La Iglesia anglicana se enfrenta al Gobierno de Boris Johnson por la deportaci¨®n de inmigrantes a Ruanda
El Tribunal Supremo rechaza tambi¨¦n la suspensi¨®n del primer vuelo. El primer ministro sugiere que el Reino Unido podr¨ªa retirarse de la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos
El instinto de supervivencia de Boris Johnson le lleva a pensar que el que resiste, gana. Cualquier estrategia para reducir la inmigraci¨®n irregular recibir¨¢ el aplauso de esos votantes conservadores que en 2016 respaldaron el Brexit, y en 2019 se entregaron al actual primer ministro. Downing Street y el Ministerio de Exteriores brit¨¢nico han decidido poner pie con pared frente al aluvi¨®n de cr¨ªticas que ha recibido su pol¨ªtica de deportaci¨®n de solicitantes de asilo al pa¨ªs africano de Ruanda. Los principales representantes de la Iglesia de Inglaterra, 23 obispos que ocupan un esca?o en la C¨¢mara de los Lores, han enviado una carta al diario The Times en la que denuncian con dureza una pr¨¢ctica migratoria ¡°que deber¨ªa avergonzarnos como naci¨®n¡±.
¡°Deportaciones, o devoluciones forzosas de los solicitantes de asilo a sus pa¨ªses de origen, no son el modo de afrontar esta situaci¨®n. Es una pol¨ªtica inmoral que averg¨¹enza a Gran Breta?a¡±, dice un texto cuya primera firma es la del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, cabeza principal ¡ªdespu¨¦s de la Reina, que es la cabeza suprema¡ª de la Iglesia anglicana. Ya se hab¨ªa pronunciado con anterioridad sobre las deportaciones en una homil¨ªa en la que defini¨® la pr¨¢ctica como ¡°contraria a Dios¡± (ungodly, en el t¨¦rmino ingl¨¦s).
¡°No estoy de acuerdo en absoluto. Los ¨²nicos inmorales en todo este asunto son los traficantes que comercian con la miseria humana¡±, ha respondido a los obispos la ministra brit¨¢nica de Exteriores, Liz Truss. ¡°Esta gente [en referencia a los autores de la carta] tiene que sugerir alguna pol¨ªtica alternativa que funcione. La nuestra es completamente legal y completamente moral¡±, ha dicho Truss.
Si no hay una marcha atr¨¢s de ¨²ltima hora, el primer vuelo hacia Ruanda despegar¨¢ este martes, a ¨²ltima hora de la noche. Aunque el Gobierno de Johnson quiso mantener en secreto hasta el final lugar y hora del vuelo, el registro de la Autoridad Civil de Aviaci¨®n ha revelado que ser¨¢ una compa?¨ªa espa?ola radicada en Mallorca, Privilege Style, la encargada de fletar un ch¨¢rter que partir¨¢ casi vac¨ªo al aeropuerto de Kigali. El registro indicaba que la nave despegar¨ªa del aeropuerto de London Stanstead, pero finalmente se program¨® su salida desde las instalaciones militares de Boscombe Down, en la localidad de Amesbury. De los 130 inmigrantes preavisados sobre su inminente destino, ya solo queda una decena. El Gobierno se ha echado atr¨¢s con el resto, por las dudas y desaf¨ªos legales que supon¨ªa cada caso particular. Ha pasado de ser una ¡°soluci¨®n pr¨¢ctica¡± a un empe?o simb¨®lico del Ejecutivo de Johnson, para demostrar que nadie le va a torcer el brazo. Algunos c¨¢lculos publicados por los medios brit¨¢nicos sugieren que el vuelo tendr¨¢ un coste final de unos 580.000 euros aproximadamente. ¡°El valor del vuelo justifica el precio¡±, ha defendido la ministra, ¡°porque lo que queremos realmente es impedir el coste que suponen, tanto monetario como en vidas humanas [las embarcaciones que cruzan el canal de la Mancha]¡±, a?ad¨ªa.
La justicia brit¨¢nica se ha puesto, de momento, del lado del Gobierno de Johnson. El pasado viernes, un juez del Alto Tribunal de Inglaterra rechaz¨® las peticiones de inmigrantes individuales y de organizaciones humanitarias para que el primer vuelo fuera suspendido. Su decisi¨®n fue ratificada el lunes, 72 horas despu¨¦s, por un tribunal de apelaci¨®n. Pero eso no supone que los magistrados hayan respaldado la legalidad final de la pol¨ªtica. Eso quedar¨¢ en manos del Tribunal Supremo, que deber¨¢ pronunciarse antes de fin de a?o. En cualquier caso, el organismo ha rechazado tambi¨¦n este martes la suspensi¨®n del primer vuelo. El compromiso de la ministra del Interior, Priti Patel, de recibir de vuelta a los deportados si finalmente los tribunales ratifican la ilegalidad de la nueva pol¨ªtica de inmigraci¨®n ha convencido a los magistrados. ¡°Existen disposiciones expresas que contemplan el regreso de de los individuos ¡®realojados¡¯ en el art¨ªculo 11 del protocolo de intenciones [firmado entre Londres y Kigali]¡±, ha afirmado en su sentencia el ponente del tribunal, Robert Reed.
Seg¨²n ese protocolo, las autoridades de Ruanda deben facilitar a todos aquellos inmigrantes enviados por las autoridades brit¨¢nicas ¡°un alojamiento y acomodo que garantice su salud, seguridad y bienestar personal¡± mientras el Reino Unido decide si les concede el estatuto de refugiado o alg¨²n tipo de protecci¨®n internacional. Todos ellos podr¨¢n moverse libremente por el pa¨ªs, como cualquier residente legal. Los tr¨¢mites de asilo o concesi¨®n de estatuto de refugiado deber¨¢n realizarse de acuerdo con la Convenci¨®n de Refugiados de la ONU y las propias leyes ruandesas de inmigraci¨®n, y garantizar¨¢n la asistencia de int¨¦rprete y representante legal durante todo el proceso.
Aluvi¨®n de demandas
Cuando Boris Johnson anunci¨® la nueva pol¨ªtica de deportaciones, acordada con el Gobierno de Ruanda a cambio de una primera entrega de m¨¢s de 140 millones de euros, ya anticip¨® que deber¨ªa hacer frente a un aluvi¨®n de demandas en los tribunales. Su opci¨®n fue culpar a los abogados y organizaciones activistas de contribuir, con el retraso provocado por sus recursos, a que se anquilosara un problema ya existente. ¡°Lo que hay detr¨¢s de su intento por socavar la pol¨ªtica [de traslados] a Ruanda, es, me temo, un intento de socavar todos nuestros esfuerzos por encontrar rutas legales y seguras para los que vienen al Reino Unido, en vez de las rutas peligrosas e ilegales que utilizan¡±, ha dicho Johnson a sus ministros en la reuni¨®n del Gabinete de este martes. Son encuentros vetados a las c¨¢maras, pero el primer ministro ha comenzado a permitir el acceso a los medios a los primeros minutos, para lanzar un mensaje destinado m¨¢s a los ciudadanos que a los miembros de su Gobierno.
Y en las ¨²ltimas horas, Johnson ha decidido elevar el tono frente a las cr¨ªticas, hasta el punto de sugerir la posibilidad de que su Gobierno retire al Reino Unido de la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos. El ala dura del Partido Conservador, y muchos jueces conservadores, llevan a?os criticando un corpus legal que condiciona el derecho com¨²n brit¨¢nico y deriva en una revisi¨®n constitucional de cualquier decisi¨®n -incluso pol¨ªtica- por parte de un tribunal, el Supremo, creado en la era de Tony Blair y a¨²n extra?o al sistema judicial anglosaj¨®n. ¡°?Ser¨¢ necesario cambiar algunas leyes para que nos ayude [a evitar todos los recursos en los tribunales], a medida que avanzamos? Es muy posible que as¨ª sea¡±, ha dicho Johnson.
Otros comentarios, como su rechazo a la intervenci¨®n en el debate migratorio del heredero al trono, Carlos de Inglaterra, los mantiene en privado. El diario The Times revel¨® la semana pasada que el hijo de la reina hab¨ªa mostrado, en una conversaci¨®n privada, su rechazo a una pol¨ªtica que defini¨® como ¡°espantosa¡±. El Palacio de Buckingham no ha confirmado, ni desmentido, la informaci¨®n.
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