Nicolas Sarkozy, condenado a un a?o de prisi¨®n por la financiaci¨®n ilegal de su campa?a en 2012
El antiguo jefe de Estado evitar¨¢ la prisi¨®n: la sentencia, que podr¨ªa cumplir en casa con un brazalete electr¨®nico, queda en suspenso tras recurrirla
Nicolas Sarkozy ha sido condenado este jueves a una pena de un a?o de prisi¨®n por financiaci¨®n ilegal de su campa?a en las elecciones presidenciales de 2012. Es la segunda condena al expresidente franc¨¦s en menos de un a?o, despu¨¦s de que, en marzo, un tribunal lo sentenciase a tres a?os por corrupci¨®n y tr¨¢fico de influencias en otro caso.
Sarkozy, sin embargo, evitar¨¢ la prisi¨®n. La pena de un a?o la podr¨¢ cumplir en casa y controlado por un brazalete electr¨®nico. Su abogado, Thierry Herzog, ha anunciado que recurrir¨¢ la sentencia, lo que la dejar¨¢ en suspenso hasta que el caso se juzgue de nuevo en el Tribunal de Apelaciones. El expresidente ya recurri¨® la sentencia de marzo por corrupci¨®n.
El expresidente, que solo asisti¨® a una sesi¨®n de las audiencias celebradas en mayo y junio, se ausent¨® de la lectura de la sentencia. El mi¨¦rcoles se encontraba en Madrid para arropar al l¨ªder del Partido Popular, Pablo Casado, en su convenci¨®n nacional.
Sarkozy fue juzgado junto a otras 13 personas, que inclu¨ªan miembros de su equipo de campa?a, dirigentes de su partido y responsables de la empresa de comunicaci¨®n y eventos Bygmalion, que organizaba los m¨ªtines electorales. El conservador, que hab¨ªa llegado al poder en 2007, perdi¨® las elecciones de 2012 ante el socialista Fran?ois Hollande.
El tribunal consider¨® demostrado que la campa?a de Sarkozy super¨® ampliamente el techo de gasto autorizado por ley de 22,5 millones de euros, y gast¨® 42,8 millones, casi el doble. Para maquillarlo, gran parte del gasto lo asumi¨®, no la campa?a del entonces presidente, sino la Uni¨®n para un movimiento popular (UMP), el nombre del partido del expresidente, rebautizado m¨¢s tarde con Los Republicanos, su nombre actual. Bygmalion emiti¨® facturas falsas en las que constaban prestaciones a la UMP como conferencias o eventos que nunca existieron.
El expresidente tambi¨¦n est¨¢ imputado por la supuesta financiaci¨®n de la campa?a que lo llev¨® al poder en 2007 con dinero de la Libia del Muamar el Gadafi.
El jueves, al anunciar la sentencia por el caso Bygmalion, la presidenta del tribunal, Caroline Viguier, dijo: ¡°Nicolas Sarkozy conoc¨ªa el montante de la cuenta de la campa?a. Su experiencia de candidato incluso le permiti¨® avisar a su equipo del riesgo de sobrepasarlo¡±.
Fue una campa?a particular. Con los sondeos en contra, el entonces presidente se emple¨® a fondo. En vez de los 15 m¨ªtines previstos, celebr¨® 44. Y no eran m¨ªtines al uso, sino acontecimientos masivos: escenarios y pantallas gigantes, trenes fletados con simpatizantes de todo el pa¨ªs, camerinos dignos de una estrella de rock.
La estrategia dispar¨® los costes. Y llev¨® a los responsables de la campa?a a idear el sistema para desviar el gasto hacia el partido y justificarlo con falsas facturas. Si esto dio a Sarkozy una ventaja competitiva en la campa?a, fue in¨²til puesto que acab¨® perdiendo ante Hollande.
El d¨ªa que declar¨® en el juicio, se desentendi¨® de todo. ¡°Soy conocido por delegar mucho¡±, aleg¨®. ¡±No puedo ocuparme de todo¡±. Tambi¨¦n calific¨® de ¡°f¨¢bula¡± la idea de que su campa?a hubiese sido an¨®mala respecto a otras. ¡°Me gustar¨ªa que me explicaran en qu¨¦ sentido hice m¨¢s campa?a en 2012 que en 2007. ?Es falso!¡±, afirm¨®.
La pena a Sarkozy no es la m¨¢s grave entre los condenados. Al contrario que otros, ¨¦l solo estaba acusado de financiaci¨®n ilegal y no de fraude por el sistema de falsas facturas que permiti¨® poner en marcha el sistema ilegal de financiaci¨®n.
El caso Bygmalyon abri¨® una guerra fratricida en la derecha entre distintos dirigentes que se acusaban mutuamente de ser los responsables. Ni Sarkozy ni la UMP ¡ªahora Los Republicanos¡ª han levantado cabeza y no han regresado al poder.
Desde que empezaron sus problemas con la justicia, poco despu¨¦s de abandonar el palacio del El¨ªseo en 2012, Sarkozy ha culpado al estamento judicial de ensa?arse con ¨¦l y tratarlo con una vara de medir distinta al resto de ciudadanos.
Los juicios pendientes y otros casos abiertos hacen muy dif¨ªcil su regreso a la primera l¨ªnea pol¨ªtica, pero el expresidente mantiene una influencia notable en la derecha francesa. Esta influencia es palpable en la avalancha de mensajes de solidaridad en marzo, tras su condena por corrupci¨®n, y este jueves tras la condena por financiaci¨®n ilegal.
Christian Jacob, presidente de Los Republicanos, escribi¨® en la red social Twitter: ¡°Despu¨¦s de una decisi¨®n de la justicia que no dejar¨¢ de chocar a muchos compatriotas, quiero dar testimonio en mi nombre y en nombre de Los Republicanos de nuestro afecto, nuestro apoyo a Nicolas Sarkozy, as¨ª como de nuestro inmenso orgullo por haberlo tenido como presidente de la Rep¨²blica¡±.
Los principales aspirantes de la derecha a las elecciones presidenciales del pr¨®ximo abril han desfilado por su despacho cerca del El¨ªseo en busca de su bendici¨®n. La simpat¨ªa con Sarkozy va m¨¢s all¨¢ de su campo ideol¨®gico. El actual presidente, Emmanuel Macron, cultiva su amistad y cuenta en su Gobierno con varios excolaboradres de Sarkozy, entre ellos el primer ministro, Jean Castex.
Sarkozy, que se sienta en varios consejos de administraci¨®n de empresas francesas y acaba de publicar un libro sobre arte y literatura, no es un apestado en Francia. Ni tampoco en parte del extranjero como demuestra su papel estelar esta semana en la convenci¨®n del Partido Popular en Madrid.
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