La UE ofrece ventajas econ¨®micas a los pa¨ªses de los Balcanes para compensar el retraso de la ampliaci¨®n
Los 27 prometen a Serbia y al resto de la antigua Yugoslavia 29.000 millones de euros en inversi¨®n, tarifas de telefon¨ªa m¨®vil m¨¢s baratas y facilidades para sus exportaciones al mercado europeo
La Uni¨®n Europea ofrecer¨¢ este mi¨¦rcoles en la cumbre eurobalc¨¢nica de Brdo (Eslovenia) una bater¨ªa de ventajas econ¨®micas y una estrecha cooperaci¨®n pol¨ªtica a los seis pa¨ªses de los Balcanes que se quedaron descolgados de la gran ampliaci¨®n del club comunitario hacia el este del continente. La jugosa oferta, que incluye desde facilidades a las exportaciones hasta la supresi¨®n de los costes del roaming en telefon¨ªa m¨®vil, pretende compensar los continuos retrasos en la posible incorporaci¨®n a la UE.
Los l¨ªderes de los 27 pa¨ªses de la Uni¨®n tienen previsto reafirmar su compromiso con la futura incorporaci¨®n de los seis eslabones perdidos. Pero el clima pol¨ªtico del club impide fijar un calendario para completar la negociaci¨®n con los pa¨ªses que ya han iniciado el camino de entrada (Serbia y Montenegro) y ni siquiera hay garant¨ªas de que se permita arrancarlo a los pa¨ªses que ya est¨¢n en condiciones de hacerlo (Albania y Macedonia del Norte), ya que Bulgaria lo bloquea por un conflicto bilateral con Skopje sobre lengua e identidad. Mucho m¨¢s incierta y remota a¨²n es la perspectiva europea de Bosnia-Herzegovina, siempre expuesta a la explosi¨®n pol¨ªtica, y de Kosovo, cuya independencia no ha sido reconocida por cinco socios de la UE (entre ellos, Espa?a).
La cumbre de Brdo es un nuevo intento de mantener a los llamados Balcanes occidentales anclados al club europeo frente al creciente intervencionismo en la zona de otras potencias, como Rusia, Turqu¨ªa o China. Pero lo cierto es que Serbia, Montenegro, Albania, Macedonia del Norte, Bosnia-Herzegovina y Kosovo siguen instalados en una de sala de espera en la que aumenta mes a mes la frustraci¨®n y la desconfianza ante un horizonte de ingreso en la UE que nunca se acerca.
Eslovenia, pa¨ªs que preside la UE durante este semestre, aspiraba a que la cumbre enviase una potente se?al de apertura hacia sus vecinos y antiguos cointegrantes de la extinta Yugoslavia. ¡°Debemos dar a esos pa¨ªses una perspectiva europea que sea realista y cre¨ªble¡±, apunta una fuente de la presidencia. Pero la resistencia de varios socios europeos, con Francia y Holanda al frente, no permite fijar un calendario de ingreso. Las fuentes m¨¢s optimistas se?alan 2025 como fecha tentativa para iniciar la incorporaci¨®n. Pero otras fuentes descartan cualquier ingreso antes de 2030. En todo caso, m¨¢s de un cuarto de siglo despu¨¦s de que la UE diese una ¡°perspectiva europea¡± a los Balcanes occidentales, lo que supone que toda una generaci¨®n ha crecido ya en esos pa¨ªses con la UE en el punto de mira sin haber visto ning¨²n acercamiento decisivo.
El borrador de conclusiones de la cumbre se?ala que ¡°la UE reafirma su compromiso con el proceso de ampliaci¨®n y las decisiones tomadas al respecto¡±. Pero fuentes comunitarias reconocen que la mera referencia a la palabra ampliaci¨®n ha sido objeto de ¡°un largu¨ªsimo debate¡± entre los representantes diplom¨¢ticos de los 27 en Bruselas.
El t¨¦rmino ampliaci¨®n aparece finalmente, pero escoltada por una larga parrafada que recuerda la obligaci¨®n de los aspirantes a acometer ¡°reformas cre¨ªbles¡± y a someterse a una ¡°condicionalidad justa y rigurosa¡±. Y se recuerda que ni siquiera ese proceso de transformaci¨®n garantiza el ingreso porque el club se reserva el derecho de admisi¨®n dada ¡°la importancia de que la UE pueda mantener y profundizar su propio desarrollo, garantizando su capacidad para integrar nuevos miembros¡±.
A falta de una oferta concreta para incorporarse a la Uni¨®n, los 27 l¨ªderes europeos ofrecer¨¢n a sus hom¨®logos balc¨¢nicos un amplio programa de inversi¨®n y privilegios econ¨®micos, encaminados a reforzar, seg¨²n fuentes comunitarias, ¡°el hecho de que Europa es el mayor socio de la zona y el m¨¢s fiable¡±.
El plan incluye desde la negociaci¨®n de un calendario para suprimir las tarifas de itinerancia telef¨®nica (los recargos conocidos como roaming) entre la UE y los seis candidatos al ingreso, el establecimiento de ¡°pasillos verdes¡± en los puestos fronterizos para facilitar el paso de mercanc¨ªas procedentes de los Balcanes occidentales o la futura integraci¨®n en el sistema de pagos transfronterizos (SEPA) que ha reducido dr¨¢sticamente los costes de las transferencias bancarias dentro de la UE.
¡°Se trata de que la cumbre de Brdo haga realidad o marque el inicio de cambios muy tangibles que redundar¨¢n en beneficio del d¨ªa a d¨ªa de los ciudadanos de esos pa¨ªses¡±, apunta una fuente europea en v¨ªsperas de la reuni¨®n. La presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, traslad¨® el mismo mensaje durante su visita a la regi¨®n a finales de septiembre en la que asisti¨®, por ejemplo, al inicio de las obras para mejorar la conexi¨®n ferroviaria entre Serbia y Austria y Grecia, o el acuerdo para una ¡°autopista de la paz¡± entre territorio serbio y kosovar.
La cumbre tambi¨¦n recordar¨¢ la contribuci¨®n esencial de la UE en la lucha contra la pandemia de covid-19, con la donaci¨®n de m¨¢s de 3.300 millones de euros y la entrega de 2,9 millones de vacunas. Y se subrayar¨¢ la apuesta financiera de la Uni¨®n por la zona, recordando la puesta en marcha de un plan de inversi¨®n dotado con 9.000 millones de euros en subvenciones a fondo perdido entre 2021 y 2027, as¨ª como la movilizaci¨®n de hasta 20.000 millones de euros en pr¨¦stamos blandos.
Bruselas cree que esos recursos pueden desencadenar la transformaci¨®n social y econ¨®mica de una zona muy alejada de los niveles de renta europeo y de unos est¨¢ndares comunitarios de producci¨®n en los que el list¨®n de exigencia social y medioambiental se eleva por momentos. Pero la evoluci¨®n de los ¨²ltimos a?os muestra que, a pesar de las ayudas y la inversi¨®n europea, la convergencia econ¨®mica de los Balcanes occidentales con la UE sigue estancada. El PIB per c¨¢pita en relaci¨®n con la UE en Serbia cerr¨® en 2019 (¨²ltimo ejercicio antes de la pandemia) en el 41%, el mismo nivel que en 2013. Solo Montenegro ha mejorado sensiblemente y alcanz¨® el 50%, nivel pr¨®ximo a Bulgaria (51%), el socio comunitario m¨¢s rezagado.
La deriva autoritaria e iliberal de algunos de los socios incorporados en las ¨²ltimas ampliaciones, como Hungr¨ªa o Polonia, tambi¨¦n ha llevado a Bruselas a endurecer el examen de ingreso. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, en particular, ha forzado una reforma del proceso de negociaci¨®n para exigir que las reformas vinculadas al Estado de derecho, la calidad democr¨¢tica y el respeto a las libertades fundamentales se consoliden antes de pasar a ser socio de pleno derecho...
Primero, Grecia; ahora, Bulgaria: la carrera de obst¨¢culos macedonia
Era 2018, así que las mascarillas todavía no ocultaban las sonrisas y todos pudieron ver el ambiente -“similar al de un banquete de bodas”, como lo describió la televisión pública griega ERT- que reinaba en la localidad de Psarades, en la orilla del fronterizo lago Prespa, cuando Grecia y la entonces llamada de forma provisional Antigua República Yugoslava de Macedonia firmaron un acuerdo histórico que ponía fin a 27 años de conflicto en torno al nombre de la segunda. Simbólicamente, el primer ministro macedonio, Zoran Zaev, se quitó la corbata para dársela a su entonces homólogo griego, Alexis Tsipras. Gracias al acuerdo, Atenas dejaba de bloquear el eventual ingreso en la UE -y en la OTAN, que integró en 2020- de su pequeño vecino de apenas 1,8 millones de habitantes (según el censo que acaba de realizar tras dos décadas sin actualizarlo) a cambio de que se convirtiese en la República de Macedonia del Norte.
Los Parlamentos de ambos países refrendaron el texto y el año pasado -aunque con un endurecimiento del proceso para suavizar las reticencias de Francia y Holanda-, la UE dio luz verde al inicio de las negociaciones de adhesión para Albania y Macedonia del Norte, candidata desde 2005. Pero como en la leyenda de Sísifo, que transcurre precisamente en Grecia, la piedra ha vuelto a rodar ladera abajo antes de llegar a la cima.
En esta ocasión es Bulgaria, miembro comunitario desde 2007, quien veta el lanzamiento de las negociaciones con Skopje por un asunto que demuestra la importancia de las identidades nacionales y las narrativas históricas divergentes incluso entre Estados que mantienen relaciones diplomáticas plenas y carecen de disputas territoriales. Sofía exige a Skopje que reconozca que la nación y lengua macedonias tienen raíces búlgaras previas a su creación en 1944 como república dentro de la hoy extinta Yugoslavia socialista de Tito.
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