Las grandes gasistas europeas esquivan las sanciones para mantener la importaci¨®n de gas ruso

?Gas o sanciones? Los principales clientes europeos de la compa?¨ªa rusa Gazprom llevan varias semanas al filo de la legalidad para mantener las importaciones de gas ruso sin violar las sanciones impuestas contra Mosc¨² por la Uni¨®n Europea. El castigo comunitario proh¨ªbe alimentar las reservas del banco central de Rusia, una sanci¨®n que el Kremlin intenta neutralizar obligando a las gasistas europeas a pagar en rublos. Las importadoras han logrado hasta ahora esquivar el impacto de las sanciones gracias al resquicio ofrecido por la Comisi¨®n Europea, que considera aceptable abrir una cuenta en rublos siempre y cuando la factura por el hidrocarburo se d¨¦ por saldada con el pago en euros.

Hasta ahora, solo dos grandes gasistas europeas ¡ªla italiana Eni y la alemana Uniper¡ª han reconocido p¨²blicamente que han abierto cuentas en rublos para sus compras de gas ruso, tal y como exigi¨® un decreto ruso publicado el 31 de marzo so pena de cortar el suministro. Pero la agencia Bloomberg ha se?alado que una veintena de empresas habr¨ªan dado ese paso ante la imposibilidad de encontrar alternativas al gas ruso a precios competitivos. Esas cifras, sin embargo, conviene ponerlas en cuarentena porque la fuente original de la informaci¨®n de la agencia estadounidense es la firma estatal rusa Gazprom.

La Comisi¨®n Europea, por su parte, ha asegurado que no tiene constancia de que ninguna compa?¨ªa europea haya violado las sanciones. El organismo comunitario ha recordado una y otra vez que no est¨¢ prohibido abrir una cuenta en rublos ni tener relaciones comerciales con Gazprombank, entidad excluida de la lista negra europea precisamente para permitir el pago de las importaciones energ¨¦ticas. Bruselas solo exige que las gasistas se cercioren de manera fehaciente de que la compa?¨ªa rusa se da por pagada cuando llega el ingreso en euros y de que no aprovecha para realizar operaciones financieras con el dinero que involucren al banco central.

El delito de incumplir las sanciones

Las compa?¨ªas europeas extreman el cuidado porque una violaci¨®n de las sanciones puede entra?ar graves consecuencias penales o administrativas, seg¨²n los pa¨ªses. Este mi¨¦rcoles, la Comisi¨®n incluso ha propuesto incluir el incumplimiento de las sanciones en el listado de delitos europeos a los que se puede castigar con duras penas y con la confiscaci¨®n de bienes. En ese listado figuran delitos como el terrorismo, la trata de personas o el tr¨¢fico de armas.

Las gasistas han logrado hasta ahora cuadrar el c¨ªrculo y mantener el flujo de gas. Eni afirm¨® en un comunicado que la apertura de dos cuentas en Gazprombank, una en euros y otra en divisa rusa, ¡°cumple el marco internacional de sanciones¡±. La empresa italiana asegura que ha recibido confirmaci¨®n por parte de la gasista y de las autoridades rusas de que ¡°la facturaci¨®n y el pago seguir¨¢ siendo en euros¡±, como fijaban los contratos. Y que la conversi¨®n a rublos se har¨¢ en 48 horas y sin participaci¨®n del banco central ruso. Mosc¨² se habr¨ªa comprometido, seg¨²n Eni, a que no cortar¨¢ el suministro si el cambio de divisa se retrasara por alg¨²n motivo.

En t¨¦rminos parecidos, aunque sin dar detalles, se ha expresado la alemana Uniper. ¡°Debe ser posible una conversi¨®n del pago que cumpla con las sanciones y con el decreto ruso¡±, se?ala un portavoz de la gasista. A pesar de todo, sigue habiendo dudas sobre el encaje de la f¨®rmula del cambio de divisa con unas sanciones te¨®ricamente insoslayables.

¡°Estamos en una zona gris¡±, se?ala Federico Santi, analista de la consultora Eurasia, en una reciente nota para clientes. Santi advierte, en l¨ªnea con lo indicado por la Comisi¨®n Europea, de que ¡°dejar la conversi¨®n en manos de Gazprombank puede constituir un pr¨¦stamo de facto y los pr¨¦stamos al gobierno ruso o a empresas controladas por ¨¦l est¨¢n prohibidos por las sanciones de la UE¡±.

El Gobierno de Vlad¨ªmir Putin es el primer interesado en que las energ¨¦ticas europeas se avengan a aceptar sus reglas del juego, tanto por razones econ¨®micas ¡ªapuntala el rublo¡ª como pol¨ªticas ¡ªle sirve para mostrar disensiones entre los socios europeos¡ª.

Con su exigencia de cobrar en su propia moneda todo el gas que vende al bloque comunitario, Mosc¨² busca tres objetivos: azuzar la divisi¨®n en el seno de la UE, evitar la acumulaci¨®n de dinero en cuentas denominadas en euros ¡ªcon el riesgo que eso implica para sus intereses¡ª y sostener la divisa nacional.

La primera meta no la ha conseguido del todo: a pesar de que las gasistas y los pa¨ªses han tomado sendas distintas, hasta ahora nadie ha incumplido, al menos flagrantemente, las sanciones occidentales. Y aunque el cambio en el mecanismo del pago ha provocado tensiones entre los socios europeos ¡ªcon algunos de ellos, como Polonia, partidarios de no aceptar ninguna f¨®rmula que esquive las sanciones¡ª lo cierto es que la unidad se ha mantenido y su principal amenaza es el embargo al petr¨®leo.

En el terreno econ¨®mico, Putin ha tenido m¨¢s ¨¦xitos. Sus multimillonarios ingresos por la venta de gas, convertidos al rublo, han revitalizado a la divisa rusa. Tras desplomarse en los primeros compases de la guerra, cabalga hoy en m¨¢ximos de m¨¢s de un lustro.

Fuentes comunitarias reconocen, adem¨¢s, que el decreto del 31 de marzo da al Kremlin un instrumento arbitrario que le permitir¨¢ cortar el suministro de gas a los pa¨ªses que desee. Gazprom ya cerr¨® el grifo a Polonia y a Bulgaria, por negarse a abrir cuentas en rublos. Y poco despu¨¦s hizo lo propio con Finlandia. Oficialmente, por la misma raz¨®n, aunque este tercer corte coincidi¨® con la decisi¨®n de Helsinki de solicitar el ingreso en la OTAN.

Salvo en esos tres pa¨ªses, el gas ruso ha seguido fluyendo con relativa normalidad por los ductos que conectan Rusia con la UE. Algunas semanas, de hecho, los bombeos han llegado a ser superiores a los de principios de a?o, antes del inicio de la guerra. Pero Tanto Bruselas como las principales capitales del bloque son plenamente conscientes de que el proceso de desenganche del combustible procedente de Rusia requiere tiempo; y de que Mosc¨² puede dar un cerrojazo en cualquier momento y a cualquier pa¨ªs.

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