Biden pide en Nueva York m¨¢s recursos para la polic¨ªa ante la ola de violencia que recorre el pa¨ªs
El presidente escenifica la respuesta dem¨®crata al aumento de la criminalidad, frente a las cr¨ªticas de la oposici¨®n republicana
La visita que el presidente de EE UU, Joe Biden, ha realizado este jueves a Nueva York ha escenificado la preocupaci¨®n de la Casa Blanca y el Partido Dem¨®crata ante el auge de la criminalidad en la Gran Manzana y el resto del pa¨ªs. Acompa?ado del fiscal general del pa¨ªs, Merrick Garland, el mandatario se ha reunido con el alcalde, Eric Adams, y la gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul, ambos dem¨®cratas; a la cita han acudido varios congresistas de su partido y la fiscal general del Estado, Letitia James. El primer escenario elegido para abordar la estrategia en la lucha contra el crimen ha sido la sede del departamento de polic¨ªa de Nueva York, el mayor del pa¨ªs, con 35.000 agentes. El segundo, un colegio del distrito de Queens, para intercambiar ideas sobre prevenci¨®n con l¨ªderes comunitarios.
En el dise?o del programa estaban todos los elementos que la Administraci¨®n de Biden pretende integrar en su abordaje del fen¨®meno. Un claro apoyo a la respuesta policial -tanto Biden como Adams rechazan el movimiento Defund the police (Desinvertir en polic¨ªa), que animan sus correligionarios m¨¢s progresistas-, pero sin olvidar la intervenci¨®n en las ra¨ªces del fen¨®meno: las comunidades m¨¢s desfavorecidas, como la afroamericana y la latina. A la vez, a diez meses de unas elecciones de medio mandato cruciales, Biden intenta demostrar firmeza ante el problema, frente a las cr¨ªticas de debilidad y tibieza por parte de la oposici¨®n republicana. Los dem¨®cratas no est¨¢n dispuestos a regalar la baza de la inseguridad a los conservadores.
En la reuni¨®n en el cuartel general de la polic¨ªa, Biden se pronunci¨® sobre la reciente muerte en acto de servicio de dos agentes, a cuyas familias telefone¨® la v¨ªspera y a los que dijo ¡°admirar much¨ªsimo¡±, y propuso dotar de m¨¢s fondos al cuerpo, no recortar su presupuesto. ¡°No se trata de desfinanciar, se trata de financiar¡±, subray¨®. El mandatario solicit¨® mayores recursos para la polic¨ªa comunitaria y para la agencia federal de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF, en sus siglas inglesas). ¡°El presidente est¨¢ hoy aqu¨ª porque conoce lo que quieren los estadounidenses: justicia, seguridad y prosperidad¡±, declar¨® Eric Adams; ¡°sabe que la seguridad ciudadana y la justicia son la base de nuestra econom¨ªa, nuestra democracia y nuestra sociedad¡±.
La reuni¨®n fue una notable demostraci¨®n de unidad entre los distintos niveles de la Administraci¨®n. ¡°Alcalde Adams, usted dice que la violencia armada es alimentada por muchos r¨ªos. Como bien sabe, propuse un plan para represar algunos de esos r¨ªos. Puede contar conmigo como socio en ese esfuerzo¡±, reiter¨® Biden al regidor. El presidente, que califica de epidemia esta oleada de violencia, present¨® en junio un plan de acci¨®n, presupuestado en 500 millones de d¨®lares, para destinar m¨¢s recursos a la polic¨ªa y a la intervenci¨®n socioecon¨®mica en las comunidades. La iniciativa pretende tambi¨¦n yugular el denominado Iron Pipeline, la ruta de aprovisionamiento de armas desde los Estados del sur del pa¨ªs hacia la costa este, as¨ª como poner fuera de circulaci¨®n a los reincidentes.
En Nueva York, donde en lo que va de a?o 116 personas han sido v¨ªctimas de tiroteos, hay un encendido debate acerca de la reforma de la fianza. Las leyes vigentes eliminan la opci¨®n de que los jueces fijen una fianza en efectivo para la mayor¨ªa de los delitos menores y no violentos, un planteamiento que el nuevo fiscal de Manhattan, el progresista Alvin Bragg, no comparte, aunque la proliferaci¨®n de sangrientos sucesos puede hacerle modificar su postura.
El mandatario defendi¨® su plan y sali¨® al paso de los cr¨ªticos. ¡°[El control de armas] No viola el derecho a la Segunda Enmienda [que consagra el derecho a poseer y portar armas] de nadie. No hay enmienda que sea absoluta. No pod¨ªas comprar un ca?¨®n cuando fue aprobada. No hay ninguna raz¨®n por la que ahora deber¨ªas poder comprar ciertas armas de asalto¡±, declar¨®.
La proliferaci¨®n de tiroteos en Nueva York en las ¨²ltimas semanas -adem¨¢s de los polic¨ªas muertos en acto de servicio, otros cuatro resultaron heridos en sendos incidentes en enero- no es exclusiva de la Gran Manzana; urbes como Chicago, Memphis o Filadelfia tambi¨¦n se desangran. El sostenido aumento de la violencia jalona el pa¨ªs desde la pandemia, con 21.500 homicidios en 2020, casi 59 al d¨ªa; un incremento del 30% en un a?o. Casi la mitad de las v¨ªctimas (9.941) eran afroamericanas, una comunidad que representa el 12% de la poblaci¨®n. De ah¨ª el ¨¦nfasis que tanto Biden como Adams ponen en la intervenci¨®n en las comunidades y los barrios.
El refuerzo policial, con la contrataci¨®n de m¨¢s agentes, es visto con suspicacia por los progresistas, as¨ª como la actual normativa sobre la fianza. Adams pretende recuperar una unidad callejera para combatir el tr¨¢fico de armas cortas que inunda Nueva York. La Casa Blanca prev¨¦ medidas contra las llamadas fantasmas, o de fabricaci¨®n privada, ensambladas a partir de piezas sueltas, sin n¨²mero de serie, o impresas en 3D, que burlan todos los controles. Entre 2016 y 2020 se decomisaron 23.900 armas de este tipo, responsables de al menos 325 homicidios. Su uso ha aumentado un 400% en los ¨²ltimos cuatro a?os, seg¨²n datos publicados este jueves por la ATF.
Con m¨¢s armas que habitantes, EE UU es el pa¨ªs m¨¢s pertrechado del mundo, una tendencia que tambi¨¦n se dispar¨® durante la pandemia, especialmente por parte de nuevos compradores. En los dos ¨²ltimos a?os, se han vendido 43 millones de armas. En junio de 2021, el 30% de los adultos estadounidenses dec¨ªa poseer al menos una, seg¨²n un estudio de Pew Research.
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