El Gobierno de Cuba proh¨ªbe una marcha pac¨ªfica por el cambio y sostiene que el socialismo en la isla es irrevocable

Despu¨¦s de d¨ªas jugando al rat¨®n y al gato, el Gobierno cubano por fin ha dado respuesta oficial a los promotores de una marcha opositora pac¨ªfica convocada para el pr¨®ximo 15 de noviembre en diferentes lugares del pa¨ªs: un rotundo no. Decenas de personas organizadas en torno a la plataforma Archipi¨¦lago, fundada por el dramaturgo Yunior Garc¨ªa tras las protestas del pasado 11 de julio, hab¨ªan pedido permiso a las autoridades para realizar ese d¨ªa manifestaciones pac¨ªficas en diversas ciudades y pueblos de Cuba. Los motivos para las movilizaciones eran en reclamo de ¡°la liberaci¨®n de todos los presos pol¨ªticos, el fin de la violencia, que se respeten todos los derechos de todos los cubanos y la soluci¨®n de las diferencias a trav¨¦s de v¨ªas democr¨¢ticas y pac¨ªficas¡±.

La convocatoria, in¨¦dita en Cuba ¨Cnunca antes se hab¨ªa pedido permiso oficial para realizar una marcha abiertamente opositora-, estaba prevista inicialmente el 20 de noviembre, pero tras darse a conocer la fecha el Gobierno anunci¨® unos ejercicios militares entre el 18 y el 20 de noviembre en todo el pa¨ªs sin hacer referencia a la manifestaci¨®n contestataria. De inmediato, Archipi¨¦lago interpret¨® el movimiento como un mensaje indirecto y ¡°una amenaza¡±, y cambi¨® la fecha para el 15. Este martes lleg¨® la prohibici¨®n expresa: el Ejecutivo no reconoce ¡°legitimidad en las razones que se esgrimen para la marcha¡±, que considera una ¡°provocaci¨®n¡± con ¡°fines desestabilizadores¡±. Pese a la prohibici¨®n, los organizadores anunciaron su decisi¨®n de mantener la convocatoria y marchar el 15 de noviembre.

Yunior Garc¨ªa, como el resto de los activistas que presentaron cartas ante diversos gobiernos municipales solicitando permisos, invocaron para marchar el 15-N el art¨ªculo 56 de la Constituci¨®n, que ampara el derecho de reuni¨®n, manifestaci¨®n y asociaci¨®n con fines l¨ªcitos y pac¨ªficos. En el esp¨ªritu y el imaginario de esta bautizada como Marcha pac¨ªfica por el cambio estaba el antecedente de las manifestaciones de protesta que sacudieron la isla el pasado 11 y 12 de julio, pero a diferencia de entonces, cuando la explosi¨®n de malestar de la poblaci¨®n por las penurias econ¨®micas sufridas y en demanda de libertad fue espont¨¢nea, ahora conllevaba un reto pol¨ªtico expl¨ªcito, pues exist¨ªa un reclamo abierto al Gobierno de respetar los espacios legales existentes para expresar pac¨ªficamente en las calles su disconformidad con el sistema.

¡°Queda claro con esta respuesta que el Gobierno no est¨¢ dispuesto a entablar ning¨²n tipo de di¨¢logo civilizado ni de abrir espacios pol¨ªticos a los ciudadanos¡±, asegur¨® Garc¨ªa horas despu¨¦s de recibir la notificaci¨®n del intendente de La Habana Vieja, Alexis Acosta, prohibiendo la marcha que ¨¦l y una veintena de firmantes hab¨ªan convocado en la capital. Esta pretend¨ªa recorrer en silencio el malec¨®n y algunas calles del centro hist¨®rico para depositar una ofrenda floral ante la estatua de Jos¨¦ Mart¨ª en el Parque Central, al lado de la sede del Parlamento, acto en el que calculaban la participaci¨®n de unas 5.000 personas. Pese a la prohibici¨®n, los organizadores anunciaron su decisi¨®n de mantener la convocatoria y marchar el 15 de noviembre.

En la carta, similar a la que recibieron el martes los promotores de movilizaciones en Santa Clara, Cienfuegos y otras ciudades del pa¨ªs, la autoridad municipal responde a Garc¨ªa que ¡°los promotores y sus proyecciones p¨²blicas, as¨ª como los v¨ªnculos de algunos con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno estadounidense, tienen la intenci¨®n manifiesta de promover un cambio de sistema pol¨ªtico en Cuba¡±. A juicio de Acosta, ¡°ello reafirma que la marcha anunciada, cuyo esquema organizativo se concibe en simult¨¢neo para otros territorios del pa¨ªs, constituye una provocaci¨®n como parte de la estrategia de ¡®cambio de r¨¦gimen¡¯ para Cuba, ensayada en otros pa¨ªses¡±.

La respuesta oficial insiste en que ¡°apenas se anunci¨®, la marcha recibi¨® el apoyo p¨²blico de legisladores estadounidenses, operadores pol¨ªticos y medios de comunicaci¨®n que alientan acciones contra el pueblo cubano, intentan desestabilizar el pa¨ªs e instan a la intervenci¨®n militar¡±. Tras reproducir el mantra usual de mercenarismo empleado para desacreditar a los opositores pol¨ªticos, el intendente de la Habana Vieja invoca la propia Constituci¨®n para prohibir la manifestaci¨®n. ¡°En su art¨ªculo 4, se define que ¡®el sistema socialista que refrenda esta Constituci¨®n es irrevocable¡¯, por lo cual toda acci¨®n ejercida en su contra es il¨ªcita¡±, dice, desautorizando el argumento de los convocantes de que el art¨ªculo 56 de la Carta Magna les respalda el derecho a la manifestaci¨®n pac¨ªfica. ¡°Si bien se invoca un derecho constitucional, este no puede ejercerse en contra de los dem¨¢s derechos, garant¨ªas y postulados esenciales de la propia Constituci¨®n, lo que determina el car¨¢cter il¨ªcito de la marcha¡±, asegura Acosta.

Cerrada ya de forma tan contundente esta puerta, Garc¨ªa y los miembros de Archipi¨¦lago aseguran que ejercer¨¢n de igual modo su derecho a manifestarse y responder¨¢n ¡°con civismo y m¨¢s civismo al autoritarismo¡±. ¡°Ellos mismos desautorizan al presidente del Tribunal Supremo [Rub¨¦n Remigio Ferro], que tras las protestas de julio dijo que aqu¨ª no era delito pensar diferente, sino un derecho reconocido constitucionalmente. Si a alguien cre¨ªa que Cuba solo ten¨ªa algunos d¨¦ficits democr¨¢ticos, ya est¨¢ claro que no. Estamos ante un r¨¦gimen totalitario que excluye a todo aquel que piensa diferente, todav¨ªa hay cientos de detenidos del 11-J¡±.

Garc¨ªa y varios miembros de la plataforma formaron parte de las in¨¦ditas protestas de artistas que el 27 de noviembre del a?o pasado y el pasado 27 de enero reclamaron ante el Ministerio de Cultura mayores espacios de libertad y el cese del hostigamiento policial contra los miembros del llamado Movimiento San Isidro ¨Ccuyo l¨ªder, Luis Manuel Otero Alc¨¢ntara est¨¢ preso desde las manifestaciones del 11J-. En su agenda pol¨ªtica est¨¢ promover cambios pol¨ªticos en Cuba por medios legales y pac¨ªficos, incluyendo marchas en las calles como la del 15-N, quiz¨¢s el primer gran pulso en esta estrategia.

En momentos en que en el pa¨ªs crece el malestar y el descontento por la cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica, algunos pensaron que esta vez, tras la convulsi¨®n del 11-J, era posible el milagro de que el Gobierno recogiera el guante y autorizar¨¢ la marcha. Ha quedado claro que no. ¡°La Constituci¨®n de la Rep¨²blica fue debatida ampliamente y aprobada en referendo por el 86,85 por ciento de los votantes, abrumadora mayor¨ªa que escogi¨® de manera soberana y libre el sistema socialista, su irrevocabilidad y el derecho de combatir por todos los medios contra cualquiera que intente derribar el orden pol¨ªtico, social y econ¨®mico establecido¡±, respondi¨® el intendente de La Habana a Yunior Garc¨ªa en su carta. Est¨¢ por ver cu¨¢l ser¨¢ el pr¨®ximo cap¨ªtulo de este in¨¦dito pulso pol¨ªtico en Cuba que s¨®lo acaba de comenzar.

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