?Qu¨¦ ha pasado y qu¨¦ va a pasar en Portugal?

Hace unas horas, el Parlamento portugu¨¦s ha votado en contra de los Presupuestos Generales del Estado presentados por el Gobierno minoritario del Partido Socialista (PS), dirigido por Ant¨®nio Costa. Como era de esperar, este documento fue rechazado por los partidos de derecha Chega, Iniciativa Liberal (IL), CDS-Partido Popular y Partido Socialdem¨®crata (PSD). Lo que hab¨ªa sorprendido en las ¨²ltimas semanas era la alta probabilidad de que los partidos de izquierda Bloco de Esquerda (BE), Partido Comunista Portugu¨ºs (PCP) y Partido Ecologista Os Verdes (PEV) votaran tambi¨¦n en contra de un proyecto presupuestario que el Gobierno hab¨ªa calificado como el m¨¢s izquierdista en a?os. De hecho, durante la legislatura 2015-2019, esos partidos fueron estrechos aliados del Gobierno socialista, mediante una f¨®rmula de parlamentarismo por contrato conocida popularmente como geringon?a: el Gabinete de Costa, en minor¨ªa, firmaba acuerdos formales con ellos para asegurarse su apoyo parlamentario a cambio de incorporar algunas de sus propuestas en el programa gubernamental. En realidad, la geringon?a hab¨ªa muerto en 2019, tras las elecciones legislativas de octubre de ese a?o, pero el consenso de la izquierda respecto a los Presupuestos no fue un problema cre¨ªble en 2019 y 2020. Esta vez, el apoyo del BE, el PCP y el PEV a la propuesta presupuestaria socialista s¨ª se ha desvanecido, allanando el camino para la disoluci¨®n del Parlamento y abocando al pa¨ªs a unas elecciones anticipadas. ?Qu¨¦ ha pasado?

Una posible l¨ªnea de an¨¢lisis de la crisis pol¨ªtica actual incide en la importancia de las consideraciones estrat¨¦gicas de todos los partidos de izquierda implicados, m¨¢s que en las particularidades de los Presupuestos. Es cierto que el BE, el PCP y el PEV acusaron al Ejecutivo de no estar suficientemente abierto a la negociaci¨®n, desatendiendo sus demandas. Sin embargo, es posible que estos partidos hayan percibido que su apoyo a los gobiernos socialistas les est¨¢ costando votos, y que una vuelta a su papel tradicional como partidos de oposici¨®n abierta podr¨ªa mejorar sus perspectivas electorales. De hecho, para la coalici¨®n comunista-verde CDU (PCP-PEV), los ¨²ltimos a?os han sido desastrosos: en comparaci¨®n con la anterior contienda electoral de la misma naturaleza, perdieron alrededor de 190.000 votos en las elecciones europeas de 2019, 100.000 (y cinco esca?os parlamentarios) en las legislativas del mismo a?o y 80.000 en las locales de 2021; una herida abierta para este partido, tradicionalmente fuerte a nivel municipal, especialmente en la regi¨®n sur del Alentejo. Los ¨²ltimos sondeos muestran que, de celebrarse las elecciones legislativas, la CDU experimentar¨ªa un descenso adicional en t¨¦rminos de apoyo electoral.

La debacle electoral del BE ha sido menos pronunciada en las elecciones legislativas y locales, pero este partido sufri¨® la p¨¦rdida de 300.000 votos de la candidata presidencial Marisa Matias entre 2016 y 2021 y los sondeos muestran que, en el presente estado de cosas, unas legislativas podr¨ªan suponer una p¨¦rdida no despreciable de relevancia parlamentaria. En resumen, en lugar de seguir apoyando al Gobierno en minor¨ªa del PS y presentarse a las elecciones de 2023 en un escenario de decadencia continuada de su atractivo electoral, estos partidos pueden haber pensado que era mejor cambiar de perfil y volver a su papel tradicional de oposici¨®n frontal, aunque esto suponga una crisis pol¨ªtica y unos comicios anticipados, ya que este movimiento les permitir¨ªa atraer los votos de los ciudadanos descontentos con la trayectoria gubernamental.

Adem¨¢s, aunque el PS ha acusado a los partidos a su izquierda de haber sido excesivamente inflexibles durante la negociaci¨®n del Presupuesto, el hecho es que las elecciones anticipadas de enero o febrero de 2022 pueden ser la ¨²ltima oportunidad para que Ant¨®nio Costa se asegure la mayor¨ªa absoluta. Al culparlos de la crisis pol¨ªtica, los socialistas aspiran a fomentar el voto estrat¨¦gico del electorado de izquierda. Al mismo tiempo, se beneficiar¨ªan de la actual fragilidad del principal partido de la oposici¨®n, el PSD, una coyuntura que podr¨ªa revertirse durante la legislatura con un eventual cambio de liderazgo en los pr¨®ximos meses, ya que el eurodiputado Paulo Rangel ha desafiado recientemente el liderazgo de Rui Rio.

Si este an¨¢lisis fuera correcto, tanto el PS como los partidos a su izquierda han realizado movimientos excepcionalmente arriesgados. De hecho, si se disuelve el Parlamento y se convocan elecciones anticipadas, como amenaz¨® el presidente Rebelo de Sousa que ocurrir¨ªa si se rechazaban los Presupuestos, los partidos con mayores probabilidades de mejorar su estatus actual son el derechista Chega (populista radical de derechas) y el IL (liberal), ya que tanto las encuestas como los recientes resultados de las presidenciales y locales los presentan como muy propensos a ampliar su presencia parlamentaria. En consecuencia, pasar de un diputado cada uno a varios aumentar¨¢ las probabilidades de que ambos partidos sean socios menores de coalici¨®n en un Gabinete de derechas o participen en una especie de geringon?a de derechas en un futuro muy pr¨®ximo.

Lo que parece altamente improbable que ocurra en los pr¨®ximos a?os es la resurrecci¨®n de la innovadora colaboraci¨®n de izquierdas que ha tenido lugar en Portugal desde 2015. El Muro de Berl¨ªn que separa al centro-izquierda de los partidos de izquierda en el pa¨ªs est¨¢ aparentemente vivo y coleando, y la etapa 2015-2021 podr¨ªa haber representado solo una peque?a brecha, f¨¢cil y r¨¢pidamente reparable.

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