¡°Somos vistos como extranjeros en nuestro pa¨ªs¡±: los ind¨ªgenas de Brasil reclaman su derecho a la tierra

Frente a las puertas del imponente edificio del Tribunal Supremo Federal (STF) en Brasilia se siente el humo y el olor a barbacoa del vendedor ambulante que ofrece bocadillos a los poco m¨¢s de 1.000 ind¨ªgenas que est¨¢n acampados. Es mi¨¦rcoles, 31 de agosto, y el grupo ve en una gran pantalla el juicio que puede determinar el futuro de todos los pueblos nativos de Brasil. Muchos est¨¢n sentados, otros bailan con pinturas en la cara y en el cuerpo y con adornos de colores. Los magistrados de la Corte acaban de reanudar el juicio sobre el proceso del ¡°hito temporal¡±, que definir¨¢ la demarcaci¨®n de las tierras ind¨ªgenas y el porvenir de los indios, y que contin¨²a esta semana en la capital brasile?a. El hito propone que solo se reconozcan los pueblos que estaban en sus tierras en 1988, el a?o en que se promulg¨® la Constituci¨®n despu¨¦s del r¨¦gimen militar (1964-1985).

Hoy los ind¨ªgenas son due?os de un 12,2% de las tierras de Brasil, seg¨²n la Fundaci¨®n Nacional del Indio (Funai). Sin embargo, varios pueblos pelean en la justicia por las tierras de sus ancestrales de donde fueron expulsados por due?os de haciendas, madereros y exploradores de piedras preciosas. Varios procesos de expulsi¨®n ocurrieron durante la dictadura, que dej¨® a los pueblos originarios vulnerables, mientras se prioriz¨® el desarrollo econ¨®mico en la selva. Durante la democracia se restauraron algunos de sus poderes y se demarc¨® parte de sus tierras.

Casi 40 a?os despu¨¦s, se ven amenazados de nuevo bajo el Gobierno de Jair Bolsonaro, que no demarc¨® ninguna tierra m¨¢s. En pleno cambio clim¨¢tico, la decisi¨®n de la Corte ya no se trata de defender al casi 1 mill¨®n de indios que viven en Brasil. Los pueblos nativos son agentes naturales de preservaci¨®n del medio ambiente en el pa¨ªs que ha visto la deforestaci¨®n avanzar violentamente con Bolsonaro.

A cuatro quil¨®metros del edificio de la Corte, cientos de ind¨ªgenas de distintas etnias provenientes de todas las regiones del pa¨ªs armaron carpas donde protestan desde hace m¨¢s de una semana para reivindicar el derecho a las tierras. ¡°Somos vistos como extranjeros en nuestro propio pa¨ªs¡±, resume Valdelice Veron, una guaran¨ª-kaiow¨¢ de Mato Grosso do Sul. Veron es alta, tiene ojos peque?os y una mirada triste. A¨²n as¨ª, muestra una gran disposici¨®n para resistir. ¡°Hoy, a diferencia de cuando se promulg¨® la Constituci¨®n, hablamos portugu¨¦s, no tenemos miedo. No saldremos de nuestros bosques y tampoco dejaremos salir a quienes entren¡±.

El grupo cuenta con el apoyo de varios pol¨ªticos que visitaron el campamento durante la semana. Guilherme Boulos (Partido Socialismo y Libertad), candidato en las ¨²ltimas elecciones municipales, hizo acto de presencia este mi¨¦rcoles. Lu¨ªs In¨¢cio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) no acudi¨®, pero envi¨® un breve audio, que reprodujo la presidenta de su partido, Gleisi Hoffmann, en el que enaltec¨ªa la lucha ind¨ªgena.

Tienen en contra, sin embargo, a la poderosa agroindustria interesada en avanzar con plantaciones de soja, creaci¨®n de ganado y abrir espacio para carreteras. Son ellos quienes le dan soporte al presidente Bolsonaro en su cruzada por reducir el espacio de los ind¨ªgenas. Tambi¨¦n la C¨¢mara de los Diputados refuerza la lucha en contra los ind¨ªgenas a trav¨¦s de un proyecto de ley, que impone la tesis del hito temporal en la legislaci¨®n, que establece, entre otras cosas, la apertura de los territorios para la explotaci¨®n de proyectos y permite el contacto con ind¨ªgenas aislados.

Hoy existen 680 procesos de demarcaci¨®n de tierras ind¨ªgenas, de los cuales 443 son de territorios homologados, con sus l¨ªmites definidos, y reconocidos oficialmente. Los dem¨¢s son reivindicados por pueblos nativos cuyas delimitaciones est¨¢n en tr¨¢mite, bajo una compleja evaluaci¨®n, que incluye la pesquisa antropol¨®gica de sus tierras ancestrales.

El juicio puede durar d¨ªas o semanas. Durante toda la tarde del mi¨¦rcoles, la pantalla improvisada que ve¨ªan los ind¨ªgenas mostraba a abogados y activistas involucrados en el proceso haciendo sus defensas en este debate hist¨®rico. El hito temporal que desean los terratenientes puede excluir muchos de los procesos de demarcaci¨®n que se arrastran hace a?os en la justicia y ponen en riesgo las tierras ya oficializadas como ind¨ªgenas. ¡°Los ind¨ªgenas sin territorio no son ind¨ªgenas¡±, dice Jaciene Brito, de la etnia tupinamb¨¢, en el estado de Bah¨ªa.

Lucas de Matos, de la etnia Boror¨®, recordaba a sus antepasados para fortalecer sus anhelos. ¡°Si no tenemos buenas noticias, vamos a cantar, a llamar nuestros ancestros. Somos ind¨ªgenas, no desistimos f¨¢cilmente¡±. Acampados desde hace m¨¢s de diez d¨ªas, muchos se despidieron de Brasilia este mi¨¦rcoles. Aun as¨ª, el campamento no se desmontar¨¢. Este fin de semana comenzaron a llegar mujeres ind¨ªgenas para la marcha de las mujeres, que tendr¨¢ lugar entre el 7 y el 11 de septiembre. El acto genera la incertidumbre sobre posibles enfrentamientos, ya que empieza justo el d¨ªa en que se espera que partidarios de Bolsonaro salgan a las calles para defender al presidente.

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