El buen final

Lo dif¨ªcil es terminar bien. M¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa es abandonar el poder, sobre todo cuando los mandatos no tienen l¨ªmite. Es alto el riesgo de convertir el oficio de gobernar en una adicci¨®n de la que solo se sale a rastras y encima con graves secuelas, como si se hubiera contra¨ªdo una enfermedad incurable.

No ha sido el caso. A pesar de su larga estancia en la canciller¨ªa, 16 a?os, tantos como Kohl y m¨¢s que Adenauer, Angela Merkel termina bien. Sin traspi¨¦s ni derrota. Sin crisis de gobierno ni de coalici¨®n. Sin esc¨¢ndalos. Excepcional y admirable.

No termina tan bien su partido, que ha tenido que cambiar de caballo en mitad de la carrera, ha perdido ocho puntos y no llega primero a la meta. Merkel deja un pa¨ªs en condiciones correctas, incluida la vida pol¨ªtica, al menos comparativamente, pero no ha podido evitar la fragmentaci¨®n que obliga a una incierta y quiz¨¢s inestable f¨®rmula de coalici¨®n con tres fuerzas.

Es un cambio en cualquier caso, aun cuando solo la trabajosa coalici¨®n que exigir¨¢n esos resultados tan ajustados nos dir¨¢ en qu¨¦ grado e incluso si viene acompa?ado de alternancia en la canciller¨ªa. El votante lo quer¨ªa todo, el cambio y la continuidad, manteniendo la parte del merkelismo m¨¢s apreciada.

Esta es la mejor Alemania. La potencia que anta?o daba miedo, ahora da seguridad, especialmente econ¨®mica e incluso moral, cuestiones en las que la mano de Merkel ha sido decisiva. Siendo la mejor Alemania, ser¨¢ dif¨ªcil que mejore, e incluso puede empeorar, especialmente de cara al exterior.

Hay una cuenta pendiente que ya plante¨® hace 10 a?os Radoslav Sikorski cuando era ministro de Exteriores de Polonia y asegur¨® que m¨¢s que el poder alem¨¢n tem¨ªa la inacci¨®n de Alemania. Un reciente sondeo del European Council on Foreign Relations (M¨¢s all¨¢ del merkelismo: qu¨¦ esperan los europeos de la Alemania post electoral, septiembre 2021), se?ala que los europeos conf¨ªan en Alemania cuando se trata de la defensa de sus intereses econ¨®micos, las libertades y el Estado de derecho, pero se muestran muy esc¨¦pticos cuando se trata de su capacidad para liderar a Europa en su relaci¨®n con los grandes poderes globales.

La ausencia de la pol¨ªtica internacional de la campa?a electoral, en un momento tan tormentoso como el actual, cuando coinciden la retirada de Afganist¨¢n, la nueva alianza entre Estados Unidos, Australia y el Reino Unido y una incipiente guerra fr¨ªa, es la inquietante confirmaci¨®n de las razones de esa desconfianza europea. Las encuestas, para postre, se?alan que los alemanes empiezan a estar cansados de un liderazgo europeo que propiamente ha sido siempre reluctante y en el frente exterior apenas ha existido.

El relevo de Merkel no ser¨¢ un buen final si le sigue el diluvio. Si su sucesor tambi¨¦n hace merkelismo de cara al mundo global y no resuelve la cuenta pendiente con la pol¨ªtica exterior y de defensa europea, es notable el peligro de que su legado se disuelva en la lluvia.

Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.