El G-20 refrenda el impuesto m¨ªnimo global de sociedades del 15%
Las grandes econom¨ªas dan un nuevo impulso pol¨ªtico a un acuerdo que deber¨ªa entrar en vigor en 2023
Los l¨ªderes del G-20 han dado este s¨¢bado en la cumbre de Roma un renovado impulso al impuesto m¨ªnimo global para sociedades del 15%, una medida pactada a principios de octubre por unos 140 pa¨ªses con mediaci¨®n de la OCDE. Los mandatarios expresaron durante la sesi¨®n inaugural de la cumbre un ¡°amplio y transversal apoyo¡± al acuerdo, seg¨²n fuentes de la presidencia italiana. El mensaje de las grandes econom¨ªas del G-20, que representan m¨¢s del 80% del PIB mundial, tiene el valor de dinamizar la implementaci¨®n del pacto, que tras el acuerdo internacional afronta un complejo recorrido para ver la luz.
El objetivo es activar en 2023 la nueva arquitectura fiscal, que busca garantizar que las multinacionales contribuyan de forma equitativa, y que tambi¨¦n prev¨¦ medidas sobre los impuestos a las grandes compa?¨ªas digitales. ¡°La comunidad internacional, gracias a este acuerdo, respalda a las personas logrando que las empresas contribuyan de forma justa¡±, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a sus hom¨®logos.
El asunto fiscal es uno de los muchos problemas de un mundo cada vez m¨¢s interconectado y turbulento que confluyeron ayer sobre las mesas de los l¨ªderes del G-20. Cambio clim¨¢tico, pandemia, cadenas de suministro fueron algunos de los temas abordados por los mandatarios en la sesi¨®n plenaria y por los negociadores fuera de los focos. M¨¢s all¨¢ de los asuntos espec¨ªficos, dos cuestiones fundamentales de nuestro tiempo sobrevolaban todo el foro: la creciente importancia de la lacra de la desigualdad ¡ªse?alada por varios l¨ªderes¡ª; y un intento de reactivar el multilateralismo, que sin embargo afronta serias dificultades ¡ªencarnadas por la ausencia f¨ªsica de Xi Jinping y Vlad¨ªmir Putin¡ª.
La desigualdad, con su dimensi¨®n moral y su aspecto pragm¨¢tico de riesgo desestabilizador, conecta claramente el debate sobre c¨®mo frenar el cambio clim¨¢tico, la respuesta a la pandemia y la acci¨®n fiscal global, que permitir¨¢ una mayor recaudaci¨®n, y por tanto los recursos para fomentar la igualdad de oportunidades y la cohesi¨®n social.
Al margen de la cuesti¨®n fiscal, el cambio clim¨¢tico se perfila como el asunto dominante de la cumbre. La presidencia italiana buscaba negociar un consenso que env¨ªe un mensaje pol¨ªtico de calado a la comunidad internacional en v¨ªsperas de la COP-26. El punto central del debate resid¨ªa en c¨®mo definir la voluntad o el compromiso para limitar el incremento de la temperatura global a no m¨¢s de 1,5 grados. Subyacentes a ese asunto giraron m¨²ltiples cuestiones: desde el apoyo a los pa¨ªses en desarrollo ¡ªde nuevo, la desigualdad¡ª, al ritmo de abandono del carb¨®n, entre otros.
En materia de pandemia, el anfitri¨®n, Mario Draghi, subray¨® la injusticia del reparto de las vacunas ¡ªun 70% de vacunados en pa¨ªses desarrollados, alrededor del 4% en aquellos en desarrollo¡ªy material m¨¦dico. El esfuerzo para paliar esta clase de desigualdad sobrevol¨® los trabajos, no solo en t¨¦rminos de donaci¨®n de vacunas o liberaci¨®n de la propiedad intelectual ¡ªque reclaman m¨¢s de 100 pa¨ªses¡ª, sino tambi¨¦n de alivio en el pago de la deuda. El G-20 puso en marcha una c¨¦lula de trabajo conjunta entre las ¨¢reas de Finanzas y Sanidad de los Ejecutivos, en un intento de dar coherencia y fluidez a la acci¨®n global.
Xi Jinping y Vlad¨ªmir Putin, coincidieron en reclamar ¡ªambos conectados en videoconferencia¡ª un m¨¢s ¨¢gil reconocimiento mutuo de las vacunas entre diferentes pa¨ªses. El mandatario chino subray¨® la necesidad de que el desarrollo global sea m¨¢s equitativo e inclusivo.
¡°En muchos sentidos, el multilateralismo es la ¨²nica respuesta posible. Tenemos que hacer todo lo que est¨¦ en nuestras manos para superar las diferencias y reactivar el esp¨ªritu que llev¨® a la creaci¨®n de este grupo¡±, dijo Mario Draghi en su alocuci¨®n inicial. La persistente vocaci¨®n multilateralista de Europa y el renovado ¨¦nfasis en la cooperaci¨®n internacional de los EE UU de Biden tras la etapa de nacionalismo descarnado de Trump constituyen sin duda una base para avanzar hacia soluciones transnacionales. Precisamente Washington y Bruselas anunciaron ayer un pacto para desactivar su pulso arancelario sobre aluminio y acero, desatado durante la etapa del anterior mandatario estadounidense. Pero los obst¨¢culos en el camino siguen siendo poderoso, en un momento de inestabilidad debido al cambio las relaciones de fuerza ¡ªfundamentalmente por el ascenso de China¡ª. Pek¨ªn muestra en varios sentidos una limitada voluntad de implicarse en consensos globales, significativamente su l¨ªder no ha salido del pa¨ªs desde el inicio de la pandemia.
Biden, por otra parte, aprovecha la cumbre para promover, con una reuni¨®n espec¨ªfica, una acci¨®n conjunta en otra cuesti¨®n de alcance global, los problemas en las cadenas de suministros, gravemente alteradas en los ¨²ltimos meses.
Por otra parte, asuntos de car¨¢cter geopol¨ªtico irrumpieron en la cumbre. Los l¨ªderes de EE UU, Alemania, Francia y el Reino Unido se reunieron para abordar la cuesti¨®n del programa nuclear iran¨ª, exhortando a las autoridades iran¨ªes a regresar a las negociaciones de buena fe. La tensi¨®n entre Par¨ªs y Londres a cuenta de disputas mar¨ªtimas salpic¨® la jornada, y est¨¢ previsto que hoy los l¨ªderes de ambos pa¨ªses se re¨²nan al margen de la cumbre. Mario Draghi y el presidente de Turqu¨ªa, Recep Tayyip Erdogan, por otra parte, mantuvieron una reuni¨®n bilateral. El primer encuentro despu¨¦s de que el primer ministro italiano lo calificase de ¡°dictador¡± el pasado abril. La crisis diplom¨¢tica abierta aquel d¨ªa, que tuvo tambi¨¦n consecuencias econ¨®micas, qued¨® superada en Roma, donde ambos l¨ªderes tuvieron un encuentro cordial y Erdogan regal¨® un libro al italiano.
Las negociaciones para el comunicado final que debe aprobarse este domingo al cierre de la cumbre evidenciaban las divergencias de intereses. ¡°Afrontar todo esto cada uno por su cuenta, simplemente no es una opci¨®n¡±, se?al¨® Draghi, exhortando a superarlas.
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