Luiza Trajano, la mujer m¨¢s rica de Brasil, hace pol¨ªtica sin partidos (y sin rodeos)
La empresaria que levant¨® Magazine Luiza, un imperio de comercio minorista, combate el racismo y el machismo pero no quiere saber nada de ser candidata electoral
Luiza Trajano, de 73 a?os, es rica, poderosa y at¨ªpica. Es raro que un empresario con un ¨¦xito como el suyo ¡ªlevant¨® un imperio de comercio minorista en Brasil a partir de una peque?a tienda de la familia¡ª hable abiertamente sobre asuntos pol¨ªticos tan espinosos como el racismo sist¨¦mico. Que defienda la discriminaci¨®n positiva. O que confiese con absoluta naturalidad que hasta hace cinco a?os no se hab¨ªa percatado de que entre las amigas a las que cada a?o invitaba a su fiesta de cumplea?os no hab¨ªa ninguna negra. La mujer m¨¢s rica de Brasil, seg¨²n Forbes, es as¨ª, franca y espont¨¢nea. Ella misma recalca que esto de ser la m¨¢s rica es tan vol¨¢til como la Bolsa, donde hace una d¨¦cada cotiza Magazine Luiza.
Pero lo m¨¢s asombroso de Trajano es que exhibe con orgullo su conciencia pol¨ªtica incluso ahora, en un Brasil polarizado como nunca. En conferencias, eventos o entrevistas, defiende con entusiasmo sus causas, sea combatir el racismo, la violencia machista o impulsar la igualdad de g¨¦nero. Predica y act¨²a, dentro y fuera de la empresa. Time la incluy¨® entre las 100 personas m¨¢s influyentes del mundo en 2021.
Estudi¨® Derecho, pero donde realmente se siente c¨®moda desde siempre es vendiendo. Se estren¨® como dependienta en la primera tienda, abierta por su t¨ªa Luiza en 1957 en Franca, el interior de S?o Paulo. All¨ª estaba hace unos d¨ªas atendiendo a la clientela como cada a?o al inicio de la gran liquidaci¨®n.
Hija ¨²nica y sobrina ¨²nica, vibra con los asuntos pol¨ªticos. A las frecuentes especulaciones sobre su entrada en este campo, responde tajante que no quiere, que ella es apartidaria, proBrasil. A?os atr¨¢s rechaz¨® la invitaci¨®n de Dilma Rousseff de unirse a un Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT). Ahora ser¨ªa la vicepresidenta so?ada para casi todos los candidatos a las pr¨®ximas presidenciales, pero mantiene su negativa. Aunque, con la misma convicci¨®n, a?ade que seguir¨¢ dando sus batallas pol¨ªticas como ciudadana y empresaria.
¡°Siempre estuve a favor de Bolsa Familia [programa de bienestar social brasile?o], y dec¨ªan ¡®es del PT¡¯. Y cuando digo que estoy a favor de la privatizaci¨®n de Correos, dicen que soy de derechas¡±, contaba en una entrevista televisiva en 2020. Trajano, que viene a ser a escala brasile?a un Amancio Ortega o un Jeff Bezos ¡ªpadres de Inditex y Amazon¡ª se someti¨® a preguntas durante m¨¢s de una hora.
Exponerse no le asusta. Una iniciativa de su empresa, conocida tambi¨¦n como Magalu, meti¨® el a?o pasado el dedo de lleno en la herida por la que Brasil supura a diario. La direcci¨®n anunci¨® un programa para formar directivos internos abierto solo a candidatos negros o mestizos. ¡°?C¨®mo!¡±, se preguntaron muchos de sus compatriotas, indignados.
La pol¨¦mica fue formidable. La llegaron a acusar de racismo inverso. ¡°Tenemos que entender mejor lo que es el racismo estructural. Yo cre¨ªa que no era racista¡±, confes¨® ella antes de explicar que los 350 a?os de esclavitud dejaron sin oportunidades a los negros. Que alguien con tant¨ªsima influencia hable en la tele en esos t¨¦rminos resulta extraordinario en un pa¨ªs donde las personas negras suponen el 54% de la poblaci¨®n aunque eso no se refleja en el Congreso ni en los directivos de empresas. Su presencia en la publicidad comercial, en cambio, s¨ª se parece m¨¢s a la realidad.
Aquella controversia por el curso de directivos que no admit¨ªa gente blanca no arredr¨® a Trajano: ¡°Me asusta mucho m¨¢s un cliente que me escribe para decirme que fue mal atendido¡±, dijo en la citada entrevista. Y le escriben, vaya si le escriben, porque sus redes sociales est¨¢n abiertas para quien tenga una queja. Instagram se ha convertido en un buz¨®n de reclamaciones. Responde aunque sea Nochebuena y haya celebrado un almuerzo familiar digno de las p¨¢ginas de Hola! Siempre solicita al comprador cabreado los datos de la compra y un tel¨¦fono de contacto. A menudo, despu¨¦s de pedirles perd¨®n. Porque, como explic¨® en 2017 durante una charla sobre el ¨¦xito de su empresa, el secreto de un buen negocio ¡ªrequisito necesario, pero no suficiente¡ª es mimar a la clientela e innovar.
Trajano a¨²n preside el consejo de administraci¨®n, aunque en 2015 dej¨® las riendas de la compa?¨ªa al ¨²nico var¨®n entre sus tres hijos, Federico, de 45 a?os. Una hija se dedica a la culinaria, la otra es pedagoga. Cortes¨ªa del confinamiento, el primer a?o de la pandemia impuls¨® como nunca la venta por internet de esta empresa que ya en los noventa ten¨ªa tiendas virtuales que anunciaba en televisi¨®n y en los dos mil empez¨® a vender por internet.
Magazine Luiza suma 1.400 tiendas f¨ªsicas que venden desde cremas hasta cazuelas o c¨¢maras de v¨ªdeo. Sus 40.000 empleados empiezan la semana cantando el himno antes de abrir. Es uno de los rituales que implant¨® para hacer equipo (y patria). As¨ª de at¨ªpica es.
La batalla por la igualdad la da a trav¨¦s del Grupo Mulheres do Brasil, que re¨²ne a m¨¢s de 100.000 socias de lo m¨¢s diversas para estimular la participaci¨®n femenina en la construcci¨®n de Brasil, un pa¨ªs que tuvo presidenta y tiene cuotas de g¨¦nero, pero donde las parlamentarias son solo el 15%. Dice que a menudo la llaman ¡°cuando buscan una mujer¡± para cualquier tipo de iniciativa.
Derrocha simpat¨ªa. Adora las perlas, usa carm¨ªn intenso. Y aunque a veces hable como una activista, se r¨ªe de la imagen que proyecta. ¡°Luiza est¨¢ volcada en las causas, suelen decir algunos, como si yo fuera una ONG que no da beneficios¡±, dijo en aquella entrevista. En 2021 le fue mal en Bolsa, pero el a?o anterior fue realmente espectacular.
Eso s¨ª, se declara preocupada con la arraigada desigualdad y es partidaria de la redistribuci¨®n de renta, pero rechaza que las grandes fortunas paguen m¨¢s impuestos en este pa¨ªs donde la carga tributaria de los pobres es much¨ªsimo mayor que la de los ricos como ella. ¡°No se trata de gravar, gravar, gravar y echar en el cazo (com¨²n), donde no sabes a d¨®nde va. Tenemos que hacerlo bien¡±, dec¨ªa, mientras defend¨ªa la enorme ola de donaciones realizadas por los empresarios durante la pandemia y recordaba que ella lider¨® una iniciativa para evitar despidos y otra para comprar vacunas.
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