?Qui¨¦n estuvo all¨ª primero?: tras el rastro de la huella ind¨ªgena en las Islas Malvinas
Un estudio en ¡®Science¡¯ apunta a que la comunidad Yag¨¢n lleg¨® al archipi¨¦lago antes que brit¨¢nicos o argentinos
En la larga y compleja disputa que mantienen Argentina y el Reino Unido por la soberan¨ªa de las Islas Malvinas siempre ha habido un hueco en la historia: ?Qui¨¦n estuvo all¨ª primero? Cuando los navegantes europeos llegaron a este archipi¨¦lago del Atl¨¢ntico sur hace m¨¢s de 300 a?os, encontraron islas pobladas con animales marinos, pero sin presencia ind¨ªgena. En esa tierra fr¨ªa eran reyes, sobre todo, los ping¨¹inos. Una nueva investigaci¨®n publicada en la revista Science en octubre, sin embargo, desvela evidencias paleontol¨®gicas que apuntan a una direcci¨®n distinta. Muchos siglos antes de que llegaran brit¨¢nicos o argentinos, de acuerdo al art¨ªculo, por esas islas posiblemente pasaron otros habitantes: los ind¨ªgenas Yag¨¢n.
¡°Reportamos varias l¨ªneas de evidencia que indican que los humanos estuvieron en las Islas Falkland [Islas Malvinas] siglos antes que los europeos¡±, dice el art¨ªculo hecho por un grupo de cient¨ªficos y liderado desde la Universidad de Maine en Estados Unidos. ¡°Los hallazgos de nuestro estudio coinciden con la cultura del pueblo Yag¨¢n de la Tierra del Fuego¡±.
La reacci¨®n pol¨ªtica en Argentina fue inmediata. ¡°Este importante hallazgo es una muestra m¨¢s del v¨ªnculo indisoluble entre las Islas Malvinas y la Isla Grande de Tierra del Fuego¡±, dijo Andr¨¦s Dachary, secretario del Gobierno argentino para las Malvinas, Ant¨¢rtida, Islas del Atl¨¢ntico Sur y Asuntos Internacionales. ¡°Este v¨ªnculo no es s¨®lo jur¨ªdico y geogr¨¢fico, sino que estos resultados demostrar¨ªan, una vez m¨¢s, los hist¨®ricos lazos de pertenencia natural a la Rep¨²blica Argentina¡±.
Los dos Gobiernos en disputa se enfrentan regularmente en el comit¨¦ de descolonizaci¨®n de Naciones Unidas, donde Argentina acusa al Gobierno brit¨¢nico de mantener las islas como una de sus muchas colonias. Pero los herederos de los brit¨¢nicos en las Malvinas han exigido su derecho a la autodeterminaci¨®n diciendo, entre otras cosas, que ning¨²n otro pueblo ha estado tantas generaciones all¨ª. La revista Science, sin embargo, parece haber encontrado evidencia de que eso no ha sido as¨ª.
Tras las pistas de un misterioso zorro
El an¨¢lisis en Science, curiosamente, arranca con Charles Darwin. Cuando visit¨® las Islas Malvinas en 1833, Darwin document¨® un solo mam¨ªfero terrestre, un zorro, conocido hoy como Dusicyon australis. La pregunta desde entonces ha sido: ?C¨®mo lleg¨® ese animal all¨ª? ?Lo llev¨® alguien desde la Patagonia? No ser¨ªa il¨®gico, porque este zorro es familiar de otro patag¨®nico, conocido como Dusicyon avus. ?Entonces por qu¨¦ no se encontraron ruinas arqueol¨®gicas en las islas u otras pruebas de la presencia de ese pueblo migrante? ?Encontr¨® el animal otra v¨ªa para hacer un viaje transoce¨¢nico? El encantador zorro que Darwin registr¨® parec¨ªa domesticado ¨Cno le ten¨ªa miedo a los humanos¨C y fue cazado por europeos hasta extinguirse en 1876. De ¨¦l solo quedan algunos huesos.
Sospechando que el zorro fue importado por seres humanos, el grupo de la Universidad de Maine busc¨® respuestas en la tierra. Enfocaron sus excavaciones en dos puntos donde hab¨ªa sospechas de un pasado ind¨ªgena: un lugar donde Darwin hab¨ªa identificado unas viejas canoas; otro donde un habitante encontr¨® en 1979 una punta de flecha hecha en piedra.
Los cient¨ªficos excavaron viejos dep¨®sitos de carb¨®n fosilizado, restos de fuegos que, de ser humanos, pueden se?alar los siglos en los que estuvieron encendidos. ¡°Cuando los humanos llegan a un sistema, como estas islas, la frecuencia e intensidad de fuegos t¨ªpicamente aumenta considerablemente¡±, explica Catherine Hamley, paleont¨®loga que lider¨® la investigaci¨®n. ¡°Eso puede ser por distintas razones: las personas buscan el fuego para calentarse, para despejar terrenos, para cazar o muchas otras razones¡±.
Una gran parte del carb¨®n fosilizado que encontraron les permiti¨® identificar m¨¢s o menos en qu¨¦ a?os pudo haber habido fogatas parecidas a las que a?os despu¨¦s hicieron los europeos. ¡°Y lo que encontramos, sobre todo en la zona que se llama New Island, es un aumento considerable de la frecuencia hace 550 a?os¡±, explica Hamley. Es decir, alrededor de 1472, antes de que se establecieran all¨ª los europeos en el siglo XVIII (incluso antes de la llegada de Col¨®n a Am¨¦rica en 1492).
Los investigadores tambi¨¦n encontraron apilados viejos huesos de leones marinos y ping¨¹inos. ¡°Encontramos pilas con docenas de huesos de leones marinos, y m¨¢s de 100 esqueletos de ping¨¹inos¡±, dice la investigadora. ¡°Estaban lejos de la playa, as¨ª que no se hubieran podido acumular all¨ª naturalmente, y normalmente los ping¨¹inos son devorados por los leones marinos, as¨ª que es poco probable que estuvieran juntos abrazados en una zona de la isla¡±, explica. An¨¢lisis qu¨ªmicos dicen que estas pilas de huesos podr¨ªan haberse acumulado all¨ª entre los a?os 1275 y 1420, tambi¨¦n mucho antes de los europeos. ¡°Lo que suger¨ªan estas pilas es que son el resultado de una actividad humana. Por estar lejos de la playa podr¨ªan haber sido cazados¡±, dice Hamley.
De los pocos restos del famoso zorro encontraron que vivieron en la isla al menos hace 1.000 a?os. Un diente indic¨® incluso hasta 3.000 a?os. Pero sobre todo, al mirar la dieta del zorro, vieron que com¨ªa animales que le hubiese costado cazar sin ayuda: ping¨¹inos, leones marinos o focas. ¡°Su nivel de nitr¨®geno nos indica esto¡±, explica la investigadora. ¡°No creemos que hubieran podido cazar solos leones marinos, y aunque estos datos son preliminares, no podemos descartar que hayan sido personas las que les hayan dado estos animales¡±.
?Pero qu¨¦ humanos hubieran podido prender fuego all¨ª, comer ping¨¹inos y alimentar a unos zorros? Bas¨¢ndose en fuentes secundarias arqueol¨®gicas, los investigadores llegaron a los Yag¨¢n. ¡°De los varios grupos que estuvieron en la Tierra del Fuego durante el Holoceno, la evidencia en New Island es consistente con la cultura Yag¨¢n, quienes eran marinos que subsist¨ªan de una dieta compuesta por leones marinos, ping¨¹inos y mariscos¡±, dice el estudio. ¡°Antes de la colonizaci¨®n europea, los yaganes eran un pueblo que se mov¨ªa mucho sin tener asentamientos permanentes, y las familias viajaban juntas por canoas incluso hasta las islas Diego Ram¨ªrez, ubicadas a 105 kil¨®metros al suroeste del Cabo de Hornos en el Pasaje de Drake. El fuego era parte integral de la cultura Yag¨¢n, y de all¨ª el nombre de Tierra del Fuego¡±.
Aunque no hay evidencia de que domesticaron a este zorro en particular, los Yag¨¢n llevaban en sus canoas ¡°a varios caninos¡± que no formaban parte de su dieta sino que domesticaban. Los investigadores dicen que, si los Yag¨¢n efectivamente llegaron a las Malvinas, seguramente no tuvieron una presencia sostenida all¨ª sino que fueron visitas temporales o accidentales. Eso explicar¨ªa porqu¨¦ no dejaron una extensa presencia cultural (como ruinas), pero al menos s¨ª la ¡°huella antropog¨¦nica¡± que leen en el carb¨®n o los huesos. El estudio termina diciendo que es necesaria m¨¢s investigaci¨®n en ¡°colaboraci¨®n con comunidades ind¨ªgenas, cuyas historias orales y conocimiento tradicional ecol¨®gico representan saberes milenarios sobre la prehistoria de la Tierra del Fuego y el Sur del Atl¨¢ntico¡±.
El impacto en la tierra del fuego
M¨¢s all¨¢ de la pelea entre Argentina y el Reino Unido, el estudio fue un impulso para visibilizar a un pueblo ind¨ªgena que ha sido discriminado (e incluso masacrado) tanto por gobiernos chilenos, argentinos y brit¨¢nicos. El estudio record¨® a varios la historia de un conocido miembro del pueblo Yag¨¢n, O¡¯rundel¡¯lico, tambi¨¦n conocido como Jemmy Button: un hombre ind¨ªgena Yag¨¢n que fue canjeado como mercanc¨ªa, a cambio de un par de botones, por el ingl¨¦s Fitz Roy. Adem¨¢s de ¨¦l, cientos de personas del pueblo Yag¨¢n fueron secuestrados y llevados a las Malvinas para ser esclavizados por misionarios brit¨¢nicos durante el siglo XIX.
¡°Me sorprendi¨® [el estudio de Science], y me da alegr¨ªa saber un poco m¨¢s de mi pueblo, que es un pueblo canoero¡±, dice Lidia Gonz¨¢lez a El PA?S, miembro del pueblo Yag¨¢n y representante de este en la actual Convenci¨®n Constitucional de Chile. ¡°Obviamente la comunidad Yag¨¢n est¨¢ interesada en saber m¨¢s de nuestro pueblo. Nosotros vivimos en el extremo sur de Chile, hemos sido muy invisibilizados por el pa¨ªs, se sabe muy poco de nuestra cultura. Y fuimos reducidos de ser un pueblo que habitaba toda la Patagonia a hoy, que solo somos unos cuantos¡±. Aunque no hay un censo exacto, se estima que actualmente en los dos pa¨ªses hay al menos unas 500 personas que pertenecen al pueblo Yag¨¢n.
¡°No elegimos ser pocos, nos toc¨® muy duro a nosotros la historia¡±, a?ade Gonz¨¢lez. Su madre, cuenta, es la ¨²ltima persona viva en Chile cuya lengua materna sigue siendo el Yag¨¢n. ¡°Trabajamos haciendo cursos [por cuidar la lengua], pero ac¨¢ no hay apoyo de nadie, ni del Gobierno, ni del Estado¡±, a?ade.
Aunque llevan siglos en el sur del continente, solo hasta este a?o Argentina reconoci¨® su personalidad jur¨ªdica como pueblo originario, seg¨²n explic¨® a El PA?S Vanina Ojeda, miembro del pueblo selk¡¯nam en la Patagonia argentina y secretaria provincial de Pueblos Originarios. ¡°Nos sorprendi¨® el estudio, pero no tanto¡±, dice Ojeda sobre lo publicado en Science. ¡°No creemos imposible que la presencia del pueblo Yag¨¢n como resistente haya habitado el pueblo malvinense, as¨ª como el pueblo kawashkar¡±.
Pero algunos investigadores en la Patagonia son m¨¢s esc¨¦pticos frente al art¨ªculo de Science y llaman a la calma, como Atilio Francisco Zangrando, arque¨®logo y paleont¨®logo del Centro Austral de Investigaciones Cient¨ªficas en Argentina. ¡°Es verdad que en muchas partes del mundo se toma el carb¨®n como forma indirecta de presencia humana, pero no en contextos tan aislados [como las Malvinas]¡±, dice Zangrando. ¡°No podemos probar presencia humana solo con carb¨®n, con dep¨®sitos. Normalmente esos niveles de carb¨®n que se encuentran est¨¢n ligados a un sitio arqueol¨®gico¡±.
En cambio, en las Malvinas no hay ¡°ning¨²n registro cultural asociado a la presencia humana¡±, como artefactos de caza o otros tipos de ruinas, aparte de la punta de flecha en piedra que pudo llegar all¨ª cuando los brit¨¢nicos llevaron a los Yag¨¢n a las Malvinas en el siglo XIX. ¡°Grupos yaganes fueron trasladados all¨ª por misiones anglicanas, y cuando iban mantuvieron algunas tradiciones como fabricar puntas de armas con piedra¡±, dice Zangrando.
La falta de m¨¢s restos de artefactos para cazar ping¨¹inos y leones marinos, adem¨¢s, le genera dudas. ¡°Yo trabajo en conjuntos arqueol¨®gicos de ac¨¢, en Tierra del Fuego, y es muy com¨²n encontrar huellas o marcas en los huesos de lobos marinos¡±, dice sobre marcas que dejar¨ªan las herramientas de caza. ¡°En los dep¨®sitos que hemos excavado donde estuvieron los yaganes ac¨¢, es muy com¨²n encontrar esas marcas. Entonces llama atenci¨®n que en tantos miles de huesos no aparece ninguna marca clara, y no aparecen instrumentos de piedra asociados a esos huesos¡±.
Pero si los yaganes no estuvieron all¨ª, ?qui¨¦n llev¨® al zorro domesticado hasta las islas? Zangrando ¨Cque tambi¨¦n dice que el pueblo navegante de los yaganes dif¨ªcilmente hubiera podido viajar en sus canoas tan lejos como a las Malvinas¨C dice que hay otra hip¨®tesis: quiz¨¢s el zorro lleg¨® solo.
¡°Se ha manejado el argumento de que, cuando el nivel del mar fue muy inferior al actual, hasta 120 metros por debajo del actual, en un periodo que se llam¨® ?ltimo M¨¢ximo Glacial hace 20.000 a?os, la Patagonia ten¨ªa el doble de superficie¡±, explica Zangrando. ¡°Eso hac¨ªa que la distancia entre la costa entre la Patagonia y las Malvinas fuese m¨¢s chica. La hip¨®tesis que se plante¨® es que esta especie [el zorro] pudo viajar en plataforma de hielo, algo que ocurri¨® en el hemisferio norte. No estuvieron conectadas las Malvinas y la Patagonia por tierra firme, pero pudieron estar conectadas por hielo¡±.
Pero el camino de hielo tambi¨¦n se mantiene como una hip¨®tesis no probada a¨²n. Zangrando, al igual que Gonz¨¢lez en Chile, Ojeda en Argentina y Hamley en Maine, saben que solo queda una soluci¨®n para saber c¨®mo lleg¨® el misterioso zorro o confirmar si los yaganes llegaron antes que argentinos o brit¨¢nicos a las Malvinas: investigar m¨¢s. Pero sobre todo, esta vez, investigar juntos.
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