Jordan Bardella, ¡®mano derecha¡¯ de Le Pen: ¡°Esta es una elecci¨®n de civilizaci¨®n: naci¨®n contra mundializaci¨®n¡±

No hay nervios ni febrilidad en la sede del Reagrupamiento Nacional (RN) en el acomodado distrito XVI de Par¨ªs. Nadie dir¨ªa que faltan unos d¨ªas para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el 24 de abril. Ni que la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen, est¨¢ m¨¢s cerca que nunca de alcanzar el poder. Es como si los dados ya estuviesen echados y solo cupiese esperar a que los franceses decidiesen por fin el pr¨®ximo domingo entre Le Pen y su rival centrista, el presidente Emmanuel Macron.

A lo alto de una angosta escalera, se abre la puerta de un peque?o despacho desde el que dirige las operaciones un muchacho que creci¨® en el extrarradio obrero y multicultural de la capital. Es Jordan Bardella, presidente interino del partido desde que hace unos meses Le Pen abandon¨® el cargo para dedicarse a la campa?a. Bardella (Drancy, 26 a?os) es el rostro de la mutaci¨®n del antiguo Frente Nacional: amable y respetuoso, la cabeza amueblada, bien plantado. Un yerno ideal.

¡°Ella lo ha dicho: ya hace a?os que el ruido y la furia no le interesan. Ha adquirido experiencia y solidez¡±, declar¨® el viernes a este peri¨®dico y otros dos corresponsales de la alianza de medios europeos LENA. ¡°Hemos alcanzado la madurez pol¨ªtica necesaria para ganar la elecci¨®n presidencial¡±.

El ¨²ltimo obst¨¢culo para Le Pen es el debate del mi¨¦rcoles. Del debate de hace cinco a?os, cuando ya se enfrent¨® a Macron en la segunda vuelta, sali¨® muy mal parada. Demostr¨® incompetencia y falta de preparaci¨®n.

¡°La ventaja es que todo nos enfrenta¡±, valora Bardella en su despacho en Par¨ªs. ¡°Es una elecci¨®n de civilizaci¨®n, en realidad. O bien la naci¨®n que protege, o la mundializaci¨®n, la desregulaci¨®n, la desaparici¨®n de las fronteras. Es la divisi¨®n entre los localistas y los globalistas. Entre los somewhere (de alg¨²n lugar) y los anywhere (de cualquier lugar)¡±, dice con las palabras inglesas somewhere y anywhere que el ensayista brit¨¢nico David Goodhart acu?¨® hace unos a?os para distinguir a los arraigados de los cosmopolitas.

El partido, rebautizado como RN, ha pasado en unos a?os de asustar a los franceses y ser asociado con el antisemitismo, el racismo y la xenofobia, a parecer aceptable para al menos un tercio de los votantes. Pero el n¨²cleo ideol¨®gico es muy similar: el nacionalismo a ultranza, la llamada preferencia nacional que llevar¨ªa a excluir a extranjeros de empleos y subsidios, el euroescepticismo.

Bardella no esconde las ra¨ªces: el Frente Nacional fundado en los a?os setenta por Jean-Marie Le Pen, padre de la candidata. ¡°S¨ª, hay una continuidad. Sin Jean-Marie Le Pen, el Frente Nacional no existir¨ªa. Pero sin Marine Le Pen, habr¨ªa dejado de existir¡±, admite. Pero a?ade: ¡°Hemos evolucionado, hemos cambiado¡±,

Jean-Marie, seg¨²n Bardella, ¡°formul¨® los diagn¨®sticos e instal¨® el partido testimonial¡±; Marine ¡°lo ha convertido en partido de gobierno: ha cambiado el nombre, ha hecho venir a otras personas de otros horizontes¡±. Y concluye el razonamiento: ¡°As¨ª que continuidad, s¨ª y no¡±.

No hay disimulo, tampoco, en las prioridades. La prohibici¨®n del velo isl¨¢mico en la calle. Las limitaciones a la carne halal o kosher ¡ªseg¨²n los rituales musulm¨¢n y jud¨ªo de sacrificio¡ª con el argumento de la defensa de la ¡°dignidad¡± de los animales. El refer¨¦ndum sobre la inmigraci¨®n. La prioridad o preferencia nacional, que significa que para acceder al empleo o a la vivienda social, los ciudadanos franceses tendr¨¢n prioridad sobre los extranjeros y que plantea un desaf¨ªo a la Constituci¨®n y a las normas europeas.

¡°La prioridad nacional implica una modificaci¨®n constitucional, pero no es un golpe de Estado: habr¨¢ un refer¨¦ndum¡±, replica Bardella. ¡°A nosotros nos eligen para ocuparnos de los franceses primero¡±.

Los sondeos muestran una ventaja constante de Macron sobre Le Pen: 55,5% a 44,5%, seg¨²n Ipsos; 53,5% a 46,5%, seg¨²n Ifop. La ventaja es considerable. Pero muy inferior a la que el actual presidente sac¨® a su rival en las elecciones de hace cinco a?os: 66% a 34%. Nadie se atreve a dar nada por decidido.

El campo que se autodenomina republicano ¡ªlos macronistas, y tambi¨¦n socialistas, ecologistas, conservadores e izquierdistas radicales que, con m¨¢s o menos ganas, votar¨¢n a Macron en la segunda vuelta¡ª se?ala que la transformaci¨®n de Le Pen es pura fachada. Que la victoria de alguien que por medio de refer¨¦ndums quiere poner patas arriba la Constituci¨®n es un peligro para Francia. Que lo es para Europa dar las llaves del El¨ªseo a quien hasta la invasi¨®n rusa de Ucrania era admiradora declarada del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, y cuyo partido debe dinero a un banco ruso. Que es la extrema derecha de toda la vida.

¡°El pueblo no necesita ni consignas ni lecciones de moral¡±, zanja Bardella ante los llamamientos desde la pol¨ªtica, la sociedad civil y algunos medios de comunicaci¨®n a constituir el llamado ¡°frente republicano¡± para ¡°cerrar el paso¡± a Le Pen.

El acierto de Le Pen en esta campa?a ha consistido en centrar su mensaje no en la identidad ni en los inmigrantes, sino en el poder adquisitivo: las cuestiones de bolsillo y las dificultades para llegar a final de mes. Pero esto no significa que la inmigraci¨®n haya desaparecido del programa.

¡°Los periodistas franceses nos reprochan que no hayamos hablado suficientemente de inmigraci¨®n¡±, dice el presidente del RN. ¡°Hay un motivo sencillo: ya se nos identifica con estos temas¡±.

Bardella no reniega de conceptos como la Gran Sustituci¨®n, la teor¨ªa propagada por ?ric Zemmour, el tertuliano ultra que, con su candidatura, intent¨® sin ¨¦xito competir con Le Pen por el liderazgo de la extrema derecha. La Gran Sustituci¨®n sostiene que los franceses de origen europeo est¨¢n siendo reemplazados por ¨¢rabes y africanos.

¡°Yo no uso este t¨¦rmino, porque es un concepto muy intelectual¡±, dice el presidente del RN, quien rechaza tambi¨¦n su uso conspiracionista. Pero a?ade: ¡°Se?ala una realidad: donde crec¨ª hay franceses que ya no reconocen el pa¨ªs donde crecieron, incluidos franceses de origen inmigrante¡±.

Todo el esfuerzo de los finalistas de la carrera presidencial consiste en la recta final en convencer a los 7,7 millones de votantes del populista de izquierdas Jean-Luc M¨¦lenchon, tercer clasificado en la primera vuelta por detr¨¢s del presidente y Le Pen. Los m¨¦lenchonistas ser¨¢ decisivos el domingo. Esperando recoger una parte de estos votantes, la mano derecha de Le Pen observa: ¡°Muchos est¨¢n inquietos por cinco a?os m¨¢s de saqueo social si Macron sale reelegido¡±.

Bardella explica que el primer viaje de Le Pen, si gana, ser¨¢ a Bruselas, donde explicar¨¢ a los socios el plan para transformar la Uni¨®n Europea en una alianza europea de naciones. ¡°Nuestro proyecto¡±, anuncia, ¡°es cambiarlo todo sin destruir nada¡±.

Aunque no pertenecen al mismo grupo en el Parlamento Europeo, el RN considera a Vox su ¡°aliado y amigo¡± en Espa?a. ¡°El trabajo que han hecho en poco tiempo Santiago Abascal y Vox es destacable¡±, opina. ¡°Han logrado instalar el patriotismo como combate pol¨ªtico: la voluntad de que Espa?a sigua siendo Espa?a en la lucha contra la inmigraci¨®n y la defensa de la unidad espa?ola¡±.

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