La UE golpea con sanciones a la trama rusa de mercenarios desplegada en Ucrania, Libia y Siria

La Uni¨®n Europea tiene previsto activar este lunes hasta cuatro reg¨ªmenes sancionadores contra la red rusa de mercenarios conocida como Wagner. La reacci¨®n de Bruselas llega tras la irrupci¨®n del grupo paramilitar presuntamente vinculado al Kremlin en los pa¨ªses africanos del Sahel donde la UE mantiene misiones de formaci¨®n militar. Bruselas acusa a magnates pr¨®ximos al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, de financiar un cuerpo armado de unos 10.000 efectivos y presente en los conflictos m¨¢s violentos del entorno europeo, desde Ucrania y Siria hasta Libia y numerosos pa¨ªses africanos.

Fuentes diplom¨¢ticas se?alan que la bater¨ªa de sanciones se?alar¨¢ directamente a Wagner, a pesar de que hay dudas sobre la existencia legal de esa organizaci¨®n, y a otras tres compa?¨ªas u organismos implicados en la organizaci¨®n de la red mercenaria. Las sanciones, que ser¨¢n aprobadas por el consejo de ministros de Asuntos Exteriores el pr¨®ximo lunes, tambi¨¦n afectar¨¢n a ocho responsables o c¨®mplices de la trama. El castigo conlleva la congelaci¨®n de bienes en los Estados miembros de la UE y la prohibici¨®n de entrar en territorio comunitario.

No es la primera vez que la UE apunta al grupo armado. En octubre del a?o pasado, la UE ya sancion¨® al empresario ruso Yevgeniy Prigozhin, al que acus¨® de mantener ¡°v¨ªnculos estrechos, en particular econ¨®micos, con la empresa militar privada Wagner Group¡±. La inclusi¨®n de Prigozhin en la lista negra europea de sancionados obedec¨ªa a su presunta implicaci¨®n en las actividades de ese grupo en Libia.

Pero en esta ocasi¨®n Bruselas ampl¨ªa el foco y esgrime hasta cuatro reg¨ªmenes sancionadores para golpear a Wagner. En concreto, los que castigan actividades il¨ªcitas en Ucrania, Siria y Libia, as¨ª como el r¨¦gimen general que persigue a los autores de violaciones de los derechos humanos.

La primera presencia del grupo ruso detectada por Bruselas fue en 2014 en Ucrania, como apoyo a los separatistas prorrusos y a la operaci¨®n que desemboc¨® en la anexi¨®n de la pen¨ªnsula de Crimea a Rusia. Pero desde entonces, se ha multiplicado la intervenci¨®n en numerosos conflictos de unos mercenarios a los que se atribuyen violaciones graves y sistem¨¢ticas de derechos humanos y participaci¨®n en secuestros, torturas y ejecuciones extrajudiciales.

El Parlamento Europeo aprob¨® el pasado 25 de noviembre una resoluci¨®n en la que expres¨® su ¡°condena en los t¨¦rminos m¨¢s en¨¦rgicos de los odiosos cr¨ªmenes cometidos por el Grupo Wagner y entidades militares privadas relacionadas¡±. El texto, aprobado por abrumadora mayor¨ªa (585 votos a favor, 40 en contra y 43 abstenciones), apoya la imposici¨®n de sanciones al grupo y pide a los pa¨ªses de la Uni¨®n Africana que adopten un castigo similar.

La inquietud europea ha ido a m¨¢s desde que trascendi¨® que las autoridades de Mal¨ª negociaban con Wagner el despliegue de 1.000 contratistas, t¨¦rmino que alude a los mercenarios a sueldo que ofrece la compa?¨ªa en numerosos pa¨ªses. La utilizaci¨®n de grupos paramilitares, adem¨¢s, no es una estrategia exclusiva de Mosc¨². Turqu¨ªa tambi¨¦n ha sido acusada de desplegar mercenarios en Azerbaiy¨¢n durante el reciente conflicto de ese pa¨ªs con Armenia. Y a Emiratos ?rabes Unidos se atribuye el env¨ªo de mercenarios a Libia.

Pero ning¨²n grupo paramilitar parece tener la envergadura del conglomerado ruso sancionado por la UE. Seg¨²n la resoluci¨®n del Parlamento Europeo, la empresa cuenta hasta con 10.000 efectivos. Y sus tent¨¢culos han estado o est¨¢n presentes en Siria, Sud¨¢n, Mozambique, Libia, Rep¨²blica Centroafricana y Venezuela. El grupo parece compaginar su actividad militar con operaciones de enriquecimiento aprovechando la fragilidad del Estado en los pa¨ªses donde opera. En Rep¨²blica Centroafricana, por ejemplo, una empresa del grupo, Lobaye Invest, se hizo con los derechos de prospecci¨®n en varios yacimientos de oro y diamantes, seg¨²n el Parlamento Europeo.

El Kremlin siempre ha negado cualquier relaci¨®n con Wagner y otras compa?¨ªas similares, especializadas en operaciones militares con pocos miramientos para las leyes internacionales. Pero Bruselas recuerda que ese tipo de actividad hunde sus ra¨ªces en la pol¨ªtica internacional de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que utiliz¨® grupos similares durante la Guerra Fr¨ªa sin reconocer nunca su responsabilidad. Y el propio Putin se?alaba en 2012, durante un discurso ante la Duma (el Parlamento ruso) que ¡°un grupo de empresas militares privadas ser¨ªa un instrumento eficiente para alcanzar objetivos nacionales sin implicar directamente al Estado ruso¡±.

La propiedad y control del grupo Wagner es difusa y, seg¨²n Bruselas, se camufla tras una red de sociedades pantalla. Pero la Comisi¨®n considera que tras la empresa se encuentran personalidades estrechamente vinculadas al Kremlin, en particular, Yevgeny Prigozhin, propietario de negocios de hosteler¨ªa y conocido como ¡°el chef de Putin¡± por la predilecci¨®n hacia sus restaurantes del presidente ruso.

La Comisi¨®n Europea considera a Prigozhin responsable de apoyar la puesta en marcha de Wagner y, en concreto, las operaciones de suministro de armamento y despliegue de mercenarios en Libia, as¨ª como de violar el embargo de armas decretado por Naciones Unidas contra ese pa¨ªs.

Prigozhin niega todos los cargos. Y en diciembre del a?o pasado present¨® un recurso contra las sanciones europeas ante el Tribunal general de la UE, todav¨ªa pendiente de resoluci¨®n. El magnate ruso aduce a su favor, seg¨²n el texto del recurso, que la UE ¡°no identific¨® la entidad descrita como Wagner Group, que no conoce a ninguna entidad conocida como Wagner Group; que no tiene ning¨²n v¨ªnculo con tal entidad, y que ni colabor¨® con ella ni prest¨® apoyo a la misma¡±.

El presunto financiero del grupo asegura que las sanciones impuestas por la UE solo obedecen a objetivos pol¨ªticos y que los cargos son tan vagos que ¡°hace imposible que una persona conozca qu¨¦ actos deber¨ªa abstenerse de realizar para evitar la imposici¨®n de medidas restrictivas¡±.

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