Lasso en su laberinto
El presidente de Ecuador se ha retrotra¨ªdo a su vieja posici¨®n de conservadurismo fiscalista provocando una temprana desafecci¨®n con su propia base electoral
Georges Balandier sosten¨ªa que el laberinto no es ¨²nicamente un recinto con m¨²ltiples entradas y salidas, sino un espacio delimitador entre lo visible ¨Csupuesto, conocido, regulado¨C y lo invisible ¨Cvelado, desconocido, sujeto a otras regulaciones¨C. Precisamente, Ecuador parece estar en ese umbral entre las certezas que supuso un m¨¢s que exitoso plan de vacunaci¨®n, que seg¨²n la Cepal ha convertido a Ecuador en el tercer pa¨ªs latinoamericano con la tasa m¨¢s alta de poblaci¨®n inoculada; y lo que se vislumbra, por otro lado, como un terreno de inestabilidad e incertidumbre institucionales. La pol¨ªtica transita as¨ª entre el encuentro prometido por el Gobierno y el conflicto pol¨ªtico y social.
El ascenso de Guillermo Lasso: claves del ¡®encuentro¡¯
La elecci¨®n de 2021 trastoc¨® estructuralmente el escenario de polarizaci¨®n y grieta construido con tanto af¨¢n por los sectores corre¨ªstas y anti-corre¨ªstas en los ¨²ltimos 14 a?os. La irrupci¨®n de Yuku P¨¦rez (del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, PK) y de Xavier Hervas (de Izquierda Democr¨¢tica, ID), acumulando entre ambos un 35% del electorado en la primera vuelta, muestran que la fractura o el binarismo ya no logra explicar la integralidad de la pol¨ªtica en Ecuador, evidenciando que el ciclo de polarizaci¨®n puede haber llegado a su ocaso.
Precisamente en la primera vuelta electoral celebrada el 7 de febrero de 2021, el binomio Lasso-Borrero, de la alianza conformada por el Movimiento Creando Oportunidades (CREO) y el Partido Social Cristiano (PSC), obtuvo el 19,74% de los votos, frente al 32,72% del binomio Arauz-Rabascall de la alianza Uni¨®n por la Esperanza (UNES). Con este resultado, el triunfo de la opci¨®n de derecha en el balotaje era un escenario poco esperado. Los consultores presagiaban que, a menos que operara un cambio radical, que ensanchara el discurso y diversificara las ofertas electorales de Lasso, no habr¨ªa manera de ganar al adversario de Revoluci¨®n Ciudadana que deb¨ªa crecer en un 17% frente al m¨¢s del 30% que deb¨ªa escalar el binomio Lasso-Borrero.
Fue aqu¨ª donde el hoy primer mandatario dio un giro a su campa?a mediante una estrategia centrada en el di¨¢logo con diferentes sectores bajo el lema del encuentro que, al mismo tiempo que busc¨® modernizar la imagen de un candidato conservador y banquero, intent¨® proyectarlo como el hacedor de un proceso de concertaci¨®n que pod¨ªa poner fin a la confrontaci¨®n y a la fractura.
Lo que hizo posible el triunfo de Lasso (52,36% frente al 47,64% de su contrincante) no fue precisamente la sola adhesi¨®n del electorado a su plan de gobierno, sino sobre todo la estrategia de correr su posici¨®n ideol¨®gica hacia el centro con la incorporaci¨®n de otras demandas y reivindicaciones que lo alejaron discursivamente de la propuesta inicial y lo acercaron a un electorado que no quer¨ªa votar m¨¢s por una f¨®rmula que proviniera de la Revoluci¨®n Ciudadana liderada por el expresidente Rafael Correa.
Sin embargo, en sus primeros meses de gobierno Lasso no ciment¨® su legitimidad lograda en la segunda vuelta, pues lejos de incorporar una pedagog¨ªa que tradujera en pol¨ªticas gubernamentales las propuestas planteadas cuando candidato, especialmente en lo referente a atender las necesidades de poblaciones hist¨®ricamente excluidas, se ha retrotra¨ªdo a su vieja posici¨®n de conservadurismo fiscalista, provocando una temprana desafecci¨®n con su propia base electoral. El s¨²bito desplome de su credibilidad, que en menos de tres meses habr¨ªa pasado del 70% al 28%, muestra que, adem¨¢s de la certeza de un m¨¢s que exitoso plan de vacunaci¨®n, la debilidad del Gobierno se acent¨²a.
Des-encuentro inevitable como consecuencia del ajuste
Dos de los primeros pasos que el Gobierno dio en la arena legislativa fueron la presentaci¨®n de una proforma presupuestaria de 2021 con recortes en materia social (reducci¨®n de las transferencias a favor de la seguridad social de los 2.336 millones de d¨®lares en 2020 a los 2.107 millones en 2021) as¨ª como la presentaci¨®n del proyecto bandera gubernamental, denominado Creaci¨®n de Oportunidades para el Desarrollo Econ¨®mico y Sostenibilidad Fiscal. En ¨¦l se incluye una mayor laxitud en el ¨¢mbito laboral mediante la creaci¨®n de un r¨¦gimen paralelo al vigente C¨®digo de Trabajo. Los sindicatos han sostenido que la propuesta crear¨¢ m¨¢s empleo precario en lugar de aumentar el digno.
Esta pol¨ªtica de recortes, as¨ª como la flexibilizaci¨®n laboral, han provocado una reacci¨®n del Legislativo y de la poblaci¨®n en general. El neoliberalismo tradicional, caracterizado por la retirada del Estado de la actividad econ¨®mica, la restricci¨®n de la agenda social, la liberaci¨®n de precios y el establecimiento de tasas impositivas preferentes para los grupos econ¨®micos, entre otras, no parece ser la mejor v¨ªa para la consolidaci¨®n institucional y la garant¨ªa de derechos en un momento de alta precariedad social.
El Gobierno a¨²n no ha logrado dimensionar su propia realidad y, sobre todo, sus propias limitaciones derivadas, en buena medida, de tener minor¨ªa en el Legislativo, con s¨®lo 12 de los 137 asamble¨ªstas. El discurso de un Ejecutivo a-hist¨®rico, a-pol¨ªtico y exento de conflicto empieza a ser una ret¨®rica muy lejana a la realidad de turbulencia, v¨¦rtigo y disputa pol¨ªtica.
Por ello, no parece sensato que, teniendo la pretensi¨®n a¨²n incierta de una consulta popular o de muerte cruzada (anticipar elecciones presidenciales y legislativas), el presidente Lasso ponga su capital como escudo para persistir en pol¨ªticas de ajuste estructural. Aquella concatenaci¨®n de equivalencias que llevaron a Lasso a la Presidencia se est¨¢ resquebrajando aceleradamente, pues la promesa de un Gobierno de ¡°concertaci¨®n¡± y de ¡°di¨¢logo¡± est¨¢ disolvi¨¦ndose al calor del ajuste.
Un gran laberinto de inestabilidad y conflicto
En medio del debate p¨²blico sobre los trasfondos de las propuestas de reforma laboral y tributaria, sali¨® a la luz la investigaci¨®n coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci¨®n (Icij) llamada ¡®Papeles de Pandora¡¯, que relacionan al presidente Lasso con la constituci¨®n de 14 sociedades financieras en para¨ªsos fiscales (Panam¨¢ y Estados Unidos). M¨¢s all¨¢ de la legalidad o no de estos movimientos, esta investigaci¨®n ha provocado que el mandatario pierda credenciales ¨¦ticas para liderar una eventual reforma tributaria en medio de cuestionamientos sobre una eventual evasi¨®n fiscal. A esto se suma la crisis humanitaria que se vive en las c¨¢rceles del pa¨ªs, y que recientemente cobr¨® la vida de 118 internos en la Penitenciar¨ªa del Litoral de Guayaquil.
Estas matanzas, en particular, y el contexto econ¨®mico que vive Ecuador, en general (seis millones de personas bajo los niveles de pobreza y m¨¢s de dos millones y medio en situaci¨®n de pobreza extrema) colocan en el debate p¨²blico el propio car¨¢cter del Gobierno para reaccionar frente a una crisis. Naomi Klein sostiene que la doctrina del shock ideada por Milton Friedman se despliega con la existencia de una crisis (real o percibida) sobre la cual operar¨ªa un ¡°cambio verdadero¡±. Justamente, Lasso ha sido especialmente enf¨¢tico en posicionar la magnitud del problema econ¨®mico, al admitir que s¨®lo tres de cada 10 ecuatorianos tienen un empleo formal y enfatizando que la mayor¨ªa vive en el desempleo, el sub-empleo y la informalidad. La soluci¨®n planteada por el Gobierno radica en la aprobaci¨®n de la reforma tributaria, laboral y de atracci¨®n de inversiones; una alternativa que, bajo la doctrina del shock, buscar¨¢ mantenerse latente hasta que lo pol¨ªticamente imposible se vuelva pol¨ªticamente inevitable.
Sin embargo, una pol¨ªtica vertical de imposici¨®n gubernamental ser¨¢ asumida por los actores pol¨ªticos y sociales como una clausura deliberada de las instancias de di¨¢logo y acuerdos ofrecidas; un escenario complejo si se considera que los nudos cr¨ªticos del estallido de octubre de 2019 no fueron procesados o desactivados, sino ¨²nicamente dispersados a consecuencia de la Covid-19 y de una din¨¢mica pre-electoral que aplaz¨® un tratamiento contencioso del conflicto que hoy empieza a instalarse. Frente a ello, y a pretexto de combatir la delincuencia, la reacci¨®n del gobierno ha sido la expedici¨®n del Decreto Ejecutivo N. 224 que declara el estado de excepci¨®n en todo el territorio nacional por grave ¡°conmoci¨®n interna¡±, una medida dirigida a extender y relegitimar el uso de la fuerza para controlar el ¡°orden p¨²blico¡± a trav¨¦s del despliegue de las Fuerzas Armadas, lo cual prefigura que la aplicaci¨®n del plan econ¨®mico se sostendr¨¢ con represi¨®n y no con di¨¢logo.
Finalmente, las medidas impl¨ªcitas en el plan econ¨®mico del Gobierno no provienen de su sola inspiraci¨®n, sino que obedecen a las condiciones marcadas por el Fondo Monetario Internacional, algunas de las cuales deber¨ªan cumplirse este mismo a?o y que incluyen al menos cinco condiciones: reforma tributaria, reforma laboral, reducci¨®n del gasto p¨²blico, racionalizaci¨®n del gasto corriente y recortes del gasto por subsidios. El tr¨¢nsito hacia la consecuci¨®n de estos prop¨®sitos dar¨¢ paso, sin duda, a una nueva etapa para el Gobierno marcada por la inestabilidad pol¨ªtica y la revuelta social, en el contexto de una compleja crisis econ¨®mica. En suma, el gobierno est¨¢ ya ocupando el espacio laber¨ªntico donde prima lo aleatorio y lo incierto.
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