La negativa a hacerse una PCR en Rusia motiv¨® la larga mesa que Putin impuso a Macron

La agenda que llev¨® al presidente franc¨¦s Emmanuel Macron a Mosc¨² el lunes era de relevancia mundial: la crisis de Ucrania que amenaza con un nuevo enfrentamiento militar global. Pero el escenario que impuso para las discusiones su par ruso, Vlad¨ªmir Putin, una gigantesca mesa blanca que mantuvo a los dos mandatarios a seis metros de distancia, acab¨® robando buena parte del protagonismo de una cita seguida atentamente desde varias capitales del planeta y que sigue siendo objeto de pol¨¦mica, ahora en torno a la seguridad, sanitaria y hasta pol¨ªtica, de los jefes de Estado.

Aunque Macron no ha sido el ¨²nico dignatario obligado a sentarse al borde de ese mueble exagerado, muchos quisieron ver en el escenario una constataci¨®n del distanciamiento pol¨ªtico entre dos l¨ªderes que, pese a diversos intentos, sobre todo de Par¨ªs, en los ¨²ltimos a?os, no han logrado hacer cuajar una relaci¨®n fluida. Met¨¢foras diplom¨¢ticas aparte, las bromas y memes sobre la ya famosa mesa se han multiplicado desde entonces.

En las ¨²ltimas horas incluso sali¨® una teor¨ªa digna de la guerra fr¨ªa y los tiempos de gloria del KGB: seg¨²n la agencia Reuters, Macron rechaz¨® hacerse una PCR rusa para evitar que Mosc¨² se hiciera con su ADN. ¡°No pod¨ªamos aceptar que se hicieran con el ADN del presidente¡±, dijo una fuente conocedora del protocolo del presidente franc¨¦s a la agencia de noticias, sin hacer referencia, sin embargo, a que en su encuentro, que incluy¨® un almuerzo, ofrec¨ªa muchas otras formas menos rocambolescas de hacerse con una muestra gen¨¦tica de Macron.

Han sido tantos los rumores ¡ªy las chanzas¡ª que Mosc¨² y Par¨ªs se han visto obligados este viernes a desmentir, o al menos a matizar, el contexto. Cierto es, han confirmado ambos gobiernos, que el presidente franc¨¦s rechaz¨® hacerse una PCR rusa. Pero no hay que ver, insisten desde las dos capitales, amenazas de espionaje o mensajes subliminales tras ello.

¡°Algunos l¨ªderes siguen sus propias reglas y no contemplan el intercambio de pruebas para interactuar con el anfitri¨®n. Tratamos esto con comprensi¨®n, es una pr¨¢ctica internacional normal¡±, dijo este viernes el portavoz del mandatario ruso, Dmitri Peskov, en un intento de quitar hierro a la decisi¨®n del dirigente franc¨¦s, que se hab¨ªa realizado las pruebas necesarias para la detecci¨®n del coronavirus antes de viajar a Mosc¨².

¡°Entra en el protocolo de medidas extra para proteger la salud de nuestro presidente y de nuestros invitados¡±, agreg¨® Peskov, que rehus¨® aclarar ante la prensa si Putin entrega su prueba a los m¨¦dicos de la parte invitada: ¡°No me gustar¨ªa entrar en m¨¢s detalles con esto. Dejemos algo fuera de lo p¨²blico¡±.

Fuentes del El¨ªseo indicaron por su parte: ¡°Las condiciones protocolarias que permit¨ªan una entrevista entre los dos jefes de Estado con una distancia menor [contacto con apret¨®n de manos y mesa m¨¢s peque?a] impon¨ªan un protocolo sanitario que no nos parec¨ªa ni aceptable ni compatible con las restricciones de agenda que ten¨ªamos¡±. Por ello, agregaron los franceses, visiblemente molestos con los rumores de presunto espionaje o amenazas a la integridad de Macron, se opt¨® por ¡°la otra opci¨®n propuesta por el protocolo ruso¡±, es decir, la inmensa mesa que ya ha utilizado Putin en otros encuentros pol¨ªticos.

Cierto es que el presidente ruso no tuvo problemas en darse un efusivo abrazo el pasado 3 de febrero con el presidente argentino, Alberto Fern¨¢ndez, que est¨¢ vacunado con la Sputnik y pas¨® posteriormente la enfermedad. Sin embargo, un d¨ªa antes, el jefe del Kremlin hab¨ªa guardado la distancia de la mesa con el h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n, uno de sus principales baluartes dentro de la Uni¨®n Europea, pero vacunado con la variante de la china Sinopharm.

Los requisitos m¨¦dicos para reunirse con el presidente ruso suelen ser muy estrictos e incluyen varios test PCR e incluso en ocasiones han supuesto una cuarentena previa, como sucedi¨® con los veteranos que fueron invitados a la celebraci¨®n del primer D¨ªa de la Victoria de la pandemia. A pesar de ello, su entorno ha protagonizado varias pol¨¦micas. El propio Peskov reconoci¨® en junio del pasado a?o no haberse vacunado porque dec¨ªa tener inmunidad celular y anticuerpos tras haber contra¨ªdo la enfermedad en mayo de 2020, y Putin afirm¨® en septiembre que ¡°no una ni dos, sino decenas de personas¡± de su entorno m¨¢s cercano hab¨ªan enfermado de la covid.

La vacunaci¨®n del mandatario ruso tambi¨¦n ha sido motivo de debate. Tras la aprobaci¨®n general de la vacuna Sputkiv V en diciembre de 2020, Putin dijo que esperar¨ªa hasta que hubiera una vacuna para su franja de edad. Meses despu¨¦s, en marzo de 2021, anunci¨® que hab¨ªa sido inoculado contra el coronavirus en secreto, y en noviembre asegur¨® haber recibido la versi¨®n nasal de la vacuna como refuerzo.

Putin apenas ha abandonado el pa¨ªs desde el inicio de la pandemia, aunque en ning¨²n momento se le ha visto con mascarilla. Con motivo de la inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn, hizo un viaje expr¨¦s en el que evit¨® al m¨¢ximo el contacto con las autoridades tanto al aterrizar como en el estadio. Sin embargo, no tuvo problemas para estar cerca de Xi Jinping. Asimismo, esta semana recibi¨® al presidente de Kazajist¨¢n, Kasim-Yomart Tok¨¢yev, con quien departi¨® separado por una peque?a mesa.

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