El Congreso argentino aprueba con una amplia mayor¨ªa el acuerdo con el FMI
El voto negativo de 13 senadores oficialistas consuma la ruptura entre el presidente Fern¨¢ndez y su vice, Cristina Kirchner
El Senado de Argentina aprob¨® con 56 votos a favor, 13 en contra y tres abstenciones el acuerdo firmado entre el presidente, Alberto Fern¨¢ndez, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda de 45.500 millones de d¨®lares que el expresidente Mauricio Macri contrajo en 2018. El Gobierno sum¨® los votos de los senadores que responden a Macri, pero tuvo problemas para ordenar los propios. El debate consum¨® la ruptura entre el presidente y su vice, Cristina Kirchner, convertida ahora desde dentro de la Casa Rosada en opositora del Gobierno que hace dos a?os ayud¨® a formar. El desacuerdo es tan evidente que Kirchner ni siquiera estuvo en la C¨¢mara Alta en el momento de la votaci¨®n.
El voto del Senado convirti¨® en ley el permiso parlamentario para que la Casa Rosada acuerde con el FMI una semana despu¨¦s de que Diputados le diese media sanci¨®n. El tiempo apremia. Argentina tiene el martes un vencimiento de 2.800 millones de d¨®lares y no tiene el dinero para pagar. Se espera que el lunes el directorio del Fondo apruebe definitivamente el acuerdo y el pa¨ªs sudamericano evite el default. Argentina se ha comprometido a reducir el d¨¦ficit hasta el 0,9% del PIB en 2024; bajar la inflaci¨®n desde el 52% interanual; aumentar las reservas del Banco Central y eliminar poco a poco los subsidios a la energ¨ªa, que el a?o pasado se llevaron 11.000 millones de las arcas del Estado, equivalentes al 2,3% del PIB. El FMI har¨¢ revisiones trimestrales de la metas e ir¨¢ liberando poco a poco el dinero para que Argentina pueda cumplir con los vencimientos de este a?o y el pr¨®ximo. Al final del programa, el multilateral habr¨¢ desembolsado los 44.500 millones de d¨®lares que le debe Argentina.
La aprobaci¨®n del acuerdo ha sido un camino de espinas para Fern¨¢ndez, y de consecuencias pol¨ªticas indeseables. Por un lado fortaleci¨® a la oposici¨®n macrista, que vot¨® positivo, pero dej¨® en manos del Gobierno la administraci¨®n de la crisis econ¨®mica que ella misma ayud¨® a profundizar entre 2015 y 2019. Por el otro, puso en evidencia que las diferencias entre el presidente y Cristina Kirchner por el rumbo de la gesti¨®n ya no tienen retorno. El kirchnerismo bombarde¨® todo lo que pudo el acuerdo con el FMI. D¨ªas despu¨¦s de la firma, a finales de enero, M¨¢ximo Kirchner, hijo de la expresidenta, renunci¨® como l¨ªder del oficialismo en Diputados. El 10 de marzo, 28 de sus legisladores votaron en contra del acuerdo con el argumento de que no apoyar¨ªan un ajuste de la econom¨ªa. La C¨¢mpora, la agrupaci¨®n que los re¨²ne, emiti¨® luego un comunicado en el que acusaba al ministro de Econom¨ªa, Mart¨ªn Guzm¨¢n, de desarrollar ¡°una estrategia de ¡®amabilidad¡¯, secretismo, hermetismo, confusi¨®n y desinformaci¨®n en las negociaciones¡±.
En la previa al debate en el Senado, las diferencias no hicieron m¨¢s que profundizarse. Cristina Kirchner acus¨® veladamente al Gobierno de haber atizado un ataque con piedras contra su despacho en el Congreso, que se sald¨® con decenas de vidrios destrozados y puso en peligro su integridad. Fern¨¢ndez lament¨® entonces que su vicepresidenta ya no le atendiese el tel¨¦fono. Este jueves, Cristina Kirchner abri¨® la sesi¨®n en el Senado y luego se ausent¨®. Una de las senadoras que le responden, Mar¨ªa In¨¦s Pillati, resumi¨® lo que piensa la expresidenta. ¡°No creo que votando hoy este proyecto estemos salvando al pueblo argentino del default¡±. ¡°Esto es prolongar la agon¨ªa¡±, dijo, ¡°el default, tarde o temprano, lo vamos a sufrir sobre las espaldas de los que ya hoy est¨¢n sufriendo much¨ªsimo. No por nada los gobiernos de [Juan Domingo] Per¨®n, de N¨¦stor y Cristina fueron los ¨²nicos que no gobernaron condicionados por los ajustes e imposiciones del FMI¡±.
Es que acordar con el FMI va contra la ¨¦pica del kirchnerismo: en 2005, el expresidente N¨¦stor Kirchner sald¨® una deuda de 9.100 millones con el Fondo y cort¨® relaciones. Oponerse a este acuerdo era lo ¨²nico que le quedaba a su viuda y sucesora, Cristina Kirchner. La expresidenta considera que un ajuste de la econom¨ªa, como exige el FMI, solo frenar¨¢ el crecimiento y dilapidar¨¢ las posibilidades electorales del kirchnerismo. Por eso ha intentado desde la derrota en las Legislativas del a?o pasado alejarse de un Gobierno que considera una losa para sus aspiraciones en 2023, cuando habr¨¢ elecciones generales.
La ruptura no ser¨¢, al menos por ahora, institucional. Seguir¨¢n en sus puestos los ministros que le responden, como Eduardo De Pedro, quien en una entrevista con EL PA?S dijo que el acuerdo era la ¨²nica posibilidad de evitar ¡°una cat¨¢strofe¡± econ¨®mica. Tampoco se ir¨¢ la tropa kirchnerista de puestos clave y grandes presupuestos, como la direcci¨®n del sistema de pensiones, Aerol¨ªneas Argentinas o la petrolera estatal YPF.
El malestar contra el acuerdo tambi¨¦n se sinti¨® en la calle. La semana pasada, durante la sesi¨®n en Diputados, los manifestantes lanzaron piedras contra el Congreso. Este jueves, miles de manifestantes convocados por los partidos de izquierda volvieron a reunirse frente al edificio durante la sesi¨®n, pese a saber que el Gobierno contaba con los votos suficientes para sacarlo adelante. ¡°Esta ley ya no la podemos frenar, pero movilizarse en la calle s¨ª sirve, se vio con el macrismo¡±, asegura el dirigente social Fernando Esteche frente a una enorme bandera en la que puede leerse ¡°Patria o FMI¡±. ¡°Las estafas no se pagan¡±, ¡°No al pago de la deuda¡±, dicen otras pancartas.
Para evitar los incidentes de la semana pasada, los alrededores del Congreso permanecieron vallados, pero el ambiente era muy distinto. La resignaci¨®n predominaba entre aquellos que se hab¨ªan acercado a la plaza bajo las banderas de agrupaciones de izquierda como Movimiento Sin Tierra, Tupac Amaru e Izquierda Latinoamericana.
Pese a las cr¨ªticas del kirchnerismo al acuerdo, los sindicatos, movimientos sociales y organizaciones pol¨ªticas que le son afines no se movilizaron. ¡°Hay divisi¨®n dentro del Gobierno, pero la exacerban por motivos electorales, no porque est¨¦n en contra del FMI¡±, opina la exlegisladora Vilma Ripoll, presente esta tarde en la manifestaci¨®n.
Fern¨¢ndez ha resistido hasta ahora el fuego amigo, mientras en su entorno lo alientan para que impulse, de una vez por todas, el ¡°albertismo¡± dentro de la coalici¨®n que mantiene con Kirchner. Por ahora se ha limitado a defender el texto firmado con el Fondo. ¡°Con este acuerdo no hay ajuste; ajuste deber¨ªamos haber hecho si hubi¨¦ramos ca¨ªdo en default. Ah¨ª s¨ª no ten¨ªamos ninguna salida y ninguna escapatoria¡±, dice, mientras denuncia a ¡°esa deuda maldita¡± que su Gobierno hered¨® de Macri.
El FMI, en tanto, no se mostr¨® optimista. Luego de considerar que el acuerdo era ¡°realistas y cre¨ªble¡±, este jueves advirti¨® que las subidas en el precio del petr¨®leo, el gas y los alimentos producto de la guerra en Ucrania sumar¨¢n nuevos desaf¨ªos a Argentina. ¡°El programa busca comenzar a reducir la persistente alta inflaci¨®n¡±, dijo este jueves el director de Comunicaciones del Fondo, Gerry Rice, consultado sobre el caso argentino. ¡°Esta ser¨¢ una tarea desafiante a la luz de la evoluci¨®n de la coyuntura mundial, ya que el aumento de las materias primas est¨¢ afectando la inflaci¨®n en todo el mundo¡±, dijo. Rice, con todo, remarc¨® que ser¨¢ ¡°fundamental¡± que el acuerdo cuente con un amplio respaldo pol¨ªtico para tener ¨¦xito. La coyuntura interna de Argentina no parece ir en ese sentido.
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