Guaid¨® afronta su peor momento pol¨ªtico pese a mantenerse al frente de la oposici¨®n

La noticia del acuerdo opositor esta semana para prorrogar por un a?o m¨¢s la presidencia interina a Juan Guaid¨® durante 2022 ha pasado desapercibida en la sociedad venezolana. El labrado consenso logrado entre los partidos democr¨¢ticos, la decisi¨®n de reducir su aparato burocr¨¢tico y el empe?o por hacer una interpretaci¨®n constitucional de sus confines, no han mitigado la sensaci¨®n de intrascendencia.

Para parte importante de la opini¨®n p¨²blica nacional, la presidencia interina es una abstracci¨®n sin contenido que ya no va a poder impulsar ninguna transici¨®n a la democracia: una entelequia que s¨®lo se justifica para mantener los empleos y garantizar los salarios del personal que la ocupa, salpicado de acusaciones de irregularidades administrativas. Pero, a pesar del pesimismo, el desinter¨¦s y el distanciamiento emocional que se vive tambi¨¦n en parte de los partidos opositores, el acuerdo anunciado parece indicar que, de momento, no existe un planteamiento estrat¨¦gico con el cual sustituirla. Todos, incluyendo sus cr¨ªticos, terminaron aprobando esta pr¨®rroga el lunes.

Pero pese a renovar su mandato un a?o m¨¢s como presidente interino, Juan Guaid¨® afronta hoy su momento pol¨ªtico m¨¢s comprometido. Se ha enfriado el entusiasmo de la ciudadan¨ªa; aumentan los cr¨ªticos dentro de sus propias filas; carece de instrumentos para hacerle frente al chavismo y enfrenta acusaciones por malos manejos de los recursos que administra el gobierno interino. Luce, adem¨¢s, particularmente expuesto frente al aparato judicial oficialista.

La extensi¨®n del mandato a Juan Guaid¨®, expresado en la reforma del Estatuto de Transici¨®n aprobado en 2019, fue posible gracias a que Voluntad Popular (el partido de Leopoldo L¨®pez y Juan Guaid¨®) y Primero Justicia (el de Julio Borges y Henrique Capriles) se vieron forzados por las circunstancias a buscar un acuerdo para llegar a un punto de equilibrio que los obligara a deponer en sus aspiraciones mutuamente excluyentes.

El acercamiento es producto, entre otras cosas, de la presi¨®n ejercida por los aliados internacionales de la oposici¨®n, en particular por Estados Unidos, con la activa intermediaci¨®n del resto de los partidos aliados del G-4, como se conoce a los principales grupos opositores presentes en la anterior legislatura: Primero Justicia, Acci¨®n Democr¨¢tica, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo.

Luego de agotar varias rondas de consultas a juristas y especialistas en derecho constitucional, Primero Justicia desisti¨® de su intenci¨®n de subordinar la gesti¨®n de Guaid¨® al Parlamento, controlado por la oposici¨®n en las elecciones de 2015, que hoy funciona en condiciones de semiclandestinidad.

Voluntad Popular tuvo que transigir en que la presidencia interina siga regulada por los lapsos que contempla el Estatuto, abandonando la aspiraci¨®n de mantener el cargo indefinidamente. Las delegaciones diplom¨¢ticas del Gobierno interino quedaron reducidas, de las 60 iniciales, a 10, que son las naciones actuales que reconocen a Guaid¨® como presidente interino de Venezuela.

El diagrama construido dej¨® satisfechos a los diputados opositores. Delsa Sol¨®rzano, de Encuentro Ciudadano, quien manifest¨® su inconformidad con los primeros borradores, despu¨¦s pas¨® al benepl¨¢cito y declar¨®: ¡°La Asamblea Nacional electa en 2015 es la ¨²nica instituci¨®n leg¨ªtima que le queda al pa¨ªs, reconocida por el mundo democr¨¢tico. No podemos dejar a Venezuela sin instituciones. Venezuela no puede desaparecer, no podemos entregar la Rep¨²blica. Sabemos que esto es muy arriesgado y nada sencillo, pero primero son los intereses del pa¨ªs¡±, dijo.

Pero pese a los esfuerzos en la b¨²squeda de consensos, que contaron con la asesor¨ªa de varios abogados reconocidos, no impidieron que le lluevan las cr¨ªticas. Egl¨¦e Gonzalez Lobato, polit¨®loga y doctora en derecho de la Universidad Central de Venezuela, considera que la reforma del estatuto ¡°amalgama escandalosamente funciones ejecutivas y legislativas en una sola persona¡±. ¡°Se ha tomado una medida extrema para garantizar la continuidad de Guaid¨®, que est¨¢ plagada de irregularidades. Con el argumento de que est¨¢n defendiendo la democracia, han confiscado el Estatuto para garantizarse su permanencia en el poder, bajo el argumento de que este es un problema m¨¢s pol¨ªtico que legal. Cuando se desprecian los mecanismos legales y se pervierten los procedimientos, corremos el peligro de que los partidos democr¨¢ticos asuman que est¨¢n en una zona supraconstitucional¡±, opina.

Gonz¨¢lez Lobato prev¨¦ que este paso ¡°va a aumentar la hostilidad de Maduro. Es una circunstancia que dificultar¨¢ el entendimiento. Minar¨¢ las v¨ªas pac¨ªficas que debemos buscar para salir sin traumas adicionales de esta tragedia nacional¡±.

El laberinto opositor

La extensi¨®n de un nuevo mandato a Guaid¨® no puede ocultar las claras grietas an¨ªmicas e interpretativas que en este momento surcan el panorama de la oposici¨®n venezolana, inmersa hoy en un nuevo extrav¨ªo. En particular, en sectores de los partidos Primero Justicia y Acci¨®n Democr¨¢tica crecen las voces disidentes que cuestionan la obsolescencia del interinato y el agotamiento de la ruta trazada en 2019 para hacer posible el regreso de la democracia plena a Venezuela.

Argelia R¨ªos, analista pol¨ªtica, considera que ¡°el gobierno interino como proyecto ha colapsado. El ¨²nico objetivo que lo fundamenta es la protecci¨®n de los activos venezolanos en el exterior, salvarlos de las manos de Maduro, protegerlos para fundamentar una eventual transici¨®n a la democracia en el pa¨ªs¡±.

R¨ªos, que tambi¨¦n es periodista y escritora, considera que el esfuerzo hecho por Guaid¨® ha sido tit¨¢nico y debe ser reconocido: ¡°El debilitamiento de Guaid¨® tiene mucho que ver con la falta de apoyos internos. Ha sido dif¨ªcil concretar en torno a ¨¦l un movimiento de unidad nacional. Mucha gente lo ve con recelo, como un enemigo que se transforma en un obst¨¢culo para el sue?o de llegar a la Presidencia en unas elecciones en 2024. Hay muchas personas con aspiraciones presidenciales que est¨¢n decididas a sac¨¢rselo de encima¡±.

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