El hombre con peor suerte del mundo
Canal + estrena ¡®The Jinx (El gafe)¡¯, serie documental de HBO sobre la vida de Robert Durst
Una noche de septiembre de 2001, los polic¨ªas de Galveston, acostumbrados a investigar casos de homicidios y robos, recibieron un aviso que cambiar¨ªa sus carreras hasta hoy. Un joven hab¨ªa encontrado un torso flotando en la bah¨ªa de la ciudad de Texas. ¡°Si hubiera sabido en lo que me estaba metiendo no lo habr¨ªa hecho tan deliberadamente¡±, admite ahora uno de ellos, el detective Cody Cazalas. Flotando en el agua aparecieron varias bolsas en las que hallaron las piernas, pies, manos y brazos de la v¨ªctima. Nunca encontraron la cabeza.
Aquel suceso y las indagaciones que le siguieron qued¨® grabado en la memoria de los estadounidenses. Y la aparici¨®n de un cuerpo descuartizado es tambi¨¦n el arranque de The Jinx (El gafe), la serie documental de HBO que esta tarde (19.10) se estrena en Canal+ 1 y que en las ¨²ltimas semanas ha vuelto a convertir en noticia a Robert Durst, sospechoso de tres muertes en Estados Unidos desde 1982, incluidas la de su esposa y la de una amiga.
Ahora, despu¨¦s de que cinco millones de estadounidenses se engancharan al podcast documental Serial, que repas¨® el caso de Adnan Syed, acusado por la muerte de expareja, la cadena HBO puede estar a punto de resolver otro misterio. Esta serie documental aborda en seis episodios la historia de Durst, perteneciente a una familia de millonarios de Nueva York y due?os de nueve rascacielos en Manhattan.
La polic¨ªa ha reabierto el caso por una menci¨®n en esta producci¨®n
Durst fue sospechoso de asesinar a su primera mujer, Kathleen, poco despu¨¦s de que su hermano Donald heredase el liderazgo de la empresa. Tal y como reconoci¨® ante la justicia, Donald contrat¨® a un guardaespaldas en cuanto supo que Durst estaba acusado de haber desmembrado el cuerpo de su vecino en Texas. Durst, por su parte, declar¨® a la polic¨ªa que ¡°no ten¨ªa ni idea¡± de por qu¨¦ su hermano tendr¨ªa miedo de ¨¦l.
Durst qued¨® en libertad bajo una fianza de 250.000 d¨®lares por el asesinato en 2001 de su vecino, Morris Black, de 71 a?os. D¨ªas despu¨¦s desapareci¨®. Ni las autoridades de Texas ni las de Nueva York lograron dar con ¨¦l hasta que a?os despu¨¦s le detuvieron por robar un sandwich en un supermercado. Los agentes estaban convencidos de que provoc¨® esa detenci¨®n para demostrar que ¡°pod¨ªa hacer lo que quer¨ªa¡±, seg¨²n explica un periodista del diario The New York Times, que sigui¨® entonces el caso. La polic¨ªa encontr¨® en su coche dos pistolas autom¨¢ticas y 38.000 d¨®lares. Pero despu¨¦s de decenas de art¨ªculos de prensa, cuatro libros y una pel¨ªcula, la justicia no ha demostrado la culpabilidad de Durst en estas muertes.
Los creadores de The Jinx (El gafe), Andrew Jarecki y Marc Smerling (candidatos al Oscar por Capturing the Friedmans) s¨ª han conseguido para este documental lo que no lograron al rodar la pel¨ªcula Todas las cosas buenas, en la que Ryan Gosling y Kirsten Dunst interpretan al sospechoso y a su esposa. Durst ha concedido m¨¢s de 25 horas de entrevistas a los directores del documental y podr¨ªan haber acercado la resoluci¨®n del ¨²ltimo caso de asesinato con el que est¨¢ vinculado, el de la muerte de su amiga Susan Berman en 2000. Seg¨²n los medios estadounidenses, la polic¨ªa ha reabierto la investigaci¨®n por la menci¨®n en la serie a una carta que supuestamente vincular¨ªa a Durst con el crimen.
La polic¨ªa recibi¨® ese a?o una misiva que les alertaba de la aparici¨®n de un cad¨¢ver en la vivienda de Berman. En ella, la palabra Beverly, de la localidad de Beverly Hills, estaba mal escrita. Conten¨ªa el mismo error que la que ha desvelado ahora el documental. Si se demuestra la responsabilidad de Durst en una de las tres muertes, se podr¨ªa cerrar uno de los casos que m¨¢s han seguido los estadounidenses en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas. Si queda abierto, puede cumplirse la frase que los creadores de The Jinx (El gafe) han elegido como subt¨ªtulo para la serie y que Durst sea ¡°el hombre con la peor suerte del mundo¡±.
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