As¨ª se ha independizado Alemania del petr¨®leo ruso desde el comienzo de la guerra
Las importaciones de crudo han pasado del 35% de antes de la invasi¨®n de Ucrania a solo el 12% y Berl¨ªn lidera ahora el frente europeo para imponer un embargo
En Alemania pr¨¢cticamente solo queda una v¨ªa de entrada del petr¨®leo ruso, un oleoducto llamado ir¨®nicamente Amistad (Druzhba, en ruso), que transporta el crudo a 4.000 kil¨®metros desde los yacimientos de Siberia hasta el coraz¨®n de la Uni¨®n Europea. Sus ramificaciones se extienden por Ucrania, Bielorrusia, Polonia, Hungr¨ªa, Eslovaquia, Rep¨²blica Checa y Austria, conformando uno de los oleoductos m¨¢s grandes del mundo, por capacidad y longitud. Una de esas canalizaciones acaba en Alemania, a escasos kil¨®metros de la frontera polaca, en una gigantesca refiner¨ªa de la ¨¦poca sovi¨¦tica que alimenta a nueve de cada 10 coches que circulan en el este alem¨¢n, incluida la capital, Berl¨ªn.
El Druzhba todav¨ªa inyecta crudo en la refiner¨ªa de Schwedt, pero es cuesti¨®n de tiempo que deje de hacerlo. En unos meses, Alemania no va a importar ni un barril de petr¨®leo ruso. De ser una de las capitales m¨¢s reticentes a los embargos energ¨¦ticos contra Rusia como castigo por la invasi¨®n de Ucrania, Berl¨ªn ha pasado a liderar el frente europeo que quiere prohibir la importaci¨®n de crudo. El giro sorprendi¨® a sus socios. Casi de un d¨ªa para otro, Alemania dejaba de arrastrar los pies y anunciaba que prescindir del petr¨®leo ya no supon¨ªa una debacle para su econom¨ªa. La dependencia alemana del crudo ruso ha pasado del 35% antes de la guerra, que comenz¨® a finales de febrero, a solo el 12%.
?C¨®mo lo ha conseguido en poco m¨¢s de dos meses? El petr¨®leo es la materia prima m¨¢s comercializada del mundo, recuerda Andreas Goldthau, experto en pol¨ªtica energ¨¦tica de la Universidad de Erfurt. Los barriles de crudo cambian de manos decenas de veces antes de llegar f¨ªsicamente a donde se van a refinar. ¡°En ese mercado global de petr¨®leo las mol¨¦culas no tienen bandera; no se compran los vol¨²menes a los pa¨ªses, sino a las empresas¡±, a?ade al tel¨¦fono, y es relativamente sencillo cambiar de suministradores cuando no hay contratos a largo plazo de por medio. Las cantidades que antes se le compraban a Rosneft, la petrolera estatal rusa, se han sustituido por las de compa?¨ªas noruegas, nigerianas o de Oriente Pr¨®ximo.
La gran ventaja del crudo y de los productos petrol¨ªferos ¡°es que pueden llegar de muchas maneras¡±, apunta Goldthau. Por v¨ªa mar¨ªtima, en buques-tanque, pero tambi¨¦n en camiones cisterna por carretera, adem¨¢s de a trav¨¦s de los oleoductos. Ah¨ª est¨¢ la gran diferencia con respecto al gas, el siguiente objetivo del Ejecutivo de Olaf Scholz. Robert Habeck, su ministro de Econom¨ªa y Clima, calcul¨® hace unas semanas que prescindir del gas ruso no ser¨¢ posible hasta mediados de 2024. La mayor parte del que llega actualmente lo hace por gasoducto. Los Gobiernos alemanes de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas lo fiaron todo al hidrocarburo de Mosc¨² y no construyeron infraestructuras alternativas. Por eso, el pa¨ªs no tiene ni una sola terminal de regasificaci¨®n para poder importar gas natural licuado (GNL) por mar. En Espa?a, a modo de comparaci¨®n, funcionan seis.
El puerto de Gdansk, en Polonia, se ha convertido en la principal puerta de entrada del petr¨®leo que consume Alemania. La refiner¨ªa de Leuna, tambi¨¦n en el este del pa¨ªs y que como Schwedt se nutr¨ªa del oleoducto Druzhba, ya ha prescindido de la mitad del crudo ruso, asegura una portavoz del Ministerio de Econom¨ªa y Clima. Su operadora, la francesa Total Energies, dej¨® de comprar hidrocarburos rusos en el mercado diario dos d¨ªas antes de que empezara la invasi¨®n. Aunque todav¨ªa est¨¢ modificando los contratos a largo plazo, el Gobierno cree ¡°en un plazo muy corto¡± habr¨¢ conseguido independizarse de las materias primas rusas.
En Schwedt no ser¨¢ tan f¨¢cil. Su propietario mayoritario es Rosneft y como tal no tiene ning¨²n inter¨¦s en empezar a refinar otro petr¨®leo que no sea el ruso. Desde un punto de vista t¨¦cnico, la refiner¨ªa podr¨ªa trabajar con crudo de otros or¨ªgenes importado desde los puertos de Gdansk y de Rostock, tambi¨¦n en la costa b¨¢ltica. ¡°Pero no contemplamos que vayan a terminar voluntariamente la relaci¨®n de suministro con Rusia¡±, reconoce el ministerio a EL PA?S. Schwedt produce gasolina y di¨¦sel para veh¨ªculos, gas¨®leo para calefacci¨®n y el queroseno que repostan los aviones en el aeropuerto de Berl¨ªn. Un par¨®n en su actividad, o incluso una reducci¨®n, amenaza con provocar cuellos de botella y, en ¨²ltima instancia, el temido racionamiento.
¡°Un descenso en la producci¨®n de Schwedt tendr¨ªa consecuencias para la econom¨ªa de la regi¨®n de Berl¨ªn y Brandeburgo e impactar¨ªa en los precios¡±, asegura Goldthau. Pero el Gobierno, a?ade, est¨¢ ahora dispuesto a asumirlo. Se baraja incluso la posibilidad de tomar el control de la refiner¨ªa, como hizo el mes pasado con la filial alemana de la gasista estatal rusa Gazprom. La expropiaci¨®n ser¨ªa el ¨²ltimo recurso, pero el ministro Habeck no la ha descartado: la ley que permite que el Estado tome los activos de empresas cr¨ªticas para la seguridad del suministro de energ¨ªa acaba de ser aprobada y podr¨ªa entrar en vigor este mismo mes.
Con el s¨ª de Alemania, la Comisi¨®n Europea ha podido poner sobre la mesa el embargo al petr¨®leo ruso en respuesta a los cortes de suministro de gas a Polonia y Bulgaria ordenados por el Kremlin. Pero hay otros pa¨ªses, m¨¢s dependientes o con menor capacidad o voluntad para desengancharse del crudo, que se muestran reticentes. Las negociaciones en Bruselas para vencer la resistencia de Hungr¨ªa, Eslovaquia y Rep¨²blica Checa contin¨²an este fin de semana.
Una de las propuestas que permitir¨ªa mantener la unidad que ha exhibido hasta ahora la UE en el dise?o de los paquetes de sanciones contra Putin ser¨ªa darles m¨¢s tiempo que al resto, algo que Berl¨ªn ve con buenos ojos. Alemania ha hecho ¡°muchos progresos¡± en la b¨²squeda de alternativas a los hidrocarburos rusos, dijo Habeck el lunes, pero reconoci¨® que ¡°otros pa¨ªses podr¨ªan necesitar m¨¢s tiempo¡±. De media, los 27 importaron el a?o pasado el 25% del petr¨®leo de Rusia, pero hay grandes diferencias entre Estados. En el caso de Bulgaria, Eslovaquia, Hungr¨ªa y Finlandia el porcentaje super¨® el 75%.
Habeck quiso advertir de que este segundo embargo energ¨¦tico no le va a salir barato a la UE. ¡°Nos vamos a perjudicar a nosotros mismos, eso est¨¢ claro¡±, sentenci¨®. En Berl¨ªn se da por descontado que los precios van a subir, pero se considera que el impacto es manejable y forma parte de los sacrificios que es necesario hacer para apoyar a Ucrania. La prohibici¨®n del crudo ruso pretende golpear donde m¨¢s duele, en las copiosas ganancias con las que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, financia la guerra. Con la venta de crudo a la UE ingres¨® el a?o pasado casi 48.000 millones de euros, 75.000 si se cuentan tambi¨¦n los derivados del petr¨®leo.
El gas est¨¢ ya en el punto de mira de Berl¨ªn. Ser¨¢ el siguiente paso. Habeck viaj¨® a Qatar hace unas semanas en busca de posibles suministradores y acaba de firmar los primeros contratos para construir sin demora terminales de GNL. La primera, una infraestructura flotante, podr¨ªa estar lista a finales de a?o.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.