¡°Nos obligaban a gritar ?Viva Fidel!¡±: los testimonios de los detenidos tras las protestas en Cuba
Human Rights Watch recoge en un informe algunos de los casos de las personas que fueron arrestadas por participar en las manifestaciones contra el r¨¦gimen cubano el 11 de julio. Al menos 500 contin¨²an detenidas
Durante las manifestaciones del pasado julio en Cuba, motivadas por la escasez de alimentos y la crisis sanitaria por el coronavirus, el Gobierno llev¨® a cabo, de forma sistem¨¢tica, detenciones arbitrarias y procesos penales abusivos, ha confirmado este martes un informe de Human Rights Watch (HRW). Los v¨ªdeos compartidos en redes sociales y las denuncias de grupos de derechos humanos ya hab¨ªan mostrado cu¨¢l es la respuesta del Ejecutivo ante el inconformismo de los ciudadanos, hartos de las penurias que vive la isla. Ahora, HRW reitera, con cifras y casos puntuales, que funcionarios del Gobierno, que incluyen a los servicios de inteligencia y las fuerzas militares, de la polic¨ªa nacional y de la brigada especial del Ministerio del Interior, conocida como ¡®boinas negras¡¯, se unieron a las ¡®brigadas de respuesta r¨¢pida¡¯ ¡ªgrupos de civiles organizados por el Gobierno¡ª para reprimir con violencia las manifestaciones y torturar a los detenidos, algunos menores de 18 a?os.
Human Rights Watch ha documentado en detalle violaciones de derechos humanos contra 130 v¨ªctimas en 13 de las 15 provincias cubanas. Entre julio y octubre, la organizaci¨®n de derechos humanos entrevist¨® a m¨¢s de 150 personas, entre ellas activistas, v¨ªctimas, familiares, periodistas, y abogados con conocimiento directo de los casos, y concluy¨® que los abusos contra los manifestantes siguieron un plan deliberado cuyo ¨²nico prop¨®sito era acallar, como fuese, a los manifestantes. Hubo m¨¢s de 1.000 personas arrestadas sin ning¨²n motivo. Todav¨ªa hay 500 que siguen encarceladas y muchas otras bajo reclusi¨®n domiciliaria con la amenaza de un castigo peor si salen de sus viviendas.
En la mayor¨ªa de los casos ¡ªse?ala el informe¡ª los detenidos estuvieron incomunicados y fueron maltratados. Los testimonios han dado cuenta de la dureza del r¨¦gimen cubano: a algunas v¨ªctimas las castigaron oblig¨¢ndolas a hacer sentadillas desnudos, a otras las encerraron en celdas sin luz, en donde no sab¨ªan si era de d¨ªa o de noche, muchas otras recibieron amenazas directas. Les dec¨ªan que si segu¨ªan protestando habr¨ªa represalias contra sus familias. ¡°Hay una misma metodolog¨ªa, es una pol¨ªtica de Estado para frenar de ra¨ªz cualquier esfuerzo del pueblo por ejercer su derecho a la protesta pac¨ªfica¡±, ha dicho este martes Jos¨¦ Miguel Vivanco, director ejecutivo de Human Rights Watch, al presentar el informe.
Gabriela Zequeira Hern¨¢ndez, una estudiante de 17 a?os, cont¨® ¡ªtodos los relatos seg¨²n HRW¡ª que fue detenida en San Miguel de Padr¨®n, una provincia de La Habana, cuando pas¨® caminando por un lugar donde hab¨ªa una manifestaci¨®n el 11 de julio, el d¨ªa que empezaron las protestas. Relat¨® dos agentes mujeres la obligaron a desnudarse y a tocarse la vagina. Despu¨¦s fue amenazada por otro agente con llevarla junto a dos hombres a una zona conocida como ¡®pabell¨®n¡¯, en donde los detenidos reciben visitas conyugales. Lo suyo adem¨¢s de ser un caso de violencia policial, es un caso de violencia de g¨¦nero. Zequeira Hern¨¢ndez fue condenada, sin pruebas, a ocho meses de prisi¨®n. Por ser menor de edad cumple la pena en su casa. Su familia no pudo obtener una copia de la sentencia, por lo que es imposible apelar la decisi¨®n judicial.
A Mar¨ªa Cristina Garrido, una activista de 39 a?os, no la dejaron ni siquiera tomar agua durante las primeras horas de su detenci¨®n. Tampoco la dejaban dormir. A la madrugada la despertaban a punta de golpes en las piernas y en los brazos y le ordenaban gritar ¡°?Viva Fidel!¡± y ¡°?Viva la revoluci¨®n!¡±. Cuando se negaba a hacerlo la enviaban a una celda, que ella describe como de ¡°una celda de castigo¡±, sin acceso a servicios sanitarios, sin agua, oscura. Mar¨ªa Cristina Garrido permanece en la prisi¨®n de mujeres El Guatao, bajo investigaci¨®n por ¡°desorden p¨²blico¡±, ¡°propagaci¨®n de epidemia¡± e ¡°instigaci¨®n a delinquir¡±. Tambi¨¦n se la acusa de ¡°desacato¡±, ¡°atentado¡± y ¡°resistencia¡± por supuestamente haberse resistido a que la detuvieran, pero en realidad lo ¨²nico que hizo Garrido fue gritar durante las protestas ¡°patria y vida¡±, en referencia a una canci¨®n que desaf¨ªa el eslogan del r¨¦gimen, ¡°patria o muerte¡±, y critica la represi¨®n en el pa¨ªs.
A Abel Gonz¨¢lez Lescay, un estudiante de m¨²sica de 22 a?os, lo detuvieron el 12 de julio, un d¨ªa despu¨¦s de haber participado en una protesta en Bejucal, en el municipio de Mayabeque. M¨¢s de 20 polic¨ªas aparecieron en su casa y entraron a la fuerza, sin ni siquiera mostrar una orden judicial. Aunque Gonz¨¢lez estaba en su dormitorio, sin vestirse, la polic¨ªa lo espos¨® y lo subieron desnudo a una patrulla policial. Su familia no pudo comunicarse con el joven durante seis d¨ªas. Solo supieron de ¨¦l cuando regres¨® a la vivienda, donde debe permanecer bajo detenci¨®n a la espera de un juicio en su contra por ¡°desorden p¨²blico¡±.
En todos los testimonios recogidos por HRW y hechos p¨²blicos este martes se evidencia la falta de pruebas, las detenciones sin justificaci¨®n y las torturas a las que fueron sometidos hombres y mujeres, adultos y menores. El Gobierno cubano no quiere ver m¨¢s manifestantes en la calle, por eso ha respondido con un rotundo ¡°no¡± a la solicitud de sus opositores, que pretenden otra vez salir a protestar el 15 de noviembre. Sin embargo, puede m¨¢s el hartazgo que la amenaza de una detenci¨®n y los promotores de la llamada Marcha pac¨ªfica por el cambio contin¨²an firmes en su idea de unirse y volver a corear ¡°Patria y vida¡±.
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