, en 2020, muchos colegios han reforzado sus charlas y programas educativos contra la discriminaci¨®n y el racismo sist¨¦mico y, con ellos, se ha encendido tambi¨¦n la reacci¨®n conservadora, con cruzadas como la de Scott Mineo o un buen pu?ado de leyes. Una ristra de Estados republicanos ¡ªTexas, Idaho, Oklahoma o Tennessee, entre otros¡ª han introducido o aprobado normativas para restringir el modo en el que se cuenta la historia.
La Asamblea de Tennessee, por ejemplo, aprob¨® un proyecto de ley el pasado mayo que proh¨ªbe a las escuelas cualquier ense?anza seg¨²n la cual un individuo deber¨ªa sentir ¡°responsabilidad¡± por las acciones del pasado realizadas por miembros de su raza; o que alguien, por su raza, ¡°es inherentemente privilegiado¡± o que promueva el ¡°resentimiento¡±. Ohio usa un lenguaje id¨¦ntico en varios apartados de su proyecto, y veta que los profesores ense?en que la esclavitud fue algo diferente de ¡°una traici¨®n o fracaso de los aut¨¦nticos principios fundadores de Estados Unidos, que incluyen la libertad y la igualdad¡±.
Lo gaseoso de los conceptos prohibidos ¡ª?En qu¨¦ momento un profesor que hable de racismo est¨¢ diciendo que ser blanco conlleva privilegio o est¨¢ generando resentimiento hacia los blancos?¡ª ha disparado alarmas sobre la libertad de expresi¨®n.
El historiador David Blight, profesor de Estudios Afroamericanos en la universidad de Yale, de raza blanca, advierte de que todo pa¨ªs tiene un pasado que hace sentir inc¨®modo a sus ciudadanos. ¡°El movimiento conservador lleva medio siglo intentando, de forma intermitente, hacer retroceder la ense?anza de la parte m¨¢s inc¨®moda de nuestra historia, porque creen que nuestro deber es formar patriotas, pero nosotros no educamos a los j¨®venes para ser solo patriotas, los educamos para que entiendan mejor la sociedad en la que viven y eso les puede hacer mejores patriotas¡±, dice Blight por tel¨¦fono. Las leyes en marcha, opina, ¡°son horribles, antiintelectuales, antidemocr¨¢ticas, un mal uso de la historia para producir un cierto tipo de ciudadano¡±.
El debate de fondo estriba en tratar la esclavitud ¡ªabolida en 1865, casi 100 a?os despu¨¦s de la fundaci¨®n del pa¨ªs¡ª como un cap¨ªtulo m¨¢s de la historia estadounidense o un elemento b¨¢sico de esta. A su juicio, ¡°no quieren afrontar que [la esclavitud] fue central para la identidad de la naci¨®n americana, su desarrollo y crecimiento, en la Guerra Civil¡±.
Uno de los elementos centrales de esta disputa es la llamada Teor¨ªa Cr¨ªtica Racial, cuyo significado se ha desvirtuado, como sucede en toda buena pol¨¦mica intelectual y pol¨ªtica que se precie. Hoy se puede ver utilizada, especialmente desde la derecha, para identificar cualquier an¨¢lisis que aborde el racismo como un problema sist¨¦mico de Estados Unidos ¡ªno individual, o puntual¡ª y, en el ¨¢mbito escolar, cualquier actividad o taller que se centre en la discriminaci¨®n con motivo de raza.
La Teor¨ªa Cr¨ªtica Racial es un marco te¨®rico procedente del mundo del Derecho que empieza a fraguarse en la d¨¦cada de los setenta de la mano de acad¨¦micos, como Kimberl¨¦ Crenshaw, que estudian los movimientos de derechos civiles. Sostienen, grosso modo, que la raza es una construcci¨®n social y el racismo es algo que va m¨¢s all¨¢ de prejuicios personales, que el sistema legal est¨¢ configurado de un modo que sostiene e incentiva la supremac¨ªa de los blancos sobre los negros. Por eso, concluyen, las conquistas de ese tiempo no hab¨ªan logrado erradicar la injusticia social.
Se puede considerar un movimiento intelectual oficial desde 1989, cuando sus impulsores organizan la primera sesi¨®n de trabajo bajo ese t¨ªtulo, pero ahora se ha convertido en una expresi¨®n fetiche de los conservadores en la batalla de la educaci¨®n. El pasado marzo, Christopher Rufo, investigador del laboratorio de ideas conservador Manhattan Institute, dijo abiertamente en su cuenta de Twitter: ¡°Hemos conseguido dejar clavada su marca ¡ª¡®teor¨ªa cr¨ªtica racial¡¯¡ª en la conversaci¨®n p¨²blica y no dejan de sumar percepciones negativas. En alg¨²n momento lo convertiremos en algo t¨®xico y pondremos todas esos desvar¨ªos culturales bajo esa categor¨ªa¡±.
Otro de los protagonistas de esta trifulca es el Proyecto 1619, un an¨¢lisis hist¨®rico sobre c¨®mo la esclavitud molde¨® las instituciones americanas en el campo pol¨ªtico, social y econ¨®mico. Publicado en The New York Times en agosto de 2019, e ideado por la reportera Nikole Hannah-Jones, el nombre hace referencia a la fecha en la que los primeros africanos llegaron a suelo americano, plantea si esa es la fecha en la que se debe considerar la fundaci¨®n de Estados Unidos y reivindica las aportaciones de los negros estadounidenses a la formaci¨®n del pa¨ªs.
Aplaudido en general por el enfoque, ha recibido cr¨ªticas de historiadores de diferentes pa¨ªses por algunas consideraciones, como la del nacimiento del pa¨ªs, o el cuadro pesimista del progreso obtenido, entre otros. Un a?o despu¨¦s de publicarse, en plena ola de protestas por la muerte de George Floyd, se redobl¨® la atenci¨®n sobre el proyecto y el entonces presidente Donald Trump lo tom¨® como un ejemplo de la ¡°propaganda t¨®xica¡± que divid¨ªa al pa¨ªs y anunci¨® la creaci¨®n de la Comisi¨®n 1776 para promover una ¡°educaci¨®n patri¨®tica¡±.
Marvin Lynn, profesor de Educaci¨®n en la Universidad de Portland, ha aplicado la cr¨ªtica que hace la Teor¨ªa Cr¨ªtica Racial al campo del sistema educativo como una forma de abordar las desigualdades en ese sistema, pero rechaza que esa teor¨ªa se est¨¦ ense?ando en las aulas. Lynn, un hombre negro de 50 a?os, lamenta la forma en la que se le cont¨® a ¨¦l el pasado. ¡°Me ense?aron que Estados Unidos es un gran pa¨ªs y que los padres fundadores eran hombres honestos y de gran integridad. No supe de Sally Hemmings, que era una esclava de Thomas Jefferson y que tuvo hijos de Jefferson siendo su esclava, hasta que me hice adulto¡±, explica. Lynn es padre de tres varones, de 19, 15 y 13 a?os. Estos, comenta, fueron la mayor parte del tiempo a escuelas p¨²blicas y ¡°no aprendieron nada de su historia como personas negras, nada del pasado en ?frica¡±. A su juicio, ¡°este movimiento quiere restringir a¨²n m¨¢s el curr¨ªculo, es realmente un movimiento racista¡±.
En Loudoun County la pelea va mucho m¨¢s all¨¢ de la historia. Un grupo de padres, entre los que figura Mineo, ha demandado al Consejo Escolar del condado alegando que los docentes han incorporado a la programaci¨®n ¡°teor¨ªas pol¨ªticas radicales y controvertidas¡± y piden a los ni?os que las secunden so pena de represalias, adem¨¢s de sistemas de denuncias de discriminaci¨®n que los convierten en ¡°polic¨ªas contra la libertad de expresi¨®n¡±. Las ¨²ltimas reuniones con padres se han convertido en trifulcas, que son carne de redes sociales, y en Facebook han llegado las amenazas. En un grupo llamado Padres antirracistas de Loudoun, de 600 miembros, se mencionaron con nombres y apellidos a los que estaban en contra de los programas y se habl¨® de exponerlos, los pantallazos llegaron a medios y grupos conservadores, que los difundieron como prueba de acoso. Varios miembros del grupo ¡°antirracista¡± recibieron amenazas.
Los padres contra el programa del racismo reclaman la retirada de seis de los miembros del consejo. El jefe de comunicaci¨®n de este, Wayne Byard, explica que las llamadas y correos de padres con relaci¨®n a la Teor¨ªa Cr¨ªtica Racial, sobre lo que no se est¨¢ ense?ando en las escuelas, ¡°se cuentan por centenares¡±.
Scott Mineo, que comenta en dos ocasiones que su hija tiene un novio de origen hispano y, en el pasado, otro negro, asegura que no est¨¢ en contra de que se ense?e sobre la esclavitud en los colegios, pero ¡°toda la historia, no solo partes seleccionadas¡±. Por ejemplo, echa de menos que se hable de las ¡°figuras muy prominentes negras que ten¨ªan esclavos, porque no solo los blancos ten¨ªan esclavos¡±. No acierta a citar cu¨¢ntos negros ten¨ªan esclavos en Estados Unidos ni lo importantes que eran, solo concede: ¡°Hab¨ªa m¨¢s due?os de esclavos blancos que due?os negros¡±. Y a?ade: ¡°Hoy en d¨ªa hay muchos m¨¢s esclavos que hace siglos y nadie habla de ellos, esclavos sexuales, tr¨¢ficos de personas, esclavos m¨¦dicos, usados para investigaci¨®n¡¡±.
Martin Luther King dec¨ªa que el arco del universo moral es alargado, pero se inclina hacia la justicia. El mundo necesita pensarlo. El profesor Blight apunta que Estados Unidos tiene una historia de ¡°tragedia y conflicto, como cualquier otro pa¨ªs¡±, pero los estadounidenses han tenido siempre la idea de que la historia debe ser progreso. ¡°Queremos pensar que siempre vamos a mejor, que siempre hemos resuelto nuestros problemas, y a veces lo hemos hecho, incluso hemos ayudado al mundo, como con la Segunda Guerra Mundial, pero hay otros que no hemos resuelto y hay que confrontarlo¡±, a?ade.
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