Bulgaria cierra la crisis pol¨ªtica con una coalici¨®n anticorrupci¨®n y europe¨ªsta
Kiril Petkov, l¨ªder del nuevo partido Continuemos el Cambio, es elegido primer ministro despu¨¦s de que el pa¨ªs acudiera a las urnas tres veces en apenas ocho meses
Un economista licenciado en Harvard est¨¢ llamado a rescatar de la desidia a Bulgaria. Kiril Petkov, de 41 a?os, fue investido este lunes como nuevo primer ministro del pa¨ªs balc¨¢nico tras lograr el respaldo de 134 diputados de los 240 representantes en un pleno extraordinario en la Asamblea Nacional (Parlamento). Este nombramiento pone fin al estancamiento pol¨ªtico que aboc¨® a los ciudadanos a acudir a las urnas tres veces en apenas ocho meses. Este exministro de Econom¨ªa hasta septiembre en el Ejecutivo interino constituido tras los comicios de abril y l¨ªder del reci¨¦n creado partido Continuemos el Cambio (PP, en sus siglas en b¨²lgaro) gobernar¨¢ en coalici¨®n con otras tres formaciones, tambi¨¦n reformistas y de marcado car¨¢cter europe¨ªsta: Existe Tal Pueblo, del presentador de televisi¨®n y cantante de pop Slavi Trifonov, el antisistema Bulgaria Democr¨¢tica y el Partido Socialista.
¡°Hoy es un d¨ªa importante para continuar con el cambio: de mentalidad y de gobierno¡±, recalc¨® Petkovic, que anunci¨® que su primera orden ser¨¢ imponer el pasaporte covid a los integrantes del Consejo de Ministros.
Bajo el lema ¡°tolerancia cero ante la corrupci¨®n¡±, el cuatripartito pretende dejar atr¨¢s los ¨²ltimos 12 a?os de dominio del partido conservador GERB, que encabez¨® el ex primer ministro Boyko Borisov, un antiguo bombero salpicado por varios esc¨¢ndalos de abuso de poder que desencadenaron una ola de protestas antigubernamentales hace m¨¢s de un a?o. ¡°No se gastar¨¢ ni un lev [divisa b¨²lgara] de manera fraudulenta. Si alguien lo intenta, lo atraparemos¡±, manifest¨® Petkov, consciente del clientelismo entre los miembros de la clase pol¨ªtica que arrastra este pa¨ªs de casi siete millones de habitantes y que ha visto perder a m¨¢s de un 22% de su poblaci¨®n en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas.
Con un salario medio de 788 euros, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica b¨²lgaro, es el Estado m¨¢s pobre de la Uni¨®n Europea. Y, seg¨²n el organismo de control Transparency International, se halla entre los que menos combaten la corrupci¨®n en Europa, junto con Hungr¨ªa y Polonia.
¡°El cuatripartito subsistir¨¢ si no se doblega ante la presi¨®n de ciertos c¨ªrculos de poder cuyos intereses inevitablemente afectar¨¢n si cumplen su promesa de luchar contra la lacra de la corrupci¨®n¡±, explica la analista Radina Koleva. ¡°El da?o causado desde hace m¨¢s de una d¨¦cada incluye convertir a Bulgaria en un Estado secuestrado con un poder judicial sometido¡±, prosigue Koleva, quien cree que ¡°la verdadera justicia solo existe en la primera instancia¡±.
Enfado con los partidos tradicionales
Tras dos elecciones fallidas en abril y julio, Petkov fund¨® a mediados de septiembre, junto al antiguo responsable de la cartera de Finanzas en el Gobierno interino de tecn¨®cratas, Assen Vasilev, una formaci¨®n anticorrupci¨®n que inmediatamente aglutin¨® un segmento electoral visiblemente enfadado con la nomenclatura pol¨ªtica tradicional y con los partidos-protesta por su fracaso a la hora de crear un Ejecutivo en las dos ocasiones anteriores. El PP gan¨® con holgura de manera inopinada en las legislativas de mediados de noviembre por delante del partido de Borisov, acusado de entablar relaciones con clanes mafiosos y servir a los intereses de una oligarqu¨ªa econ¨®mica. ¡°En su breve periodo como ministros, ambos tomaron decisiones valientes al revelar y detener pr¨¢cticas corruptas del anterior Gobierno¡±, indica Dimitrina Petrova, directora de la iniciativa ciudadana Organizaci¨®n de los B¨²lgaros para la Democracia Liberal (BOLD). ¡°Han prometido que reformar¨¢n la justicia y que regenerar¨¢n las instituciones¡±, agrega la activista.
Asimismo, el lenguaje directo de los dos amigos sin soflamas populistas durante la campa?a electoral cayeron de buen grado entre una poblaci¨®n acostumbrada a diatribas agresivas y a las mentiras institucionalizadas. ¡°El Estado no tiene ni imprime dinero. Es tu dinero el que se redistribuye, as¨ª que t¨² haces que el Gobierno sea el responsable de c¨®mo lo gestiona¡±, indic¨® Petkov, padre de tres hijas que prefiere seguir viviendo en el centro de Sof¨ªa, donde su esposa, de nacionalidad canadiense, tiene una confiter¨ªa.
Comparado con el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, por su optimismo y talante en contraste con las figuras ¡°tristes¡± que representan el espectro pol¨ªtico, el nuevo primer ministro no se declara de un lado u otro del espectro ideol¨®gico, sino m¨¢s bien alguien que quiere lograr objetivos de izquierdas con estrategias econ¨®micas de derechas, asegura Petrova. Incluso, Petkov ha llegado a tender la mano a los partidos de fuera de la coalici¨®n: ¡°Est¨¢n obligados a se?alarnos cada error que cometamos.¡±
Adem¨¢s de la lucha contra la end¨¦mica corrupci¨®n, el cuatripartito afrontar¨¢ serios desaf¨ªos como el alza del coste de la energ¨ªa, que se ha triplicado en los ¨²ltimos meses, y la pandemia de coronavirus. El precio de la luz alcanz¨® este lunes los 251 euros por megavatio / hora en Bulgaria, frente a los 268 euros de Espa?a. ¡°El nuevo Gobierno ha afirmado que har¨¢ todo lo posible para evitar otro aumento del 20% en los precios de la calefacci¨®n en enero de 2022; si lo consiguen, me sorprender¨ªa gratamente¡±, subraya Koleva.
Otro reto del nuevo Gobierno pasa por relanzar la fracasada campa?a de vacunaci¨®n en un pa¨ªs donde menos del 30% de los adultos est¨¢ inmunizado con la pauta completa, el ¨ªndice m¨¢s bajo del bloque comunitario. Esto ha propiciado que las autoridades cuantifiquen una de las cifras de muertos m¨¢s elevadas del continente durante la cuarta ola. ¡°La falta de confianza en las instituciones oficiales es el principal motivo antes que la desinformaci¨®n¡±, asevera Petrova, quien pide al nuevo Gobierno que deje a Macedonia del Norte v¨ªa libre a su adhesi¨®n a la UE en vez de ¡°enfrascarse en disputas vanas por cuestiones complejas de interpretaci¨®n de acontecimientos hist¨®ricos¡±.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.