Muere en la c¨¢rcel por causas naturales Robert Durst, el multimillonario condenado por asesinato
El rico heredero estadounidense, de 78 a?os, hab¨ªa sido acusado tambi¨¦n por un gran jurado de la muerte de su mujer, desaparecida en 1982
Robert Durst, estramb¨®tico multimillonario neoyorquino y sospechoso de ser un asesino m¨²ltiple durante muchos a?os, ha fallecido esta ma?ana de lunes en un hospital penitenciario de California, donde cumpl¨ªa condena por el asesinato en el a?o 2000 de su amiga, la escritora Susan Berman. Durst ten¨ªa 78 a?os. El heredero de una de las mayores fortunas inmobiliarias de Nueva York ha muerto por causas naturales, relacionadas con diversos problemas m¨¦dicos, entre ellos un c¨¢ncer de vejiga, que se vieron agravados a causa de su contagio de la covid-19 en oto?o pasado, seg¨²n ha informado a los medios su abogado, Dock DeGuerin.
Durst fue sentenciado a cadena perpetua en octubre del a?o pasado por la ejecuci¨®n de Berman en su casa de Beverly Hills de un disparo en la cabeza. Amiga de Durst desde la universidad, Berman hab¨ªa presenciado otro crimen supuestamente cometido por ¨¦l y se dispon¨ªa a declarar en la investigaci¨®n sobre la mujer del multimillonario, Kathleen McCormack, quien en 1982 desapareci¨® sin dejar rastro, tras manifestar su deseo de divorciarse de Durst. El cuerpo nunca fue encontrado y Kathleen McCormack fue declarada muerta legalmente en 2017. El pasado 1 de noviembre, un gran jurado de Nueva York acusaba a Durst de la muerte de su esposa. Ya nunca ser¨¢ juzgado por esos cargos.
Tras matar a Berman, Durst abandon¨® California y se refugi¨® en un destartalado apartamento de la ciudad de Galveston, Texas, donde se hizo pasar por una mujer y fingi¨® ser mudo. All¨ª hizo amistad con su vecino de escalera, Morris Black, a quien acab¨® matando de un tiro, seg¨²n ¨¦l, en defensa propia. El cad¨¢ver de Black fue encontrado descuartizado, flotando en la bah¨ªa de Galveston. Un jurado de Texas encontr¨® a Durst inocente de la muerte de Black y fue absuelto. La Fiscal¨ªa intent¨® probar, sin ¨¦xito, que la verdadera intenci¨®n del heredero al matar a su vecino era robarle la identidad y as¨ª poder escapar de la Justicia.
En 1994, el padre de Durst eligi¨® a su hijo menor, Douglas, para hacerse cargo de la empresa familiar. Oveja negra de una de las mayores fortunas del mundo inmobiliario de la Gran Manzana, Durst fue arrestado en Nueva Orleans (Luisiana) en marzo de 2015, en la v¨ªspera de la difusi¨®n del ¨²ltimo episodio de un documental biogr¨¢fico titulado ¡°The Jinx¡±. En la docuserie de la cadena HBO se retrataban los cap¨ªtulos sangrientos de su vida. Uno de los momentos m¨¢s memorables, y que fue el que llev¨® a reabrir el caso por la desaparici¨®n de su esposa, es cuando a Durst se le escucha en directo, fuera de c¨¢mara, murmurar esta pregunta: ¡°?Pero qu¨¦ demonios hice?¡±. Cuesti¨®n a la que ¨¦l mismo se contesta: ¡°Los mat¨¦ a todos, por supuesto¡±.
Nacido en Nueva York en una familia jud¨ªa el 12 de abril de 1943, Robert Alan Durst era el mayor de los cuatro hijos del magnate de bienes ra¨ªces Seymour Durst y Bernice Herstein. Sus hermanos eran Douglas, Tommy y Wendy Durst. El abuelo paterno de Durst, Joseph Durst, era un sastre austroh¨²ngaro que en 1902 emigr¨® a EE UU, donde se convirti¨® en un exitoso administrador y promotor inmobiliario y fund¨® la Organizaci¨®n Durst en 1927.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.