Los talibanes buscan distanciarse de su asociaci¨®n con el narcotr¨¢fico
El Ministerio de Interior afirma que estudian una propuesta de producci¨®n legal de hach¨ªs para usos m¨¦dicos y cosm¨¦ticos
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Los talibanes han prometido luchar contra el negocio de la droga. Sin embargo, las noticias que llegan del sur del pa¨ªs, donde se concentran las plantaciones de adormidera y cannabis, alertan de que esta temporada se est¨¢ sembrando m¨¢s que la anterior. El portavoz del Ministerio del Interior, Saeed Khosty, asegura a EL PA?S que est¨¢n cumpliendo su ¡°promesa de combatir el narcotr¨¢fico¡± y pone la pelota en el tejado de la comunidad internacional. ¡°Deber¨ªa trabajar con nosotros y ayudar a los agricultores¡±, sugiere. Mientras, los fundamentalistas exploran un destino l¨ªcito para esos cultivos.
Afganist¨¢n es conocido por su millonaria industria de la droga. Seg¨²n datos de Naciones Unidas, es responsable del 85% de la producci¨®n mundial de opio y en 2018 ese cultivo contribu¨ªa a un 11% de la econom¨ªa afgana. Tambi¨¦n es el pa¨ªs de origen del 18% de la resina de cannabis (hach¨ªs) que se intercepta globalmente, solo por detr¨¢s de Marruecos. Estados Unidos siempre relacion¨® el narcotr¨¢fico con los insurgentes.
Khosty, de 33 a?os y que antepone a su nombre el honor¨ªfico qari (recitador del Cor¨¢n), cre¨® un peque?o revuelo a finales de noviembre cuando declar¨® que una empresa australiana hab¨ªa acordado con los talibanes financiar una planta de procesamiento de hach¨ªs de 450 millones de d¨®lares (unos 400 millones de euros) para uso medicinal y cosm¨¦tico. La firma en cuesti¨®n lo desminti¨®. Se trat¨®, al parecer, de una confusi¨®n con una compa?¨ªa alemana cuyo nombre coincide.
¡°El representante en Afganist¨¢n de CPharm de Alemania vino al ministerio y nos dijo que quer¨ªan cooperar, pero el acuerdo est¨¢ a¨²n bajo discusi¨®n¡±, mantiene Khosty, convencido de que la producci¨®n legal puede prevenir el narcotr¨¢fico. ¡°CPharm nos ha dicho que comprar¨¢ el hach¨ªs directamente del mercado y pagar¨¢ m¨¢s a los agricultores¡±, asegura. CPharm no ha respondido a la petici¨®n de este diario para confirmar o desmentir las negociaciones al respecto.
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In this picture taken on September 24, 2021, men gather around bags containing heroin and hashish as they negotiate and check quality at a drug market on the outskirts of Kandahar. - While their country's economy teeters on the brink of collapse, vendors at an opium market in southern Afghanistan say prices for their goods have skyrocketed since the Taliban takeover. (Photo by Bulent KILIC / AFP) / AFP PICTURES OF THE YEAR 2021"
El portavoz de Interior admite que Afganist¨¢n tiene un grave problema de adicci¨®n. ¡°Hemos recogido a 3.000 adictos durante los ¨²ltimos 10 d¨ªas solo en Kabul y est¨¢n en tratamiento¡±, afirma. ¡°El Emirato Isl¨¢mico trabaja en la prevenci¨®n del narcotr¨¢fico. Capturamos a mucha gente que hace contrabando de drogas. Hemos cumplido nuestra promesa. Pero pedimos a la comunidad internacional que facilite cultivos alternativos para nuestros agricultores. La pobreza les aboca a cultivar la droga¡±, a?ade.
Los intentos de Estados Unidos y del Gobierno afgano de frenar el narcotr¨¢fico tampoco dieron grandes resultados, a pesar de haber gastado 8.000 millones de d¨®lares a lo largo de casi dos d¨¦cadas para destruir cosechas y laboratorios. Tambi¨¦n el mul¨¢ Omar, fundador y primer l¨ªder de los talibanes, prohibi¨® el cultivo del opio en el a?o 2000, pero el comercio continu¨®.
Llegar hasta Khosty no es f¨¢cil. El Ministerio del Interior es un b¨²nker. Hay que pasar siete cacheos antes de acceder al edificio, protegido por los mismos muros de hormig¨®n con los que el Gobierno derribado el pasado agosto se guardaba de los ataques de los talibanes. Ahora, al frente del mismo est¨¢ Sirajuddin Haqqani, l¨ªder de la red Haqqani, un grupo relativamente aut¨®nomo dentro de la milicia, pero cuya existencia niegan los fundamentalistas, y el hombre por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de 10 millones de d¨®lares.
Antes de la toma de Kabul, Khosty, uno de los principales propagandistas de la milicia, encabezaba un dedicado grupo de voluntarios que promov¨ªan la ideolog¨ªa talib¨¢n a trav¨¦s de las redes sociales. Sigue prestando mucha atenci¨®n a los medios, sobre todo en ingl¨¦s, para llegar a la comunidad internacional. Antes de la entrevista, su asistente pregunta si vamos a grabar (el ministerio tiene un estudio de televisi¨®n) y ¨¦l se interesa por el tipo de publicaci¨®n con la que va a hablar. Tambi¨¦n precisa que no contesta preguntas sobre el Estado Isl¨¢mico porque no es competencia de Interior, sino de la Direcci¨®n General de Inteligencia, los servicios secretos.
Khosty niega las ejecuciones extrajudiciales
Respecto a las acusaciones de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones de antiguos miembros de las fuerzas armadas documentadas por Human Rights Watch, el portavoz de Interior talibán, Saeed Khosty, pide que “si [la organización] tiene alguna prueba, la comparta”. Admite casos aislados de ajustes de cuentas personales, pero defiende que “el Emirato Islámico no ha matado a nadie”.
También rechaza la posibilidad de que algunos grupos de talibanes actúen con independencia del centro. “Todos siguen los edictos del emir ul mominin [príncipe de los creyentes]”, dice en referencia al líder supremo de los talibanes, Haibatullah Akhundzada.
¿Y por qué no se le ha visto en público? “El emir ul mominin se reúne con los ministros y otros líderes, pero existe un problema de seguridad. Cuando se resuelva, se presentará ante la gente”, concluye Khosty.
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