¡°S¨¢quennos de su guerra¡±, el grito de una joven v¨ªctima de violencia en Colombia

A Mayerly Brice?o se le escucha por tel¨¦fono tan indignada como se le ve en los videos, que en las ¨²ltimas semanas la han vuelto popular. ¡°El pueblo tiene miedo, pero no nos vamos a resignar y no vamos permitir volver a revivir esa ¨¦poca de dolor y de violencia que ya hemos vivido. El pueblo no est¨¢ dispuesto a seguir derramando sangre¡±, dice mirando a la c¨¢mara. Detr¨¢s de ella caminan decenas de personas vestidas de blanco y con carteles que piden paz. Su regi¨®n, Arauca, en la frontera con Venezuela, ha vivido un violento inicio de a?o. El tercer d¨ªa de enero se registraba el asesinato de m¨¢s de 30 personas en medio de la disputa territorial entre guerrilleros del ELN y disidencias de las antiguas FARC. ¡°Al menos 400 personas han tenido que desplazarse¡±, apunta Brice?o que, con 26 a?os, sabe bien qu¨¦ es tener que huir por la guerra.

Cuenta que cuando ten¨ªa cinco a?os, su familia tuvo que abandonar la casa en la que viv¨ªa por el asedio de grupos armados. Creci¨® en Botal¨®n, un peque?o caser¨ªo rico en producci¨®n de pl¨¢tano y conocido por la ganader¨ªa, vecino de Tame, uno de los blancos de la violencia en esa zona. Brice?o dice que cuando era ni?a hab¨ªa advertencias sobre qu¨¦ caminos no pisar porque pod¨ªa explotar una mina. ¡°Cre¨ªamos que esa era la ¨²nica forma de vida posible, nos acostumbramos a que fuera ¡®normal¡¯ no poder ir a la cancha de f¨²tbol de la escuela porque de pronto estaba minada o a tomar un ¨²nico camino para ir de un lugar a otro y as¨ª evitar que algo nos explotara si nos aventur¨¢bamos a tomar otra ruta¡±, cuenta desde Bogot¨¢, a donde lleg¨® el fin de semana acompa?ada por otros araucanos para denunciar la violencia que est¨¢n viviendo.

Desde el 2 de enero sobre Arauca solo se tienen malas noticias. El d¨ªa 3, combates entre grupos armados en la zona dejaron una veintena de muertos y obligaron a cientos de familias a abandonar sus casas. Esta semana una empresa de ox¨ªgeno medicinal fue atacada con un explosivo. Unos d¨ªas antes, el 20 de enero, un coche bomba explot¨® en el centro de Saravena, hubo dos muertos y cinco heridos. ¡°Somos v¨ªctimas del rompimiento de un pacto que hab¨ªa entre el ELN y las disidencias de las FARC, volvieron los cilindros bomba, los desplazamientos¡±, dice Brice?o, que es parte de la Red Colombiana de L¨ªderes Juveniles-Red Kolumbien.

Juan Pappier, experto para Colombia de Human Rights Watch, advert¨ªa hace unos d¨ªas a este diario que en esa regi¨®n pod¨ªa resucitar el conflicto que durante d¨¦cadas azot¨® a la poblaci¨®n debido a la aparente ruptura de la alianza entre el ELN y una disidencia de las FARC. ¡°Hemos recibido denuncias graves de muertes, desplazamiento forzado y secuestros. Es urgente que las autoridades tomen medidas para proteger a la poblaci¨®n civil y asistir a las v¨ªctimas¡±, advert¨ªa Pappier a inicios de este a?o. Pero los llamados a atender la crisis que se vive en esa regi¨®n no han sido atendidos. Brice?o dice que la presencia militar no es suficiente. ¡°S¨¢quennos de su guerra. Estamos en medio del fuego cruzado, ya sabemos lo que es vivir bajo ese horror. La salida no son m¨¢s militares, ya hemos visto que eso no ha funcionado, necesitamos una salida a trav¨¦s del di¨¢logo¡±, dice la l¨ªder, que denuncia que no terminan de registrar un atentado, cuando ya se est¨¢ produciendo otro. Este lunes, los medios nacionales hablaban de un nuevo hostigamiento en la regi¨®n. Guerrilleros de las FARC hab¨ªan lanzado cilindros bomba a tropas del Ej¨¦rcito. No hubo muertos, pero la ciudadan¨ªa vivi¨® otra jornada en medio de la guerra.

Brice?o asegura que en su pueblo hay gente con una maleta con ropa lista por si tiene que huir. ¡°Todos est¨¢n asustados¡±, dice. En muchos pueblos de Arauca, a las seis de la tarde ya no hay nadie en las calles. Hay toques de queda y la poblaci¨®n vive con miedo. Los secuestros han regresado. Organizaciones de derechos humanos reportaron la semana pasada dos secuestros, casi simult¨¢neos. Mientras las familias de cuatro personas celebraban su liberaci¨®n tras varios d¨ªas a manos de grupos armados, en otro punto de la regi¨®n se llevaban secuestrados a otros tres. La gente ya no sabe qu¨¦ hacer para protegerse. Un habitante del lugar dec¨ªa al diario El Colombiano que hab¨ªa tenido que sacar a su familia escondida en un cami¨®n cargado de pl¨¢tanos. ¡°Yo no pod¨ªa permitir que se llevaran a otro hijo y no volver a saber de ¨¦l¡±, explicaba.

La violencia apunta contra todos. Este martes, el periodista Emiro Goyeneche, director de un medio comunitario, recibi¨® una amenaza de muerte. ¡°[Recib¨ª] un panfleto del frente 28 de la FARC, donde me amenazaban como periodista, como director de un medio de comunicaci¨®n comunitario de la regi¨®n. Nosotros, desde que inici¨® el conflicto entre las dos insurgencias, entre las disidencias de la FARC y del ELN, la verdad que no hemos emitido ning¨²n comunicado de las dos guerrillas¡±, dec¨ªa el hombre a medios nacionales.

El sistema para la paz, conformado por varias instancias como la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), exhort¨® al Gobierno a abrir el camino del di¨¢logo con los grupos armados. ¡°Lo que viene ocurriendo y las amenazas que se est¨¢n concretando en contra de la poblaci¨®n exigen una respuesta humanitaria que desincentive m¨¢s ataques en contra de la vida, la libertad y la integridad de los habitantes de este territorio¡±, dec¨ªa la JEP en un comunicado.

¡°Arauca est¨¢ al l¨ªmite¡±, dice por su parte Brice?o. Adem¨¢s de la crisis de violencia, la regi¨®n afronta un desaf¨ªo pol¨ªtico. El gobernador, elegido en las urnas, fue capturado por presuntos v¨ªnculos con organizaciones criminales. Como encargado ha quedado un exgeneral del Ej¨¦rcito se?alado por su presunta relaci¨®n con los asesinatos de j¨®venes que hicieron pasar por guerrilleros dados de baja en combate, en el caso conocido como ¡°falsos positivos¡±.

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