Rusia impulsa la campa?a de reclutamiento y da un paso hacia una movilizaci¨®n de guerra
Pese a que el alistamiento a¨²n no es obligatorio, muchos rusos reciben confusas cartas que les invitan a acudir a una oficina de registro militar
Los halcones del Kremlin desdijeron la semana pasada a su presidente, Vlad¨ªmir Putin, al admitir que la ofensiva sobre Ucrania no marcha seg¨²n sus planes. ¡°No se est¨¢n cumpliendo los plazos establecidos¡±, reconoci¨® en una entrevista el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikol¨¢i Patr¨²shev. Despu¨¦s de tres meses de combates, el Kremlin sigue manteniendo oficialmente que se trata de una ¡°operaci¨®n militar especial¡± y no de una guerra, aunque ya ha emprendido los primeros pasos para una futura movilizaci¨®n si su aventura militar se alarga en el tiempo. Hasta entonces, el estatus jur¨ªdico de la campa?a ha permitido que cientos de militares profesionales se nieguen a combatir sin que se conozca la apertura de un solo caso penal en su contra por incumplimiento del deber.
¡°Todos los objetivos fijados por el presidente ser¨¢n cumplidos. No puede ser de otra manera: la verdad, incluida la verdad hist¨®rica, est¨¢ de nuestra parte¡±, afirm¨® Patr¨²shev en otra muestra de la connotaci¨®n ideol¨®gica de la ofensiva. Justo antes de comenzar el conflicto, Estados Unidos estim¨® que Rusia hab¨ªa desplegado entre 169.000 y 190.000 militares en torno a Ucrania, la mayor parte de sus fuerzas de tierra, por lo que una campa?a prolongada exigir¨¢ muchas m¨¢s tropas para hacer rotaciones, incluso si solo se limita a defender el terreno que ha tomado bajo control.
A principios de mayo, el Kremlin tild¨® de ¡°tonter¨ªa¡± la perspectiva de una movilizaci¨®n general. Pero a los buzones de muchos rusos est¨¢n llegando desde hace semanas unas confusas cartas que les invitan a acudir a la oficina de registro militar m¨¢s cercana para ¡°aclarar sus datos¡± de cara a ¡°las acciones para una movilizaci¨®n de las reservas humanas¡±. Nadie recuerda un precedente similar en el pasado. Al llegar a la oficina de registro, no solo se toma nota de qui¨¦nes pueden ser convocados en una hipot¨¦tica movilizaci¨®n; en ocasiones tambi¨¦n se mandan hacer ex¨¢menes m¨¦dicos o los funcionarios instan a firmar un contrato que mete autom¨¢ticamente al ciudadano en la reserva, si no es enviado antes al frente. Seg¨²n los abogados especializados en esta ¨¢rea, muchas personas creen err¨®neamente que es obligatorio acatar este proceso.
¡°En Rusia est¨¢ teniendo lugar la preparaci¨®n de una movilizaci¨®n. El Ministerio de Econom¨ªa ha designado millones de rublos para este objetivo oficialmente; los puntos de reclutamiento est¨¢n actualizando sus bases de datos y las empresas se est¨¢n ajustando para esas necesidades¡±, explican fuentes de Llamamiento a la Conciencia, una plataforma creada por abogados y defensores de derechos humanos para dar asesoramiento legal sobre el reclutamiento a trav¨¦s de Telegram.
Hasta ahora no se ha producido una movilizaci¨®n obligatoria, pero muchos desconocen sus derechos y las aristas legales de lo que se encuentran en los puntos de reclutamiento. ¡°Te llaman con la excusa de actualizar tus datos, pero al acudir te intentan convencer para alistarte¡±, resume uno de los dos casos de los que ha tenido conocimiento este peri¨®dico y que prefiere guardar el anonimato.
Seg¨²n Llamamiento a la Conciencia, la informaci¨®n puede ser ¡°confusa¡± y el personal ¡°persuade al potencial voluntario prometi¨¦ndole estabilidad, sueldos de 200.000 rublos (cuatro veces el salario medio ruso, unos 2.800 euros), que no le enviar¨¢n a zonas de combate o que se puede rescindir f¨¢cilmente el contrato¡±. ¡°A veces se trata de promesas y desinformaci¨®n. A algunos reclutas que est¨¢n a punto de acabar les dicen que a¨²n van a seguir en servicio y si firman al menos cobrar¨¢n dinero¡±, a?aden.
Todo el proceso est¨¢ siendo muy desconcertante y algunos puntos de reclutamiento han emitido ¨®rdenes como si ya se hubiera declarado un estado de guerra. El abogado y fundador de la ONG de derechos humanos ?gora, P¨¢vel Chikov, revel¨® en sus redes sociales que un centro de San Petersburgo exigi¨® ilegalmente a una empresa que entregase sus furgonetas ¡°para tareas de movilizaci¨®n¡±.
Ex¨¢menes m¨¦dicos para empleados del Metro
Algo similar ha pasado en algunas compa?¨ªas. La esposa de un empleado del Metro de Mosc¨² denunci¨® al diario Vi¨®rstka que reunieron a la plantilla ¡°y ordenaron verbalmente a todos los hombres que se sometieran a un examen m¨¦dico extraordinario para su posible env¨ªo a la guerra en Ucrania¡±. El p¨¢nico les hizo creer que les estaban reclutando, algo que no es legal ahora, aunque las empresas ya pueden recibir ¨®rdenes de ir preparando el terreno para llamar a los reservistas.
En las p¨¢ginas web de empleo rusas han aparecido ofertas de trabajo donde se busca ¡°personal especializado en movilizaciones¡±. El objetivo, desde gestionar el papeleo en la llamada a filas hasta reorganizar la cadena de trabajo en todo tipo de sectores, incluidos hospitales, f¨¢bricas y universidades.
La movilizaci¨®n, total o parcial, solo la puede decretar el presidente, Vlad¨ªmir Putin. La reserva incluye tanto a quienes han hecho el servicio militar como el servicio civil alternativo, y las cifras de reservistas son informaci¨®n clasificada, aunque los datos que manejan centros de an¨¢lisis estadounidenses como Council on Foreign Relations estiman que cuenta con unos dos millones de miembros. Pero son n¨²meros que solo se sostienen en papel: en 2014, al inicio de la guerra de Donb¨¢s (este de Ucrania), el Ministerio de Defensa ruso admit¨ªa que solo contaba con unos 8.000 reservistas entrenados para el combate moderno y quer¨ªa elevar su cifra a unos 80.000.
El servicio militar es obligatorio en Rusia hasta los 27 a?os, pero por ley, el Kremlin solo puede enviar soldados profesionales a una guerra ¡ªy esta no ha sido declarada oficialmente¡ª. Sin embargo, el Ministerio de Defensa reconoci¨® en marzo que se ha registrado la presencia de reclutas en Ucrania, lo que tild¨® como ¡°un error¡±, seg¨²n su versi¨®n. Hay dos llamadas al servicio militar al a?o y en la de primavera fueron avisados unos 135.000 j¨®venes.
Con vistas a facilitar el alistamiento, el Parlamento ruso tambi¨¦n ha suprimido esta misma semana de forma expr¨¦s el l¨ªmite de edad para firmar el primer contrato militar, el cual estaba fijado en 40 a?os para los rusos y 30 para los extranjeros. De hecho, las cartas para la ¡°aclaraci¨®n de datos¡± han llegado incluso a extranjeros que obtuvieron la nacionalidad rusa en el pasado.
Como muestra de la preocupaci¨®n sobre el reclutamiento, el gabinete de abogados de P¨¢vel Chikov recibi¨® hasta mediados de mayo m¨¢s de 2.000 consultas sobre la movilizaci¨®n y c¨®mo evitar ser enviado a Ucrania. ¡°Si en un principio eran mayoritariamente mujeres [familiares de los militares] quienes escrib¨ªan, ahora ha aumentado el n¨²mero de solicitudes de hombres¡±, remarc¨® el letrado en sus redes sociales.
El despido, m¨¢ximo castigo por no combatir en Ucrania
Seg¨²n la coalici¨®n de abogados, incluso durante la movilizaci¨®n se puede apelar a la objeci¨®n de conciencia para no ser enviado al frente porque la legislaci¨®n en tiempos de guerra acata la Constituci¨®n, y su art¨ªculo 59 dice que ¡°las personas cuyas creencias o religi¨®n son incompatibles con el servicio militar tienen derecho al servicio civil alternativo¡±. La p¨¢gina web del Ministerio de Defensa informa de que estas ideas pacifistas pueden ser de todo tipo, ¡°filos¨®ficas, morales, ¨¦ticas, pol¨ªticas o religiosas¡±, por lo que en teor¨ªa ser¨ªa una decisi¨®n personal aceptar ir al frente.
¡°Desafortunadamente, conocemos el precio de los derechos y libertades en la Rusia moderna. La presencia de un derecho en la Constituci¨®n y las leyes internacionales no significa que este derecho pueda implementarse en la pr¨¢ctica¡±, denuncia Llamamiento a la Conciencia.
De momento, la denominaci¨®n de la ofensiva en Ucrania como una ¡°operaci¨®n especial¡± ha protegido legalmente a cientos de soldados que rechazaron acatar ¨®rdenes. Su ¨²nico castigo ha sido hasta ahora el despido. ¡°Los hechos han demostrado que cuando los militares renuncian porque no quieren participar en una operaci¨®n especial, finalmente son despedidos y no se inician casos penales¡±, se?ala Alex¨¢nder B¨¦lik, coordinador del Movimiento de Objetores de Conciencia.
El ¨²ltimo ejemplo se remonta al 25 de mayo, cuando el tribunal militar de Nalchik desestim¨® la demanda de 115 miembros de una unidad de la Guardia Nacional (Rosgvardia) de Kabardia-Balkaria para que les fueran restituidos los empleos que perdieron al no cumplir ¨®rdenes al inicio de la ofensiva. Los detalles del caso fueron declarados informaci¨®n clasificada, como sucedi¨® a principios de mayo en otro juicio parecido a puerta cerrada con 25 militares de una guarnici¨®n de Vladikavkaz.
¡°Cada vez hay m¨¢s casos de miembros de la Guardia Nacional que impugnan sus despidos en los tribunales¡±, se?al¨® el abogado Mija¨ªl Benyash al mencionar este ¨²ltimo caso en su canal personal de Telegram. El letrado llev¨® la primera denuncia conocida por una expulsi¨®n supuestamente improcedente del ej¨¦rcito. Al segundo d¨ªa de comenzar el conflicto, un jefe de pelot¨®n y 11 soldados del destacamento ruso Plast¨²n se negaron a cruzar la frontera alegando que no ten¨ªan los pasaportes en regla para viajar al extranjero y que sus funciones se limitaban al territorio de la Federaci¨®n de Rusia. Posteriormente, reclamaron ante la justicia que sus despidos fueran declarados improcedentes.
La tensi¨®n provocada por la ofensiva sobre Ucrania tambi¨¦n ha disparado los casos de puntos de reclutamiento que han sido vandalizados. Al menos una docena de ellos han ardido por todo el pa¨ªs desde que comenz¨® la ¡°operaci¨®n especial¡± el 24 de febrero, seg¨²n ha podido constatar The Moscow Times, diario declarado agente extranjero por las autoridades.
Solo el fin de semana del 15 de mayo fueron atacados tres centros con c¨®cteles molotov, varios de ellos situados en el Distrito Militar Sur, uno de los m¨¢s involucrados en el conflicto. En ocasiones incluso se grab¨® la acci¨®n, como ocurri¨® en Nizhnevartovsk. Hasta ahora no ha habido v¨ªctimas en estos ataques contra los puntos de reclutamiento.
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