Abono mensual de transporte a nueve euros: la receta de Alemania para reducir el consumo de energ¨ªa rusa

El transporte p¨²blico no es barato en Alemania. En Berl¨ªn, por ejemplo, el abono mensual para las dos zonas m¨¢s c¨¦ntricas cuesta 86 euros al mes; un billete sencillo, tres euros. Por eso, la decisi¨®n del Gobierno de coalici¨®n de Olaf Scholz de crear un abono de solo nueve euros al mes para usar en metro, autob¨²s e incluso en la red regional de trenes ha creado una enorme expectaci¨®n. ?Se saturar¨¢n en hora punta en las grandes ciudades? ?Se llenar¨¢n de domingueros islas exclusivas como Sylt ante la posibilidad de subirse gratis al tren o al ferri? La oferta, que el viernes aprob¨® definitivamente la C¨¢mara alta del Parlamento alem¨¢n, durar¨¢ todo el verano, del 1 de junio al 31 de agosto.

En un pa¨ªs que ha visto c¨®mo el litro de gasolina y di¨¦sel ha escalado por encima de los dos euros, los esfuerzos gubernamentales se han centrado en mitigar el coste de la energ¨ªa. Se han aprobado pagos directos a familias para que puedan abonar la calefacci¨®n, reducci¨®n de los impuestos al combustible y desgravaciones fiscales. Pero la medida m¨¢s pol¨¦mica quiz¨¢ sea el ticket de los nueve euros. Para empezar, ha generado fricciones entre el Ejecutivo y los 16 Estados federados, que tiemblan ante el agujero que puede hacer en sus presupuestos. Las empresas de transporte tambi¨¦n han dado la voz de alarma: aseguran no estar preparadas para la multiplicaci¨®n de pasajeros que traer¨¢ consigo la medida.

La invasi¨®n rusa de Ucrania ha dado impulso a los esfuerzos alemanes para reducir la dependencia de los combustibles f¨®siles. Las autoridades llaman constantemente al ahorro de energ¨ªa. Hasta la mayor asociaci¨®n de automovilistas del pa¨ªs, ADAC, ha pedido a los conductores que, si pueden, dejen el coche en casa. La empresa p¨²blica que gestiona las piscinas de la capital ha anunciado que este verano los ba?istas encontrar¨¢n el agua ¨Dque en muchos casos se calienta con gas natural¨D entre uno y dos grados m¨¢s fr¨ªa. El abono de nueve euros pretende sacar veh¨ªculos de la carretera. ¡°Queremos que los ciudadanos conozcan las posibilidades que ofrece el transporte p¨²blico, que lo utilicen y que lo integren de forma permanente en su movilidad cotidiana¡±, dijo el ministro de Transporte, Volker Wissing, tras anunciarlo.

Su inclusi¨®n en el milmillonario paquete de ayudas para aliviar el encarecimiento de la energ¨ªa es una victoria de Los Verdes, el partido que, junto con los socialdem¨®cratas de Scholz y los liberales, gobierna en Alemania desde diciembre. Frente a los liberales, que abogaban por bajadas de impuestos, los ecologistas quer¨ªan que al menos una de las medidas tuviera que ver con el fomento del transporte p¨²blico y que fuera atractiva. Poder viajar tres meses por toda Alemania por 27 euros sin duda cumple esas premisas.

M¨¢s de la mitad de los alemanes hacen desplazamientos de entre 15 y 60 minutos cada d¨ªa para ir al trabajo, y los costes de esos viajes, ya sean en veh¨ªculo individual o en transporte p¨²blico, no han dejado de crecer en los ¨²ltimos a?os. Una encuesta reciente de Infratest Dimap para la televisi¨®n p¨²blica ARD pregunt¨® a los ciudadanos si planeaban usar el abono de nueve euros. El 30% de los que viven en pueblos peque?os dijo que s¨ª, frente al 44% de las ciudades medianas y el 60% de las grandes ciudades. Es comprensible el temor de los operadores de transporte de ciudades como Berl¨ªn o M¨²nich, donde a ciertas horas metros y autobuses ya circulan muy cargados, aunque no tanto como antes de la pandemia.

Aglomeraciones en fin de semana

En Berl¨ªn, las mayores aglomeraciones se prev¨¦n los fines de semana, en desplazamientos a zonas de recreo cercanas a la capital. La autoridad de transporte (VBB) ha anunciado refuerzos en autobuses y trenes habituales para excursiones a lagos como el Wannsee. Su portavoz alert¨® de que es probable que no haya plazas en trayectos habitualmente muy concurridos, como los destinos de playa del mar B¨¢ltico.

Los cr¨ªticos con la propuesta creen que el verano no es la mejor ¨¦poca para poner en marcha el transporte barato. Los defensores argumentan lo contrario: garantiza la igualdad de oportunidades, de forma que personas con bajos ingresos puedan ir no solo a trabajar, sino tambi¨¦n permitirse viajes de ocio y naturaleza. El temor de los habitantes de la isla de Sylt, un destino frecuentado por alemanes acaudalados, a que lleguen hordas de visitantes, ha provocado una campa?a de mofa en redes sociales que anima a invadir la localidad. ¡°Va a ser la nueva Mallorca¡±, bromean usuarios de Twitter estos d¨ªas. Un evento en Facebook para provocar ¡°d¨ªas del caos¡± en la isla tiene 3.000 confirmaciones, seg¨²n la prensa local.

Todos los ciudadanos tendr¨¢n derecho a comprar el abono, que podr¨¢n utilizar en el transporte local de sus municipios, pero tambi¨¦n en los trenes regionales de Deutsche Bahn (la compa?¨ªa p¨²blica de ferrocarril) de todo el territorio. Es decir, se podr¨¢ viajar en tren entre ciudades siempre que no se usen los InterCity Express (ICE), trenes de alta velocidad que conectan las mayores ciudades del pa¨ªs.

El Gobierno federal ha prometido a los l?nder una ayuda de 2.500 millones de euros para hacer frente a la ca¨ªda de ingresos de los pr¨®ximos tres meses. La mayor¨ªa de los Estados consideran que no es suficiente y siguen las negociaciones para ara?ar m¨¢s presupuesto a Berl¨ªn. En total, se calcula que la medida costar¨¢ unos 15.000 millones de euros.

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