Putin desaf¨ªa la unidad de la UE con un corte de gas que Bruselas tilda de ¡°chantaje¡±
Mosc¨² frena las exportaciones a Polonia y Bulgaria y las mantiene a los otros 25 socios. Fuentes comunitarias sospechan que pueden producirse nuevos cortes a otros pa¨ªses
La presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, ha acusado este martes a Mosc¨² de ¡°chantaje¡± tras la decisi¨®n de la energ¨¦tica rusa Gazprom de cortar el suministro de gas a Polonia y Bulgaria. Von der Leyen ha asegurado que la UE ya estaba preparada para este escenario, con planes de contingencia a nivel nacional de los pa¨ªses afectados y con un compromiso de solidaridad por parte del resto. ¡°Tanto Polonia como Bulgaria est¨¢n recibiendo ahora gas de sus vecinos de la UE¡±, ha se?alado la presidenta en una comparecencia ante la prensa. Aun as¨ª, el corte de suministro a dos de los 27 socios confirma, seg¨²n Bruselas, la voluntad del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, de utilizar el suministro energ¨¦tico como un instrumento m¨¢s de su guerra contra Ucrania y de represalia contra los pa¨ªses que presten ayuda al Gobierno ucranio de Volod¨ªmir Zelenski.
Fuentes comunitarias sospechan que tras Polonia y Bulgaria podr¨ªan producirse nuevos cortes, sobre todo en la parte de Europa m¨¢s directamente ligada a los gasoductos. El Kremlin estar¨ªa buscando resquebrajar la unidad que ha mantenido la UE desde el inicio de la invasi¨®n rusa de Ucrania el 24 de febrero y que ha empezado a flaquear a medida que el conflicto b¨¦lico provocado por Mosc¨² ha derivado en una guerra energ¨¦tica entre Rusia y Europa.
La excusa de Gazprom para cortar el gas a Polonia y Bulgaria ha sido la negativa de ambos pa¨ªses a pagar el suministro en rublos, tal y como hab¨ªa exigido Putin. El Kremlin pretende que los socios de la UE abonen sus importaciones en divisa rusa como v¨ªa para esquivar en parte las sanciones financieras europeas, que han golpeado a la cotizaci¨®n del rublo y han vetado el acceso de Mosc¨² a buena parte de sus reservas monetarias en el extranjero.
Tanto la UE como los miembros del G-7 se negaron a ceder a las presiones rusas y mantuvieron sus pagos en euros o d¨®lares, como estipulan los contratos suscritos con Gazprom. Mosc¨² ofreci¨® como alternativa la apertura de una cuenta en rublos en Gazprombank, una de las entidades rusas que no ha sido sancionada por Occidente, en la que depositar los pagos del suministro. Von der Leyen ha se?alado que ¡°el 97% de los contratos estipulan expl¨ªcitamente que el pago debe hacerse en euros o d¨®lares¡±. Y ha advertido que las compa?¨ªas que se plieguen a las exigencias de Putin estar¨ªan violando las sanciones europeas y se expondr¨ªan a acciones legales.
Hasta ahora no hay constancia de que ning¨²n pa¨ªs de la UE haya aceptado la f¨®rmula reclamada por el Kremlin, aunque fuentes de Gazprom, citadas por Bloomberg, han asegurado este mi¨¦rcoles que cuatro socios comunitarios habr¨ªan optado por esa v¨ªa, aunque no los han identificado. Austria, que podr¨ªa ser uno de esos pa¨ªses, lo ha negado. ¡°Antes de que se difundan m¨¢s las noticias falsas de la propaganda rusa. OMV [la compa?¨ªa energ¨¦tica austr¨ªaca] seguir¨¢ pagando en euros las entregas de gas procedentes de Rusia¡±, ha asegurado el canciller austriaco, Karl Nehammer, en un tuit.
Bevor hier Fake News der russischen Propaganda weiter verbreitet werden. Die OMV bezahlt Gaslieferungen aus Russland selbstverst?ndlich weiterhin in Euro. ?sterreich h?lt sich auf Punkt und Beistrich an die gemeinsam beschlossenen EU-Sanktionen.
— Karl Nehammer (@karlnehammer) April 27, 2022
La Comisi¨®n emiti¨® el pasado viernes unas orientaciones en las que explica c¨®mo pueden proceder las compa?¨ªas europeas para cumplir sus obligaciones de pago sin saltarse las sanciones europeas. Esas directrices se?alan que nada impide abrir una cuenta bancaria en Gazprombank como reclama Mosc¨², porque esa entidad financiera fue excluida del listado de sanciones precisamente para facilitar el pago de las importaciones energ¨¦ticas. Bruselas advierte, sin embargo, que las compa?¨ªas europeas no pueden aceptar que se supedite el despacho de gas a la conversi¨®n de los dep¨®sitos en rublos. La Comisi¨®n considera que esa operaci¨®n requerir¨ªa la participaci¨®n del banco central de Rusia, con repercusiones sobre sus reservas (congeladas en parte por la UE) y, por tanto, incumplir¨ªan lo dictado por las sanciones.
L¨ªnea de flotaci¨®n
Putin apunta a la l¨ªnea de flotaci¨®n de la unidad europea con un corte selectivo de dos pa¨ªses ¡ªPolonia y Bulgaria¡ª que reciben de Rusia el 50% y el 75% de sus importaciones de gas, respectivamente. ¡°Los europeos pueden confiar en que actuaremos unidos y en total solidaridad con los pa¨ªses impactados por este nuevo desaf¨ªo¡±, ha asegurado Von der Leyen.
Este mismo mi¨¦rcoles se ha reunido en Bruselas el llamado grupo de coordinaci¨®n del gas, del que forman parte las autoridades de los 27 pa¨ªses de la UE, reguladores, representantes del sector y de los consumidores. El objetivo es garantizar una respuesta unida a las amenazas y represalias energ¨¦ticas de Mosc¨² y dar cobertura a los pa¨ªses que puedan verse afectados por un corte del suministro.
Polonia consume al a?o unos 22.100 millones de metros c¨²bicos de gas, la cuarta parte que Alemania y algo menos que Espa?a (32.100 millones), seg¨²n datos de la Comisi¨®n Europea. El consumo anual de Bulgaria ronda los 3.000 millones de metros c¨²bicos, de acuerdo con la misma fuente.
La Comisi¨®n Europea revis¨® a finales del a?o pasado los grupos de riesgo y en el relacionado con Ucrania figuran, adem¨¢s de Polonia y Bulgaria, otros 13 socios, con Alemania, Italia, Grecia o Rumania entre ellos. Cada grupo constituye una plataforma destinada a ser la estructura b¨¢sica de cooperaci¨®n en caso de problema de suministro. Los pa¨ªses pueden ajustar los flujos transfronterizos de gas en caso de emergencia para garantizar que ning¨²n pa¨ªs se queda sin suministro.
El grupo de coordinaci¨®n del gas ya analiz¨® en su anterior reuni¨®n, del 29 de marzo, la amenaza que supon¨ªa la exigencia rusa de pagar el suministro en rublos. La Comisi¨®n insisti¨® en la necesidad de mantener los pagos en euros o d¨®lares, ya que lo contrario equivaldr¨ªa a ceder a una revisi¨®n unilateral de los contratos por parte de Rusia. El organismo comunitario se mostr¨® entonces en contra de disparar las alarmas de suministro previstas en la legislaci¨®n comunitaria para no dar la impresi¨®n de que los cortes eran inminentes y provocar as¨ª un alza de precios que beneficiar¨ªa a Mosc¨².
La escalada en la guerra energ¨¦tica entre Rusia y la UE, sin embargo, parece inevitable tras el primer corte de suministro de gas. Hasta ahora, cada parte graduaba y asestaba sus golpes con vistas a causar el mayor da?o posible al adversario y los menores da?os colaterales en el propio bando. Alemania bloque¨® la apertura del gasoducto Nord Stream II nada m¨¢s empezar las hostilidades en Ucrania, y Mosc¨² advirti¨® que pod¨ªa cortar tambi¨¦n el Nord Stream I aunque no ha cumplido esa amenaza.
Bruselas, tras muchas dudas, lanz¨® una nueva andanada a primeros de abril, con la suspensi¨®n de las compras de carb¨®n ruso, un golpe de 4.000 millones de euros al a?o para las exportaciones rusas. Y la UE tiene ya sobre la mesa un embargo parcial y progresivo de las exportaciones rusas de petr¨®leo como parte del sexto paquete de sanciones contra Mosc¨² desde que inici¨® en febrero la agresi¨®n contra Ucrania.
Las ventas de crudo forman el grueso de los ingresos de Rusia por las exportaciones energ¨¦ticas de la UE, por las que obtiene unos 99.000 millones de euros al a?o. Y varios pa¨ªses, entre ellos Alemania, se han resistido a sancionar el petr¨®leo por temor a que Mosc¨² cortase el suministro de gas como represalia. Pero la espiral parece inevitable y apunta a una ruptura de los lazos energ¨¦ticos entre la UE y Rusia mucho antes de lo previsto. Bruselas hab¨ªa propuesto reducir este mismo a?o en dos tercios la dependencia energ¨¦tica del club respecto a Mosc¨² y darla por terminada totalmente en 2026. Pero este calendario parece llamado a precipitarse tras la decisi¨®n de Gazprom de cerrar los primeros grifos y la previsible respuesta europea con un recrudecimiento de las sanciones.
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