Nicolas Sarkozy, condenado a tres a?os de c¨¢rcel por corrupci¨®n y tr¨¢fico de influencias
El expresidente franc¨¦s evita la prisi¨®n y podr¨¢ cumplir la sentencia en su domicilio y con medidas de seguimiento electr¨®nico
La justicia francesa conden¨® este lunes, por segunda vez en una d¨¦cada, a un antiguo jefe de Estado a una pena de prisi¨®n. Nicolas Sarkozy, presidente de la Rep¨²blica entre 2007 y 2012, fue declarado culpable de corrupci¨®n y tr¨¢fico de influencias. Su mentor, Jacques Chirac, hab¨ªa sido condenado por malversaci¨®n en 2011. El tribunal impuso al conservador Sarkozy una pena de tres a?os de prisi¨®n, de los que solo tendr¨¢ que cumplir uno, y podr¨¢ hacerlo bajo vigilancia domiciliaria. La condena complica sus ambiciones pol¨ªticas, que nunca ha abandonado. El expresidente recurrir¨¢ la sentencia.
Seg¨²n el tribunal, Sarkozy ofreci¨® contrapartidas en 2014 a un fiscal a cambio de informaciones y ayuda en una causa que le afectaba. Junto al expresidente, fueron condenados a las mismas penas su abogado, Thierry Herzog, y un antiguo abogado general (fiscal) de la Corte de Casaci¨®n, Gilbert Azibert. El tribunal consider¨® probado, tras el juicio celebrado a finales de 2020, que los tres participaron en un ¡°pacto de corrupci¨®n¡±, desvelado gracias a las escuchas en una l¨ªnea telef¨®nica secreta que usaban Sarkozy y Herzog, y que estaba registrada bajo el nombre falso de Paul Bismuth.
El tribunal reproch¨® a Sarkozy que ¡°hubiese utilizado su estatuto de antiguo presidente de la Rep¨²blica y las relaciones pol¨ªticas y diplom¨¢ticas que teji¨® cuando estaba en ejercicio para gratificar a un magistrado que hab¨ªa servido a su inter¨¦s personal¡±. Tambi¨¦n es grave, seg¨²n los jueces, que quien cometi¨® los hechos en cuesti¨®n fuese alguien que, cuando ocup¨® la jefatura del Estado, era ¡°el garante de la independencia de la Justicia¡±.
La abogada del expresidente, Jacqueline Laffont, declar¨® su ¡°indignaci¨®n¡± e ¡°incomprensi¨®n¡± ante la sentencia y anunci¨® un recurso, que deja en suspenso la sentencia. El expresidente no hizo declaraciones. El tribunal ha establecido que podr¨¢ cumplir la pena ¡°bajo r¨¦gimen de detenci¨®n domiciliaria bajo vigilancia electr¨®nica¡±, con un brazalete, por ejemplo. Y de los tres a?os de la sentencia solo se le aplicar¨¢ uno.
Sarkozy, de 66 a?os, lleg¨® al poder con un aura de reformista que iba a modernizar Francia, pero la crisis financiera de 2008 y su estilo personalista e impulsivo marcaron un mandato de cinco a?os que termin¨® con su derrota ante el socialista Fran?ois Hollande en 2012. Desde entonces, los esc¨¢ndalos han perseguido a quien fue ¨²ltimo t¨®tem de la derecha francesa, el ¨²ltimo capaz de unificarla, su ¨²ltimo presidente.
El antiguo jefe de Estado nunca abandon¨® los sue?os de regresar al palacio del El¨ªseo, y coqueteaba con la idea de aparecer como el hombre providencial si en 2022, a?o de las pr¨®ximas elecciones presidenciales, por cualquier motivo Macron debiese renunciar o si Francia viviera una situaci¨®n de crisis profunda. Personas que han tratado con ¨¦l le atribuyen esta frase: ¡°Si hay caos, es Sarko¡±.
M¨¢s all¨¢ de estas hip¨®tesis, que ya antes de la condena parec¨ªan improbables, Sarkozy segu¨ªa siendo el referente, el pol¨ªtico a quien cualquiera con ambiciones iba a visitar en su despacho de la rue Miromesnil, cerca del El¨ªseo, para recibir sus consejos o su bendici¨®n. La influencia del expresidente se extiende m¨¢s all¨¢ de su partido, Los Republicanos (LR): uno de sus disc¨ªpulos avanzados es el ministro del Interior de Emmanuel Macron, G¨¦rald Darmanin, quien tras conocerse la condena le transmiti¨® su ¡°apoyo amistoso¡±.
La condena no es definitiva, y el expresidente dif¨ªcilmente tirar¨¢ la toalla ante lo que ¨¦l considera una conspiraci¨®n de jueces y fiscales en su contra, una instrumentalizaci¨®n de la justicia para acabar con ¨¦l como figura p¨²blica. La batalla no ha hecho m¨¢s que empezar. El 17 de marzo afronta otro juicio por los gastos de la campa?a para la reelecci¨®n en 2012. Y carga con una imputaci¨®n por la posible financiaci¨®n por parte de la Libia de Muamar el Gadafi de la campa?a de 2012.
Cr¨ªticas a la sentencia
Pero, tras la sentencia de este lunes, le puede resultar m¨¢s dif¨ªcil mantener su ascendente en el campo conservador, cada vez m¨¢s fragmentado, y amenazado por partida doble. De un lado, por una extrema derecha que atrae a sus votantes m¨¢s radicales. Del otro, por el centroderecha de Macron que erosiona el flanco m¨¢s moderado de la derecha tradicional.
Varios dirigentes de la derecha francesa han criticado la condena. ¡°Apoyo indefectible a Nicolas Sarkozy¡±, escribi¨® en la red social Twitter Christian Jacob, presidente de Los Republicanos. Y a?adi¨®: ¡°La severidad de la pena es absolutamente desproporcionada y reveladora del encarnizamiento judicial de una instituci¨®n muy contestada. Deber¨¢ hacerse toda la luz sobre los m¨¦todos y la independencia de la PNF¡±. La PNF son las siglas francesas de la instituci¨®n en la que Sarkozy ve el enemigo jurado, la Fiscal¨ªa Nacional Financiera, creada en 2013 para combatir el fraude fiscal y la delincuencia econ¨®mica y financiera a gran escala.
Las muestras de solidaridad tambi¨¦n vinieron de su c¨ªrculo familiar. La esposa de Sarkozy, la cantante Carla Bruni, escribi¨® en su cuenta de Instagram: ¡°Encarnizamiento insensato, mi amor¡±, junto a una foto de ambos en actitud cari?osa. ¡°El combate contin¨²a, la verdad saldr¨¢ a la luz¡±, a?adi¨®.
De los cuatro jefes de Estado que Francia ha tenido en el ¨²ltimo cuarto de siglo, dos han sido condenados a penas de c¨¢rcel, y ambos pertenecen a la misma familia pol¨ªtica. Chirac, antecesor inmediato de Sarkozy, no cumpli¨® los dos a?os que le impuso el tribunal debido a su edad y estado de salud.
La Constituci¨®n francesa establece que el presidente de la Rep¨²blica es inviolable ante la ley por actos cometidos durante su mandato, pero no por actos sin relaci¨®n con el ejercicio de sus funciones. En este ¨²ltimo caso puede ser procesado una vez que abandona el cargo. Tanto Chirac, que muri¨® en 2019, como Sarkozy han sido condenados por hechos cometidos antes de llegar a la presidencia o despu¨¦s de abandonarla.
Las escuchas telef¨®nicas que abonaron el caso
Sarkozy y su abogado y amigo ¨ªntimo Thierry Herzog, en sus conversaciones telef¨®nicas, hablaban sobre c¨®mo lograr que el abogado general (fiscal) Gilbert Azibert, amigo a su vez de Herzog, les informase del ambiente interno en la Corte de Casaci¨®n respecto al recurso para recuperar las agendas, y quiz¨¢ influyese en la decisi¨®n. Y mencionaban la posibilidad de que, a cambio de estas informaciones, Sarkozy hiciera valer su influencia ante Alberto de M¨®naco para que Azibert obtuviese la plaza que anhelaba en el Consejo de Estado del principado. ¡°Yo le har¨¦ subir, le ayudar¨¦¡±, le dec¨ªa el expresidente al abogado, seg¨²n una de las grabaciones que sirvieron para destapar el caso. ¡°Yo me ocupo porque voy a M¨®naco y ver¨¦ al pr¨ªncipe¡±.
Durante el juicio, Nicolas Sarkozy aleg¨® que las frases inculpatorias de esas grabaciones se hab¨ªan sacado de contexto y que se trataba de charlas amistosas en las que suelen decirse frases intrascendentes. Tambi¨¦n argument¨® que la prueba de que no hab¨ªa existido corrupci¨®n alguna es que ni ¨¦l gan¨® el recurso por las agendas, ni Azibert fue nombrado en M¨®naco. ¡°Jam¨¢s he cometido el m¨ªnimo acto de corrupci¨®n. ?Jam¨¢s!¡±, proclam¨®. Al mismo tiempo, admiti¨® que a lo largo de la vida hab¨ªa hecho multitud de favores a amigos, y a amigos de amigos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.