Carlos ¡®El Chacal¡¯, tres vidas en la c¨¢rcel francesa
El terrorista venezolano de 72 a?os, autor de un centenar de ataques en los setenta y ochenta, recibe su tercera cadena perpetua a la espera de que el Gobierno chavista pida su extradici¨®n
El venezolano Ilich Ram¨ªrez S¨¢nchez, autor de un centenar de ataques terroristas que sacudieron a Francia en los setenta y ochenta, ha recibido una nueva condena este jueves tras desestimarse su apelaci¨®n al ¨²ltimo juicio que enfrenta en Par¨ªs. A los 72 a?os, el mejor conocido como Carlos, El Chacal, ha sido condenado a su tercera cadena perpetua, en este caso por el ataque terrorista perpetrado la tarde del 15 de septiembre de 1974, cuando explot¨® una granada en un restaurante de un centro comercial parisino que mat¨® a dos personas y dej¨® decenas de heridos.
La decisi¨®n del Tribunal Criminal de Par¨ªs se daba por hecha. Ram¨ªrez es un viejo conocido en la justicia francesa por el fajo de recursos que ha introducido para defenderse. Esta vez ha decidido no volver apelar al Supremo, como ha hecho los 27 a?os que lleva en prisi¨®n. Su intenci¨®n es que el Gobierno venezolano lo reclame y as¨ª pueda cumplir la pena en su pa¨ªs, gracias a los nexos ideol¨®gicos que el chavismo ha tenido con su causa. ¡°Es un procedimiento entre Estados. Venezuela tiene que hacer la demanda. Solicito a Venezuela que pida el traslado¡±, se?al¨® su abogada y tambi¨¦n pareja Isabelle Coutant-Peyre. La petici¨®n tendr¨ªa que ser aceptada por Francia, que abrir¨ªa una negociaci¨®n para determinar si en Venezuela podr¨ªa ser puesto en libertad, al haber cumplido ya m¨¢s de 27 a?os entre rejas, seg¨²n explic¨® la letrada.
Mucho antes de que el terrorismo fuera esa amenaza global y difusa que es ahora, Ram¨ªrez se hac¨ªa llamar Carlos, ¡°revolucionario de profesi¨®n¡±, e irrump¨ªa en reuniones de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo con comandos armados, mataba a gente en los pasillos de la sede del organismo en Viena y tomaba como rehenes a 42 personas, entre ellas 11 ministros de Petr¨®leo, los llevaba en avi¨®n por varios pa¨ªses del norte de ?frica, hasta liberarlos en Argelia. Casi medio siglo ha pasado desde el que fue su mayor ataque, que lo mantiene en una prisi¨®n en Par¨ªs desde 1994.
El Chacal se forj¨® su historial como terrorista con recurrentes ataques con coches-bomba a peri¨®dicos en Par¨ªs, el asalto a la Embajada de Francia en La Haya y el secuestro de su embajador, el asesinato de dos polic¨ªas franceses durante un escape de pel¨ªcula de un departamento estudiantil donde viv¨ªa y el atentado contra el empresario brit¨¢nico Joseph Sieff, due?o de la cadena de tiendas Marks & Spencer y l¨ªder de la Federaci¨®n Sionista de Gran Breta?a. As¨ª se convirti¨® en el criminal m¨¢s buscado, con 52 nombres distintos en m¨¢s de 100 pasaportes, identidades para las que aprendi¨® a hablar seis idiomas. La prensa lo empez¨® a llamar El Chacal, un mote que desde?a y que surgi¨®, seg¨²n ¨¦l mismo ha dicho, a ra¨ªz de que la polic¨ªa inglesa encontr¨® la novela de Frederic Forsyth, El d¨ªa del chacal, encima de la chimenea de la casa una amiga suya, en una de las tantas persecuciones para capturarlo.
Durante a?os la inteligencia de todo el mundo lo tuvo por trofeo. Ram¨ªrez fue detenido por los servicios secretos franceses en Sud¨¢n en 1994. En casi 30 a?os de presentaciones ante las cortes, ¨¦l mismo ha admitido haber participado en m¨¢s de cien atentados que le costaron la vida a unas 2.000 personas, 83 de ellas asesinadas directamente por ¨¦l. Pero tambi¨¦n ha insistido en recuperar su libertad. En una entrevista con EL PA?S hace una d¨¦cada, aseguraba no arrepentirse de nada de lo hecho en la ¡°lucha revolucionaria¡± y atribu¨ªa las muertes ¡°al 10% de bajas inocentes¡± que ocurren en todas las operaciones como las que ¨¦l ejecutaba. En la misma entrevista publicada en 2010 manifest¨® su respeto a Osama Bin Laden y calific¨® los atentados contra las Torres Gemelas como un ¡°extraordinario golpe contra el imperialismo¡±.
Ram¨ªrez creci¨® en una familia en tensi¨®n pol¨ªtica, burguesa y comunista a la vez. Naci¨® en 1949, poco antes de inicio de la dictadura militar de Marcos P¨¦rez Jim¨¦nez que arras¨® con los militantes de izquierda. Su padre, miembro del Partido Comunista de Venezuela, desde temprano lo form¨® en la lucha ¡°antiimperialista¡±. A los 14 a?os ya militaba en las juventudes del partido. Su madre busc¨® llevarlo al otro lado e intent¨® que se formara en Londres, pero por presi¨®n paterna termin¨® en una universidad de Mosc¨², uno de los centros de reclutamiento de comunistas extranjeros de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. De ah¨ª salt¨® a Beirut donde se apunt¨® como voluntario del Frente Popular para la Liberaci¨®n Palestina y comenz¨® su entrenamiento para la lucha armada. A los 21 a?os combati¨® contra el Ej¨¦rcito jordano en el denominado Septiembre Negro.
Su bandera revolucionaria lo ha emparentado con la izquierda latinoamericana m¨¢s radical que le llama Comandante Carlos y asegura que es un preso pol¨ªtico. Hugo Ch¨¢vez lleg¨® a defenderle varias veces. Al inicio de su mandato, en 1999, le envi¨® una carta de apoyo llena de referencias a Sim¨®n Bol¨ªvar. En 2011, al comienzo de uno de sus juicios, dijo que no pod¨ªa ¡°permitir que se atropelle a ning¨²n venezolano acusado de lo que sea en ninguna parte del mundo¡±. Antes, lo describi¨® como un luchador revolucionario. ¡°Yo lo reivindico, qu¨¦ me importa lo que digan ma?ana en Europa¡±, dijo el expresidente en 2009 durante la clausura de un encuentro internacional de partidos de izquierda en Caracas.
Pese a las loas, la familia de Ram¨ªrez ha denunciado que el Gobierno venezolano nunca ha intentado una reclamaci¨®n oficial que pueda salvarlo de las cadenas perpetuas. En los primeros a?os del Gobierno de Maduro, su abogada hizo un nuevo acercamiento con el chavismo, con la intenci¨®n convertirlo en un nuevo frente diplom¨¢tico de la Venezuela chavista, entonces no tan cercada como ahora. Tambi¨¦n han pedido al Gobierno venezolano que costee la defensa, sin lograrlo. Esta por ver si Maduro se embarca en un reclamo por El Chacal, como espera su abogada, cuando el Gobierno busca a toda costa evitar la extradici¨®n a Estados Unidos del empresario colombiano Alex Saab, se?alado por Washington como su supuesto testaferro, y al que han convertido en el nuevo m¨¢rtir de la revoluci¨®n.
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