Lula se lanza a la carrera electoral para ¡°devolver el fascismo a la alcantarilla¡±
El l¨ªder del PT presenta un frente de partidos progresistas brasile?os para derrotar a Bolsonaro en las elecciones de octubre
A Luiz In¨¢cio Lula da Silva nunca se le pas¨® por la cabeza jubilarse. Ni la c¨¢rcel, ni la edad ni su pr¨®xima boda han mermado su pasi¨®n por hacer pol¨ªtica. El obrero que hizo historia al llegar a la presidencia de Brasil hace dos d¨¦cadas oficializ¨® este s¨¢bado en S?o Paulo su candidatura a las elecciones de octubre en las que es el favorito para evitar que el ultraderechista Jair Bolsonaro sea reelegido. Militantes del Partido de los Trabajadores (PT), de los siete partidos que se han aliado con ¨¦l para estas elecciones, representantes de los movimientos sociales que tan importantes son para la izquierda brasile?a y sindicalistas se reunieron para arropar al veterano pol¨ªtico y a su n¨²mero dos, Geraldo Alckmin.
¡°Sin una causa la vida pierde sentido¡±, proclam¨® Lula en un discurso le¨ªdo. El izquierdista aspira a un tercer mandato para ¡°acabar con la pol¨ªtica irresponsable y criminal de este Gobierno, que pone en venta nuestras empresas estrat¨¦gicas, da?a el medio ambiente y destruye pol¨ªticas p¨²blicas que cambiaron la vida de millones de brasile?os¡±.
Entre esas vidas, la de Priscilla Rocha, de 28 a?os, llegada al evento desde Pernambuco, el Estado natal de Lula, donde es asesora del Partido de los Trabajadores (PT). Contaba que a ella y a su familia los gobiernos del PT les cambiaron la vida. ¡°Consegu¨ª entrar en la universidad. Toda mi familia, negra, perif¨¦rica, es completamente petista¡±, asegura y a?ade: ¡°Qu¨¦ bien que Lula haya tenido la fuerza para regresar¡±. 12 a?os despu¨¦s de abandonar el poder, Lula protagoniza una vuelta impensable hace poco m¨¢s de un a?o. La propici¨® la anulaci¨®n de sus condenas por corrupci¨®n, que lo llevaron 580 d¨ªas a prisi¨®n. ¡°Vamos a hacer la mayor revoluci¨®n pac¨ªfica que la historia de Brasil ha visto¡±, prometi¨® a sus fieles.
Pero los a?os no pasan en balde. Cumplidos los 76, el expresidente ley¨® el discurso para evitar los deslices que a veces lo traicionan. Se notaban los efectos del intenso ritmo de los ¨²ltimos meses, en los que se ha centrado en tejer alianzas con otros partidos y en los Estados para forjar un frente progresista. Ahora pretende emprender una gira por Brasil con una parada el d¨ªa 18 para casarse con su novia, militante del PT desde hace mucho, que le acompa?a casi siempre.
Aunque la campa?a no empezar¨¢ oficialmente hasta agosto, el acto celebrado en un anodino centro de convenciones a 30 minutos en coche del centro de S?o Paulo fue lo m¨¢s parecido al anuncio oficial de la candidatura de Lula. T¨¦cnicamente, era la presentaci¨®n del Movimiento Vamos Juntos por Brasil. El antiguo presidente (2003-2010) fue recibido a gritos de ¡°Lula, guerreiro do povo brasileiro¡± y ¡°Brasil, urgente, Lula presidente¡±.
A sus seguidores les pidi¨® que busquen aliados, que hagan campa?a por todos los rincones de Brasil para ¡°que el fascismo sea enviado a la alcantarilla de la historia, de donde nunca deb¨ªa haber sido¡±. Restaurar la democracia y reparar lo destrozado por Bolsonaro forman parte del discurso de Lula, pero dedica el grueso de sus intervenciones al pasado. Son discursos nost¨¢lgicos con constantes referencias a lo maravillosa que era la vida cuando ¨¦l gobernaba. Del futuro habla mucho menos.
Su principal promesa es reeditar los logros de aquellos a?os de bonanza econ¨®mica en los que la redistribuci¨®n de la renta y la inclusi¨®n de pobres fueron la prioridad gubernamental. Seg¨²n Lula, en octubre los brasile?os deber¨¢n elegir entre ¡°el Brasil de la democracia o el del autoritarismo, el Brasil de la verdad o de las siete mentiras al d¨ªa (que dice Bolsonaro), el Brasil tolerante o el de la intolerancia¡±, dijo Lula para concluir: ¡°Nunca fue tan f¨¢cil escoger¡±.
En su discurso incluy¨® diversos gui?os a las mujeres, que tienen una escas¨ªsima presencia en la pol¨ªtica brasile?a, dominada por hombres blancos y mayores, como Lula. Tambi¨¦n prometi¨® defender el medio ambiente, a los negros (que son mayor¨ªa en Brasil aunque viendo a sus pol¨ªticos nadie lo dir¨ªa), a los ind¨ªgenas, al movimiento LGBT¡
Lula es desde hace meses el favorito en todas las encuestas aunque Bolsonaro ha recortado la distancia en las ¨²ltimas semanas a 15 puntos. El exsindicalista ronda el 45% y el militar retirado, el 30%. Lula regresa tras ser apartado de la carrera electoral por los jueces de las ¨²ltimas elecciones en las que tambi¨¦n era favorito. El comit¨¦ de Derechos Humanos de la ONU dictamin¨® hace unos d¨ªas que los derechos pol¨ªticos de Lula hab¨ªan sido violados.
Lula fue esta semana portada de Time, pero sus palabras en la entrevista sobre el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, han levantado ampollas. ¡°Este tipo es tan responsable de la guerra como Putin. Porque en las guerras no hay un solo culpable¡±, declar¨® el pol¨ªtico, que promete que, si gana los comicios, ¡°Brasil ser¨¢ respetado de nuevo y volver¨¢ a hablar de t¨² a t¨² a los pa¨ªses poderosos¡±.
Consciente de que solo con los votos de la izquierda es imposible ganar las elecciones, ha elegido a un adversario hist¨®rico para acompa?arle en esa misi¨®n. El candidato a vicepresidente es el conservador Geraldo Alckmin, antiguo gobernador de S?o Paulo y cat¨®lico practicante. Durante d¨¦cadas fue una de las principales figuras del gran partido del centro brasile?o, el PSDB, que abandon¨® recientemente para aliarse con Lula y con otros partidos progresistas en nombre de la defensa de la democracia.
El ¡°compa?ero Alckmin¡±, como ahora lo llama Lula, tuvo que intervenir en el evento desde su casa porque el viernes dio positivo por covid, lo que hizo temer que la fiesta electoral fuera retrasada por en¨¦sima vez. Pero no.
Seimour Souza, carioca de 23 a?os, opinaba as¨ª sobre el fichaje de Alckmin: ¡°Para m¨ª es una mala elecci¨®n desde una perspectiva ideol¨®gica, pero desde una perspectiva pr¨¢ctica nos prepara para la siguiente fase. Porque, si (Lula) gana, va a recibir un pa¨ªs peor que cualquier otro Gobierno. Por eso es muy importante ampliar el espectro de fuerzas pol¨ªticas m¨¢s all¨¢ de la izquierda¡±.
Junto a Lula y Alckmin, la novia del primero ha sido la otra protagonista del acto. Ros¨¢ngela Silva, de 55 a?os, soci¨®loga y militante del PT desde 1983, ser¨¢ dentro de unos d¨ªas su esposa porque la pareja tiene previsto casarse el 18 en un lugar no revelado. Conocida como Janja, es una presencia constante junto a Lula en casi todos los eventos. Este s¨¢bado ella ha tomado la palabra para declarar p¨²blicamente, una vez m¨¢s, su amor por su novio y darle su regalo de boda: un emotivo v¨ªdeo cuya banda sonora era la pegadiza m¨²sica de la campa?a electoral de Lula en 1989, que pese a su derrota entonces se ha convertido en un cl¨¢sico del PT. La relaci¨®n, que comenz¨® despu¨¦s de que Lula enviudara en 2017, por segunda vez solo trascendi¨® en. 2019 cuando ¨¦l fue excarcelado.
La de 2022 es una campa?a electoral de revival. La imagen que m¨¢s triunfa en las camisetas de los militantes es la de un Lula de hace cuatro d¨¦cadas, cuando su novia era una adolescente que se afili¨® al partido y ¨¦l movilizaba a los obreros contra la dictadura.
El d¨ªa que Lula present¨® a su candidato a vicepresidente la foto de familia llam¨® la atenci¨®n porque all¨ª hab¨ªa una veintena de hombres blancos maduros, ning¨²n negro y solo dos mujeres. Una era la presidenta del Partido de los Trabajadores y la otra, la novia del expresidente.
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