El poderoso ¡®chef¡¯ de Putin ahoga en demandas a sus enemigos
El oligarca ruso Yevgeny Prigozhin, due?o de negocios de restauraci¨®n y vinculado a una firma de mercenarios, pone en la diana a opositores como Navalni y medios que le dan voz
El chef del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, embiste contra sus cr¨ªticos. El heterog¨¦neo empresario Yevgeny Prigozhin, considerado el restaurador favorito en el Kremlin, propietario de varios restaurantes y de un boyante negocio de c¨¢terin, est¨¢ decidido a arruinar con demandas judiciales a destacados opositores como Alex¨¦i Navalni, c¨¦lebre por divulgar la corrupci¨®n de las ¨¦lites rusas, y a los medios que les dan voz. Conocido en Occidente ¡ªy sancionado por la UE y Estados Unidos¡ª por su vinculaci¨®n con la compa?¨ªa de mercenarios Wagner, detectada en Siria, Libia y Ucrania, y con las interferencias en las elecciones presidenciales de EE UU de 2016, el magnate culinario ha logrado as¨ª atenazar a sus enemigos.
Navalni, v¨ªctima de un envenenamiento en Siberia este verano del que responsabiliza directamente a Vlad¨ªmir Putin, y su aliada Liubov Sobol creen que las demandas de Prigozhin y otros oligarcas de la ¨®rbita del Kremlin forman parte de una campa?a sin tregua para silenciarles y apartarles de la carrera pol¨ªtica; tambi¨¦n para atemorizar a la prensa independiente que publica sus esc¨¢ndalos.
En el en¨¦simo cap¨ªtulo, el empresario ha demandado a Navalni por vulneraci¨®n de su dignidad y da?os al honor a causa de un tuit en el que el prominente opositor le llam¨® ¡°ladr¨®n¡± y asegur¨® que hab¨ªa aumentado su fortuna ¡°suministrando carne podrida a guarder¨ªas y escuelas¡± del pa¨ªs. Prigozhin le exige cinco millones de rublos (unos 55.000 euros) por da?os emocionales. Y la misma cantidad a Liubov Sobol, abogada y una de las opositoras con m¨¢s empuje de Mosc¨², que llam¨® ¡°imb¨¦cil de los [a?os] noventa borracho de poder¡± al oligarca en una entrevista, en la que tambi¨¦n le acus¨® de ¡°envenenar¡± a ni?os con los servicios de c¨¢terin de su empresa de restauraci¨®n.
Este nuevo proceso judicial, reconoce Sobol, es otro golpe y un intento de ¡°complicar¡± su trabajo. ¡°Buscan obstruir mis actividades y las de las personas que no tienen miedo a decir la verdad¡±, dice rotunda la opositora, que enumera una retah¨ªla de detenciones y registros a su casa y sus oficinas en estos ¨²ltimos a?os por ¡°acusaciones fabricadas¡± de Prigozhin y otros. Sobol ha enfrentado demandas tambi¨¦n de otras organizaciones que la acusaron de alentar las protestas del verano pasado ¡ªmultitudinarias en la capital, Mosc¨², para exigir elecciones limpias¡ª y de hacerles perder ingresos.
De or¨ªgenes humildes y con alg¨²n escarceo con delitos de poca monta, Prigozhin, de 59 a?os, empez¨® su negocio vendiendo perritos calientes en San Petersburgo a principios de la d¨¦cada de 1990, y aprovech¨® la turbulenta desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica para pasarse a la gastronom¨ªa de alto nivel para la nueva ¨¦lite rusa; entre ellos Vlad¨ªmir Putin, que empezaba a escalar en la Administraci¨®n de la ciudad del Nev¨¢. El pol¨ªtico y antiguo agente del KGB se convirti¨® en uno de sus principales valedores. Ya en el cargo de presidente, Putin llev¨® a cenar a su lujoso restaurante flotante en el r¨ªo al entonces primer ministro de Jap¨®n, Yoshiro Mori, o al presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
En 2003, proporcion¨® el c¨¢terin para el cumplea?os del l¨ªder ruso; de ah¨ª brot¨® el apodo (ir¨®nico) de chef de Putin. Desde entonces, el magnate no ha estado muy lejos del Kremlin. Y, como marca el patr¨®n habitual, le ha ido bien. Se ha convertido en uno de los hombres m¨¢s ricos del pa¨ªs. Concord Catering y sus otras empresas lograron jugosos contratos estatales para proporcionar servicios a bases militares y alimentar a soldados rusos; tambi¨¦n a instituciones, hospitales y colegios. De uno de esos concursos p¨²blicos nace su principal esc¨¢ndalo en suelo ruso ¡ªy nutriente de sus innumerables demandas¡ª, cuando despu¨¦s de que 130 escolares enfermasen de disenter¨ªa, un grupo de padres demand¨® a la Administraci¨®n de Mosc¨² y a empresas de restauraci¨®n que vincularon con Prigozhin.
Tambi¨¦n Navalni, Sobol y su organizaci¨®n contra la corrupci¨®n FBK alegaron en una de sus investigaciones publicadas en Internet que el chef de Putin estaba detr¨¢s del nefasto suceso. Prigozhin, que niega cualquier nexo con la historia, demand¨® personalmente al prominente opositor. La compa?¨ªa de c¨¢terin tambi¨¦n les denunci¨® por da?o a su reputaci¨®n empresarial y gan¨® el caso. Los dos opositores y el FBK fueron condenados a pagar el equivalente a un mill¨®n de euros en da?os y perjuicios.
El pasado agosto, cuando Navalni estaba en coma en un hospital de Berl¨ªn al que fue trasladado tras ser atacado con una neurotoxina, las autoridades rusas le congelaron las cuentas bancarias y prohibieron vender o hipotecar su apartamento, ante las reclamaciones del magnate. Tambi¨¦n las de Sobol han sido congeladas. ¡°Tengo la intenci¨®n de despojar a este grupo de personas sin escr¨²pulos hasta de su ropa y sus zapatos¡±, dijo en ese momento el oligarca, que se comprometi¨® a perseguir al opositor si sobreviv¨ªa al envenenamiento.
Navalni estuvo hospitalizado 32 d¨ªas y a¨²n se recupera en Alemania del ataque con Novichok, un agente t¨®xico que solo pudo producirse en un laboratorio gubernamental ruso, que al menos tuvo que controlarla o destruirla. Un ataque que no pudo realizarse sin conocimiento del Kremlin, sostiene la UE.
Prigozhin ha rehusado una entrevista con este diario. Sin embargo, a trav¨¦s de su servicio de prensa, el empresario niega que sus denuncias se deban a una ¡°orden o presi¨®n de las autoridades¡±. ¡°La defensa de mi honor y dignidad no debe considerarse un orden pol¨ªtico¡±, dice en un comentario por correo electr¨®nico, seg¨²n su opaco canal de comunicaci¨®n, que tambi¨¦n publica sus declaraciones a los medios y las demandas judiciales que presenta en su p¨¢gina de la red social rusa Vkontakte. Una plataforma en la que tambi¨¦n asegura no tener los nexos que varios informes de servicios de inteligencia occidentales le atribuyen con la oscura compa?¨ªa de mercenarios Wagner y la conocida como f¨¢brica de trolls rusa, ¨²ltimamente detectada en varios pa¨ªses de ?frica.
El chef de Putin acumula un amplio cat¨¢logo de demandas. A las que ha presentado contra Navalni, Sobol y varios de sus colaboradores se suman otras contra Znak, un medio independiente que difundi¨® una entrevista con la opositora. ¡°Prigozhin no es un fen¨®meno aislado. Es parte del Estado mafioso corporativo dirigido por Vlad¨ªmir Putin. Y para un periodista independiente es la principal amenaza¡±, dice Ili¨¢ Kosygin, director de Dovod, un diario digital de la regi¨®n de Vlad¨ªmir, que tambi¨¦n ha recibido una demanda personal del magnate. La interpreta como otro intento de ¡°presi¨®n¡± para cerrar su medio, al que tambi¨¦n le han congelado las cuentas y confiscado sus equipos inform¨¢ticos. Kosygin se enfrenta adem¨¢s a otros procesos, entre ellos una demanda relacionada con el caso Yukos y otro prominente opositor, Mija¨ªl Jodorkovski, exiliado en Londres.
Liubov Sobol, como Navalni, tampoco duda. Tras las maniobras legales de Prigozhin y otros ve la mano del Kremlin para ¡°frenar sus investigaciones¡± e impedirles participar en procesos electorales, con especial atenci¨®n en los ¨²ltimos meses a los comicios a la Duma estatal en septiembre de 2021. ¡°El Kremlin entiende que representamos a una verdadera fuerza pol¨ªtica y tiene miedo de la competencia justa; Pero incluso con esta Navalni y yo, junto con nuestro equipo tenemos mucho apoyo en la sociedad rusa. Creo que tenemos otra ronda de presi¨®n y represi¨®n del Gobierno por delante, pero no voy a rendirme¡±, advierte la opositora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.