Giro pol¨ªtico en Marruecos: las razones que explican el derrumbe hist¨®rico de los islamistas
El ostracismo del dirigente m¨¢s carism¨¢tico del partido que lideraba el Gobierno, la mala gesti¨®n en las ciudades y la complacencia ante el r¨¦gimen explican la debacle en las elecciones de este mes
Las causas del desplome que han sufrido los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) en las triples elecciones (legislativas, regionales y comunales) celebradas en Marruecos el pasado 8 de septiembre dan para varias tesis universitarias. Sin embargo, el islamista Bunan Bagdad, de 64 a?os, expone su visi¨®n de forma sencilla: han sido clave, dice, ciertos factores externos a la formaci¨®n pol¨ªtica. ¡°Yo no tengo pruebas para decir que se hayan comprado votos, pero lo que s¨ª ha habido es much¨ªsimo dinero gastado en la campa?a por parte del partido ganador¡±. Se refiere al Reagrupamiento Nacional de Independientes (RNI), liderado por el multimillonario y amigo del rey Aziz Ajanuch, nombrado jefe electo del Gobierno.
En su defensa, Bagdad a?ade que mucha gente ha culpado a los islamistas de toda la mala gesti¨®n del Ejecutivo. ¡°Pero no tienen en cuenta que el PJD solo presid¨ªa un Gobierno de coalici¨®n junto a varios partidos¡±, alega. En los ¨²ltimos cinco a?os los ministerios econ¨®micos ¡ªPesca y Agricultura, Econom¨ªa e Industria¡ª han permanecido en manos de Ajanuch, cuyo partido, parad¨®jicamente, ha logrado vencer present¨¢ndose como motor del cambio. No obstante, el islamista reconoce que existen problemas en su formaci¨®n: ¡°Ha habido falta de democracia en nuestro partido. Los dirigentes han pecado de hipocres¨ªa y de ego¨ªsmo¡±.
De 125 diputados a solo 13
El PJD ha pasado de tener 125 diputados ¡ªsobre un total de 395¡ª a solo 13, lo que le convierte en la octava fuerza de un Parlamento muy atomizado. Ha perdido las alcald¨ªas de Rabat, Marrakech, Fez, T¨¢nger, Mekn¨¦s, Agadir, Kenitra, Sal¨¦ y tambi¨¦n las de cientos de municipios medianos. El derrumbe ha sido tan traum¨¢tico que en Agadir, donde Ajanuch se postulaba para alcalde, han pasado de 38.000 votos a solo 2.000.
El secretario general del PJD y antiguo jefe del Gobierno, Saaded¨ªn el Otmani, solo ha recabado 4.000 votos en su distrito, Rabat Ocean, frente a los 29.910 que obtuvo su antecesor, Abdelil¨¢ Benkir¨¢n. Ni siquiera Otmani ha conseguido ganar su propio esca?o. Tanto ¨¦l como la c¨²pula del partido dimitieron a la ma?ana siguiente de las elecciones y ahora se especula con la posible vuelta de Benkir¨¢n.
La polit¨®loga marroqu¨ª Mounia Bennani-Chra?bi, profesora de la Universidad de Lausana (Suiza), explica que todo el mundo esperaba que el PJD perdiera el electorado menos s¨®lido, el que lo eligi¨® en 2011 y en 2016. ¡°Votaron a los islamistas no por simpat¨ªa ni orientaci¨®n ideol¨®gica sino porque sus dirigentes eran ¨ªntegros y representaban una esperanza de cambio contra la corrupci¨®n¡±. Lo que no se esperaba la investigadora es que el PJD tambi¨¦n perdiese a los votantes m¨¢s s¨®lidos, a esos que se mueven en las asociaciones pr¨®ximas a ¨¦l como el Movimiento Unidad y Reforma (MUR), su brazo ideol¨®gico.
David Goeury, polit¨®logo franc¨¦s asociado al centro de an¨¢lisis marroqu¨ª Tafra y miembro del Laboratoire M¨¦diations, de la Universidad de la Sorbona (Par¨ªs), insiste en que nadie preve¨ªa un retroceso tan importante en las grandes ciudades, donde el partido fue construyendo su ascenso desde la primavera ¨¢rabe. ¡°El PJD ha sido castigado por su gesti¨®n local¡±, se?ala. ¡°Los presidentes de los consejos comunales han privilegiado su presencia en el Parlamento por delante de la gesti¨®n en sus ciudades¡±.
Nueva ley electoral
Algunos dirigentes del PJD culparon del resultado calamitoso a una ley electoral impulsada este a?o por el ministerio del Interior, bajo las directrices del palacio real y aprobada con el voto en contra de los islamistas. Esa norma perjudicaba, en principio, a los grandes partidos y favorec¨ªa a los peque?os, pero ha terminado beneficiando al PJD y perjudicando al RNI. La ley fijaba tambi¨¦n cuotas paras las mujeres en las listas regionales destinadas al Parlamento. ¡°Y gracias a esa ley¡±, a?ade Goeury, ¡°9 de los 13 diputados del PJD son mujeres. No hay ning¨²n otro partido con mayor representaci¨®n proporcional de mujeres en el Parlamento¡±.
Decenas de analistas han sostenido durante la ¨²ltima d¨¦cada que al rey le ven¨ªa muy bien tener a los islamistas del PJD en el Gobierno, porque le serv¨ªan como muralla de contenci¨®n frente al descontento de la calle. ¡°Pero ese tiempo ya pas¨®¡±, sostiene el historiador y soci¨®logo marroqu¨ª Mohamed Ennaji. ¡°Al r¨¦gimen le ha sido muy ¨²til un partido s¨®lido en la calle. Pero el PJD fuerte y popular era el de Abdelil¨¢ Benkir¨¢n, y este l¨ªder se convirti¨® en una molestia para el palacio¡±, a?ade.
Benkir¨¢n logr¨® su segundo mandato como jefe de Gobierno en 2016 con 125 diputados, una cifra r¨¦cord. Pero le fue imposible formar un Ejecutivo, debido a las condiciones que le exig¨ªa Ajanuch para participar en su gobierno de coalici¨®n. As¨ª que el rey destituy¨® a Benkir¨¢n y nombr¨® a Saaded¨ªn el Otmani, segundo hombre del PJD, que accedi¨® a todas las exigencias de Ajanuch. Al a?o siguiente, en 2017, el Consejo Nacional de la formaci¨®n vot¨® contra un tercer mandato de Benkir¨¢n como secretario general. ¡°En estas elecciones Benkir¨¢n habr¨ªa garantizado al menos entre 40 ¨® 50 diputados¡±, apunta el soci¨®logo Mohamed Ennaji.
¡°Un partido mucho m¨¢s d¨®cil¡±
La profesora de la UNED Beatriz Tom¨¦, que ha investigado varios a?os sobre el PJD, considera que el partido acus¨® la retirada de Benkir¨¢n. ¡°Desde su marcha se percibi¨® un PJD mucho m¨¢s d¨®cil. Adem¨¢s, el PJD no ha renovado sus cuadros: la c¨²pula del partido la forman los mismos que estuvieron en su formaci¨®n en los noventa¡±. No obstante, Tom¨¦ cree que la formaci¨®n tiene ahora una excelente oportunidad para renovarse gracias a la fuerza de las juventudes del partido.
Para explicar la derrota, la investigadora de la UNED recuerda que los dirigentes del PJD han aprobado tres leyes que podr¨ªan interpretarse en contra de la voluntad de una parte de sus votantes: la aprobaci¨®n del franc¨¦s como lengua vehicular en las carreras t¨¦cnicas ¨Cen detrimento del ¨¢rabe, la lengua del Cor¨¢n¨C, la legalizaci¨®n del cannabis para uso terap¨¦utico y, sobre todo, la normalizaci¨®n de relaciones con Israel, a cambio de que Estados Unidos reconozca la soberan¨ªa de Marruecos sobre el S¨¢hara Occidental.
El economista Rachid M. Aourraz, del Morrocan Institute for Policy Analysis (Mipa), destaca el hecho de que el PJD no haya cumplido sus promesas en la lucha contra la corrupci¨®n y en la reforma del servicio p¨²blico. Aourraz explica que aunque la tasa de inflaci¨®n ha estado controlada en la ¨²ltima d¨¦cada, el PIB por habitante se ha quedado en torno a los 3.000 d¨®lares al a?o, ¡°lo que quiere decir que el poder de compra del ciudadano se ha quedado estancado¡±.
Una cosa est¨¢ clara para todos los consultados: las razones de la deserci¨®n de votantes del PJD no hay que buscarlas en la religi¨®n. ¡°Los electores del PJD¡±, sostiene Mohamed Ennaji, ¡°han sido siempre en su mayor¨ªa urbanos, inclinados a la modernidad, pero han dejado de votarles cuando han visto que son incapaces de mostrarse distintos a los otros partidos, que solo aspiraban a mantener sus sillones en los ministerios¡±.
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