Una autopista bajo el B¨¢ltico para unir al fin el centro y el norte de Europa
El t¨²nel sumergido m¨¢s largo del mundo se construye bajo el estrecho de Fehmarn, que separa Alemania y Dinamarca. El proyecto, para veh¨ªculos y tr¨¢fico ferroviario, despierta recelos entre los ecologistas del lado alem¨¢n
A media ma?ana de un martes de febrero, pocos pasajeros se toman un caf¨¦ en el ferri de Scandlines que cruza de Alemania a Dinamarca por el estrecho de Fehmarn, en el mar B¨¢ltico. La temporada tur¨ªstica todav¨ªa queda lejos y la mayor¨ªa de viajeros son conductores de camiones que hacen la ruta desde Europa central hasta Escandinavia. Los 45 minutos de trayecto pasan volando entre admirar el paisaje y visitar cafeter¨ªa, restaurante y tienda duty free del moderno ferri que zarpa cada media hora para cubrir los 18 kil¨®metros que separan ambos pa¨ªses. Un trayecto que tiene los d¨ªas contados. Si se cumplen los plazos, en 2029 esta ruta, el ¨²ltimo cuello de botella entre el centro y el norte de Europa, podr¨¢ hacerse en tren o en coche.
Dinamarca financia una de las mayores infraestructuras actualmente en construcci¨®n en la Uni¨®n Europea: el t¨²nel de Fehmarn, una inmensa obra de ingenier¨ªa presupuestada en 7.100 millones de euros para conectar dos pa¨ªses y dos regiones europeas y cerrar la brecha que ahora impide el enlace norte-sur por ferrocarril. El proyecto, muy pol¨¦mico en el lado alem¨¢n, consiste en lo que se conoce como t¨²nel sumergido. En lugar de perforar bajo el lecho marino, se excava una zanja de unos 15 metros de profundidad sobre la que se colocar¨¢n 89 estructuras prefabricadas de hormig¨®n y acero que se encajar¨¢n unas con otras como si fueran piezas de Lego para componer el t¨²nel. Ser¨¢ el m¨¢s largo del mundo de su tipolog¨ªa, asegura el consorcio encargado de su construcci¨®n.
En Fehmarn, la tercera isla m¨¢s grande de Alemania y uno de los destinos tur¨ªsticos habituales de la costa b¨¢ltica, sienten que el pez grande se ha comido al peque?o. Ante un proyecto apoyado por el Gobierno alem¨¢n y por la Comisi¨®n Europea ¡ªque aporta financiaci¨®n dentro del mecanismo Conectar Europa para fomentar las infraestructuras de transporte¡ª, el municipio de 12.000 habitantes se ve impotente frente a lo que se les viene encima.
¡°Vamos a convivir con cuatro grandes obras en la isla durante la pr¨®xima d¨¦cada¡±, lamenta el alcalde, J?rg Weber. Se refiere al t¨²nel, la ampliaci¨®n de la carretera de dos a cuatro carriles, una nueva v¨ªa f¨¦rrea que cruzar¨¢ la isla y otro t¨²nel que la conectar¨¢ con el continente. ¡°Ser¨¢ ruidoso, cambiar¨¢ nuestro paisaje y afectar¨¢ al tr¨¢fico desde y hacia Fehmarn. Y nos preocupa la aceptaci¨®n de los turistas¡±, a?ade.
El consorcio que construye el t¨²nel asegura que trata de generar el m¨ªnimo impacto en el territorio. Tiene en plantilla a observadores de fauna que dan la voz de alarma si alg¨²n p¨¢jaro se ve afectado por la construcci¨®n y almacena las capas de tierra f¨¦rtil que han retirado en lo que ser¨¢ la entrada del t¨²nel para volver a colocarlas en el mismo sitio al acabar. Una vez construido el portal, los agricultores podr¨¢n volver a cultivar sobre el t¨²nel. Pero la afectaci¨®n al paisaje es inevitable. En el lado alem¨¢n se han ganado unos 200 metros al mar y se ha reconstruido unos metros m¨¢s all¨¢ una playa donde ahora se acumulan monta?as y monta?as de arena extra¨ªda del lecho marino. Al otro lado, en la isla danesa de Lolland, la superficie en obras es al menos cinco veces mayor, pero all¨ª se ve con buenos ojos el proyecto. Traer¨¢ trabajo y turismo, le dijo su alcalde al Frankfurter Allgemeine: ¡°Con el t¨²nel ya no estamos en el extremo sur de Dinamarca, sino en medio de las metr¨®polis de Hamburgo y Copenhague¡±.
Desde el ferri se aprecia c¨®mo avanzan los trabajos: a lo largo de la ruta cuatro barcos dragadores extraen materiales del fondo marino y los cargan en barcazas que los transportan a la orilla. La construcci¨®n empez¨® a finales del a?o pasado en el lado alem¨¢n, en la isla de Fehmarn, m¨¢s tarde que en la isla danesa de Lolland, porque asociaciones ecologistas, compa?¨ªas de ferri y el Ayuntamiento de Fehmarn, entre otros, intentaron parar el proyecto en los tribunales. Les preocupa c¨®mo puede afectar al medio marino y al ecosistema de la isla la construcci¨®n de un t¨²nel que albergar¨¢ una autopista con cuatro carriles para veh¨ªculos, dos por sentido, y dos v¨ªas f¨¦rreas para trenes de alta velocidad de pasajeros y de mercanc¨ªas.
El de Fehmarn ser¨¢ el t¨²nel con combinaci¨®n de carretera y ferrocarril m¨¢s largo del mundo, relatan los paneles explicativos del centro de visitantes que la empresa ha abierto en Rodbyhavn, al sur de la isla de Lolland, a 160 kil¨®metros de la capital, Copehnague. La estrella de la exposici¨®n es una maqueta que muestra entre otras cosas c¨®mo los m¨®dulos prefabricados de 217 metros de largo saldr¨¢n del puerto y se remolcar¨¢n hasta sumergirlos en el punto exacto para ir conformando el t¨²nel. La f¨¢brica que los construir¨¢ ocupa el equivalente a 140 campos de f¨²tbol y est¨¢ en el lado dan¨¦s. Ya se puede apreciar la estructura de la primera de las seis l¨ªneas de producci¨®n. Cuando est¨¦ en funcionamiento dar¨¢ trabajo a varios miles de trabajadores y ser¨¢ uno de los mayores centros de trabajo de Dinamarca.
El proyecto para construir una conexi¨®n fija entre Alemania y Dinamarca que mejorara las redes transeuropeas de transporte llevaba d¨¦cadas rondando a ambos pa¨ªses. Se barajaron distintas ideas desde los a?os ochenta, entre ellas un t¨²nel excavado y un puente. Finalmente, se decidi¨® que el t¨²nel sumergido era la mejor opci¨®n seg¨²n las caracter¨ªsticas del estrecho, explica a pie de obra Martin Staffel, el ingeniero jefe responsable de la construcci¨®n. Berl¨ªn y Copenhague firmaron un tratado para construir la infraestructura en 2008. Es Dinamarca la que aporta los 7.100 millones, de los que 1.000 son en realidad un colch¨®n presupuestario por si se producen sobrecostes. Una vez construido, el t¨²nel se pagar¨¢ solo mediante peajes.
¡°La mayor dificultad del proyecto es la log¨ªstica: coordinar barcos, camiones, excavadoras¡ para que todos est¨¦n en su sitio en cada momento¡±, asegura Staffel. El ingeniero ha construido puentes, t¨²neles y autov¨ªas por medio mundo ¡ªtrabaj¨® en grandes infraestructuras como el metro de Qatar y en el tren de alta velocidad entre Pek¨ªn y Shangh¨¢i¡ª, pero dice que dirigir las obras del t¨²nel que unir¨¢ su pa¨ªs, Alemania, con la vecina Dinamarca, supone uno de los mayores desaf¨ªos de su carrera.
La empresa tiene 70 barcos trabajando a la vez, que se suman al intenso tr¨¢fico mar¨ªtimo habitual en esta zona. ¡°Por el estrecho de Fehmarn navegan 30.000 embarcaciones al a?o; todo el tr¨¢fico del B¨¢ltico pasa por aqu¨ª de camino al mar del Norte¡±, apunta Erling Olsen, encargado del centro de operaciones mar¨ªtimas. Su trabajo consiste en dirigir todas esas rutas y evitar accidentes. En tierra, 90 camiones cargan materiales de un lado a otro las 24 horas del d¨ªa. Entre ellos, rocas gran¨ªticas que han tenido que importar -tambi¨¦n por barco- desde Noruega para el dique del nuevo puerto.
Todo son grandes cifras en las obras del t¨²nel de Fehmarn. El objetivo es que en 2029 se tarde siete minutos en cruzar en tren y 10 en coche, y en asegurar que el paso siempre ser¨¢ posible, independientemente de las condiciones meteorol¨®gicas. No est¨¢ claro cu¨¢l ser¨¢ el futuro del ferri desde el que Staffel se?ala orgulloso al Magnor, la mayor draga retroexcavadora del mundo, en pleno proceso de arrancar arena del fondo con un enorme brazo hidr¨¢ulico de color amarillo. Los responsables de Scandlines aseguran que seguir¨¢n navegando, con o sin t¨²nel.
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