Portugal, una ¡®geringon?a¡¯ despu¨¦s de la ¡®geringon?a¡¯
Las encuestas reflejan un escenario pol¨ªtico similar al actual, que forzar¨ªa a buscar acuerdos parlamentarios para gobernar
La izquierda lleg¨® magullada a la negociaci¨®n final de los Presupuestos de Portugal para 2022. En las elecciones municipales de septiembre retrocedieron socialistas, bloquistas y comunistas porque muchos de sus votantes se quedaron en casa (la abstenci¨®n alcanz¨® el 46,7%, la segunda m¨¢s alta desde 1976). Hab¨ªa, adem¨¢s, resquemores y desconfianzas tras una convivencia de seis a?os. Los socios minoritarios creen que el PS pec¨® de prepotencia en la segunda legislatura y los socialistas sostienen que las peticiones de sus antiguos aliados eran inasumibles para mantenerse en la senda correcta de reducci¨®n del d¨¦ficit y la deuda. El desmontaje de las pol¨ªticas de la troika, el pegamento que les uni¨® en 2015, dej¨® de ser un objetivo com¨²n. Adem¨¢s, el desahogo de tener un dinero comunitario extra para combatir la crisis pospand¨¦mica aviv¨® las discrepancias sobre d¨®nde gastarlo. En esta legislatura, el Partido Social Dem¨®crata (PSD, centroderecha), bajo el liderazgo de Rui Rio, no se ha visto como una alternativa de gobierno s¨®lida. Hasta aqu¨ª el pasado.
El presidente de la Rep¨²blica, Marcelo Rebelo de Sousa, ha buscado una salida salom¨®nica que le permita salir de esta crisis m¨¢s airoso de lo que entr¨®. La fecha de las elecciones no era inocente. Rebelo de Sousa ha evitado una campa?a electoral en plenas Navidades, que habr¨ªa desmovilizado a la sociedad y engordado la abstenci¨®n. Votar el 30 de enero permite una campa?a en un periodo normal, aunque sea en cuesta posvacacional, concede tiempo para tramitar algunas leyes importantes y da margen a los partidos de la derecha para que aclaren sus liderazgos. Ni es tan pronto como quer¨ªa Rui Rio ni tan tarde como deseaba Paulo Rangel, el eurodiputado que aspira a sustituirle al frente del PSD. El presidente de la Rep¨²blica apaga as¨ª uno de los incendios. Queda el que abri¨® al anunciar que recurrir¨ªa a su ¡°bomba at¨®mica¡±, como se conoce su poder para disolver por decreto la Asamblea, si no se aprobaban los Presupuestos. Los comunistas le responsabilizan de la crisis por esto, pero los portugueses le absuelven en las encuestas. Consideran que Rebelo de Sousa hizo lo que ten¨ªa que hacer, dar la voz a los ciudadanos para que decidan el rumbo del pa¨ªs.
Los sondeos anticipan que la C¨¢mara de ma?ana se parecer¨¢ a la C¨¢mara de hoy, fragmentada entre nueve partidos (cinco a la izquierda y cuatro a la derecha). Vaticinan una victoria socialista y una reedici¨®n de la geringon?a. Pactar en 2022 ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil que pactar en 2015. Tambi¨¦n la derecha estar¨ªa obligada a forjar la suya si logra superar a la izquierda. El PSD tendr¨ªa que decidir cu¨¢l es su relaci¨®n con Chega, que tiene un diputado y perspectivas de mejora que podr¨ªan convertirles en necesarios. Si hasta ahora la extrema derecha hab¨ªa vivido arrinconada, en las islas Azores ha salido del rinc¨®n de pensar. Sus votos fueron decisivos para permitir al PSD hacerse con el gobierno regional en septiembre.
Puede que en el escenario portugu¨¦s se haya activado una ¡°bomba at¨®mica¡± que solo deje algunos fuegos de artificio sobre el paisaje.
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