La batalla por el fin del mundo: Australia, EE UU y China se disputan la influencia sobre las islas del Pac¨ªfico Sur
El ministro de Exteriores chino realiza una gira de 10 d¨ªas por ocho pa¨ªses para proponer un acuerdo de colaboraci¨®n comercial y de seguridad
Fiyi. Kiribati. Las Salom¨®n. Tonga. Nombres que evocan diminutos para¨ªsos tropicales, descamisados abanderados ol¨ªmpicos o cruentas batallas de la II Guerra Mundial. Pero tambi¨¦n islas en una posici¨®n estrat¨¦gica clave para dar acceso al Pac¨ªfico Sur (o bloquear vitales rutas mar¨ªtimas), a corta distancia de Australia, durante d¨¦cadas el gran protector regional. Estos territorios son ahora escena de un intenso duelo por su control entre las grandes potencias: de un lado, Australia y Estados Unidos. Del otro, una China que desembarca a todo tren enviando a altos cargos del Gobierno y prometiendo inversiones, acuerdos de seguridad y construcci¨®n de infraestructuras.
La alarma comenz¨® a cundir en Canberra y en Estados Unidos a ra¨ªz de la firma por sorpresa, el mes pasado, de un pacto de cooperaci¨®n entre China y las peque?as islas Salom¨®n, de 687.000 habitantes. El acuerdo contemplaba cuestiones de comercio, pesca y ¡ªsobre todo¡ª seguridad, al permitir el env¨ªo de fuerzas de seguridad chinas para mantener el orden social, proteger vidas y la propiedad privada a petici¨®n del Gobierno nacional. Los barcos militares chinos podr¨¢n efectuar visitas y llevar a cabo ¡°repuestos log¨ªsticos¡±. Aunque los dos gobiernos signatarios lo niegan, tanto Canberra como Washington temen que el pacto pueda abrir el camino para una futura base militar china en la zona, a menos de 2.000 kil¨®metros de territorio australiano.
La creciente actividad diplom¨¢tica y econ¨®mica de China en la zona no se ha quedado ah¨ª. Este jueves, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, comenzaba en Honiara, la capital de las Salom¨®n, una gira de 10 d¨ªas por ocho naciones isle?as del Pac¨ªfico: las Salom¨®n, Fiyi, Kiribati, Samoa, Tonga, Vanuatu, Pap¨²a Nueva Guinea y Timor Leste. A su llegada, seg¨²n un comunicado de Exteriores en Pek¨ªn, ha expresado su esperanza de que las relaciones con Honiara sirvan de ejemplo para otras islas del Pac¨ªfico.
Un socio ¡°sincero¡±, seg¨²n Pek¨ªn
Pek¨ªn se describe ante esas naciones como un socio ¡°sincero y confiable¡±, apelando al desencanto que puedan sentir algunos de estos Gobiernos por el trato displicente o incluso olvido que consideran que han recibido desde hace d¨¦cadas por parte de Australia, la gran potencia regional, y Estados Unidos.
En esta gira, en la que Wang se reunir¨¢ con los ministros de Exteriores del Pac¨ªfico en Fiyi la pr¨®xima semana, el ministro chino ofrecer¨¢ un plan de cooperaci¨®n, la Visi¨®n de Desarrollo Conjunto de China y las Islas Naciones del Pac¨ªfico, enviado la semana pasada a una docena de gobiernos y cuya existencia adelant¨® Reuters.
Con esta iniciativa, similar en su lenguaje al pacto suscrito con las Salom¨®n, China aspira a fortalecer sus lazos con la regi¨®n, ofreciendo millones de euros en asistencia, y la perspectiva de un acuerdo de libre comercio que d¨¦ a los productos de estas islas acceso al gigantesco mercado chino. Pek¨ªn tambi¨¦n ofrece capacitar a las polic¨ªas locales y cooperaci¨®n de seguridad cibern¨¦tica. A cambio, busca acceso a los recursos naturales de la zona y la capacidad de dise?ar mapas marinos de gran detalle en esas aguas.
El intenso cortejo chino a las islas hasta ahora ancladas firmemente en la ¨®rbita de Australia ha desatado el temor en ese pa¨ªs y en Estados Unidos a un cambio de la alineaci¨®n geopol¨ªtica de esas naciones, que adem¨¢s de su posici¨®n estrat¨¦gica aportan votos que pueden resultar decisivos en las instituciones internacionales. ¡°Sabemos que China ve [su propuesta de Visi¨®n de Desarrollo] como la primera de muchas¡±, apunt¨® el nuevo primer ministro australiano, Anthony Albanese. ¡°Est¨¢ tratando de expandir su influencia en la regi¨®n del mundo donde Australia ha sido el primer socio en cuestiones de seguridad desde la II Guerra Mundial¡±, a?adi¨®.
Tras tomar posesi¨®n de su cargo el lunes, Albanese promet¨ªa multiplicar su atenci¨®n a esas naciones isle?as. Empezando por la asistencia contra el cambio clim¨¢tico, la gran preocupaci¨®n de esos Estados en primera l¨ªnea de los efectos de los gases invernadero y que su predecesor, el conservador Scott Morrison, desde?¨® durante su mandato. Canberra tambi¨¦n ha anunciado un plan de 500 millones de d¨®lares australianos (330 millones de euros) en ayuda al desarrollo. Uno de sus primeros actos como jefe de Gobierno ha sido enviar a su ministra de Exteriores, Jenny Wong, a Fiyi para que se re¨²na con el primer ministro de ese pa¨ªs, Frank Bainimarama, antes de la llegada del representante chino.
Estados Unidos no se ha quedado atr¨¢s. En febrero, Washington anunciaba la reapertura de una embajada Estadounidense en las Salom¨®n tras una ausencia de 29 a?os. En abril, el responsable de la Casa Blanca para Indo-Pac¨ªfico, Kurt Campbell, viajaba a la zona.
La carrera ha adquirido una velocidad a¨²n mayor este mes. Adem¨¢s del triunfo laborista en las elecciones australianas, ha contribuido la gira del presidente estadounidense, Joe Biden, por Asia. En la cumbre en Tokio el martes del Quad, la alianza informal entre EE UU, Australia, Jap¨®n e India, los cuatro l¨ªderes dedicaron parte de sus debates a la creciente influencia china en el Pac¨ªfico Sur. Anunciaron la creaci¨®n de una iniciativa, Alianza para el Conocimiento del Dominio Mar¨ªtimo en Indo-Pac¨ªfico, que incluir¨¢ a las islas de la zona y responder¨¢ a desastres humanitarios, adem¨¢s de combatir la pesca ilegal.
Esta semana, y mientras se llevan a cabo las intensas campa?as diplom¨¢ticas china y australiana, Campbell hablaba por videoconferencia con Bainimarama sobre acuerdos econ¨®micos y para una mejora de la seguridad. Por su parte, Pek¨ªn prepara, seg¨²n el Financial Times, un nuevo acuerdo bilateral con Kiribati, aunque este pa¨ªs lo ha negado. El ministro Wang visitar¨¢ Tarawa, su capital, durante cuatro horas este viernes.
Los pa¨ªses de esta zona hab¨ªan sido tradicionalmente aliados diplom¨¢ticos de Taiw¨¢n ¡ªy, por tanto, no contaban con lazos formales con Pek¨ªn¡ª hasta que, tras la victoria de la presidenta, Tsai Ing Wen, en 2016, el Gobierno de Xi Jinping comenz¨® a cortejar a los socios de Taip¨¦i para que rompieran lazos con la isla autogobernada y los entablaran con China.
Entre denuncias de corrupci¨®n y sobornos, las Salom¨®n dieron ese paso en 2019, apenas cuatro meses despu¨¦s de la llegada al poder de Manaseh Sogavare.
La relaci¨®n con las islas se ha convertido en un elemento a¨²n m¨¢s importante para Pek¨ªn en su rivalidad estrat¨¦gica con Estados Unidos y los aliados de este despu¨¦s de que Washington anunciara en septiembre la formaci¨®n de Aukus, la alianza militar para el Pac¨ªfico que integra junto a Australia y el Reino Unido para responder al auge de China.
¡°Estados Unidos intenta domar el auge de China con su estrategia para Indo-Pac¨ªfico, pero ahora las huellas de China son ubicuas en la regi¨®n, y eso demuestra que la estrategia de doma no le est¨¢ funcionando¡±, publica este jueves el peri¨®dico Global Times, propiedad del Partido Comunista.
Mientras tanto, las islas se dejan querer. En un tuit, Bainimarama escrib¨ªa este jueves: ¡°Me preguntan por la agenda de Fiji. En todas las mesas, lo que importa m¨¢s es nuestra gente y nuestro planeta, as¨ª como nuestro respeto por el Derecho Internacional¡±.
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