El Mosad descarta la participaci¨®n operativa de Ir¨¢n en el atentado a la AMIA y la Embajada de Israel en Argentina
Un informe interno del servicio de inteligencia israel¨ª atribuye los ataques perpetrados en los noventa a una c¨¦lula de Hezbol¨¢ que oper¨® desde Buenos Aires sin apoyo local
Los dos atentados terroristas que destruyeron la Embajada de Israel y la sede de la mutual jud¨ªa AMIA en Buenos Aires fueron responsabilidad de una c¨¦lula de Hezbol¨¢ que no cont¨® con apoyo operativo sobre el terreno de ni de Ir¨¢n ni de ciudadanos argentinos. El dato se desprende de una investigaci¨®n interna de la agencia del Mosad, el servicio secreto israel¨ª, y contradice la tesis que vincula a Ir¨¢n sostenida tanto por Argentina, como por Estados Unidos y el propio Israel. El informe, difundido desde Tel Aviv por el diario The New York Times, aporta detalles hasta ahora desconocidos de los atentados ocurridos en los noventa, como la forma en que los explosivos ingresaron a Buenos Aires en botellas de champ¨² y cajas de chocolate. El Mosad aclara, no obstante, que Ir¨¢n aprob¨® y financi¨® los atentados terroristas,
La sede de la Embajada en Israel en Buenos Aires vol¨® por los aires el 17 de marzo de 1992 tras el estallido de un coche bomba conducido por un terrorista suicida. El ataque dej¨® un saldo de 22 muertos y casi 250 heridos. Dos a?os despu¨¦s, un 18 de julio, fue una camioneta bomba la que se estrell¨® contra el edificio de la AMIA, la mutual jud¨ªa en la capital Argentina, con un saldo de 85 muertos. Las investigaciones en Argentina concluyeron que Ir¨¢n estuvo detr¨¢s de sendos atentados, perpetrados por hombres de Hezbol¨¢, pero avanz¨® tambi¨¦n contra funcionarios de la embajada iran¨ª en Buenos Aires, a los que acus¨® de prestar apoyo operativo. Otra l¨ªnea de investigaci¨®n carg¨® contra lo que se llam¨® ¡°la conexi¨®n local¡±, presuntamente integrada por argentinos sospechosos de haber ayudado en la log¨ªstica. Carlos Telleld¨ªn, el vendedor de la camioneta que cargada de explosivos explot¨® en el frente de la AMIA, estuvo preso entre 1994 y 2004. En el informe difundido por The New York Times, el Mosad desestima cualquier participaci¨®n de argentinos o iran¨ªes desde Buenos Aires.
El fiscal argentino de la causa AMIA, Sebasti¨¢n Basso, afirm¨®, consultado por el diario La Naci¨®n, que ¡°ser¨ªa deseable que Israel aporte esta documentaci¨®n, aunque ya dijo que lo relacionado con datos de inteligencia lo intercambiar¨¢ con sus pares argentinos¡±. Basso neg¨® adem¨¢s que hubiese una contradicci¨®n con las investigaciones en Argentina, porque ¡°acreditan que Ir¨¢n es el autor intelectual del atentado e Ir¨¢n est¨¢ detr¨¢s de Hezbol¨¢¡±. ¡°La fiscal¨ªa sostiene que Ir¨¢n dio la orden de cometer el atentado¡±, dijo Basso.
Las conclusiones del servicio israel¨ª de inteligencia se basan en informaci¨®n de los agentes, de los interrogatorios a sospechosos y de la vigilancia y escuchas telef¨®nicas. Seg¨²n el informe interno, Hezbol¨¢ ejecut¨® los dos atentados para vengar operaciones de Israel en L¨ªbano contra miembros de la organizaci¨®n. Y utiliz¨® para ello una infraestructura secreta que construy¨® durante a?os en Buenos Aires y otras ciudades de Am¨¦rica Latina para preparar y realizar ataques.
Seg¨²n el informe conocido ahora, los agentes de Hezbol¨¢ ingresaron los explosivos camuflados en envases de envases de champ¨² y cajas de chocolate en vuelos comerciales regulares llegados desde Europa. Una vez en territorio argentino, los ocultaron en parques p¨²blicos. Los dos atacantes suicidas fueron contactados en Brasil, e ingresaron a Argentina con pasaportes falsos. Los responsables de la organizaci¨®n de ambos ataques, en tanto, abandonaron Buenos Aires d¨ªas despu¨¦s y hoy viven en L¨ªbano, sin que hayan sido siquiera llevados a la justicia. El comandante de operaciones de Hezbol¨¢, Imad Mughniyeh, mencionado por la investigaci¨®n del Mosad como jefe de la unidad que llev¨® a cabo sendos ataques, muri¨® en una operaci¨®n conjunta israel¨ª y estadounidense en 2008, informa The New York Times.
El texto revela adem¨¢s fallos importantes en el trabajo del Mosad, que se vio sorprendido en 1992 por la voladura de la Embajada y otra vez en 1994, cuando estall¨® la AMIA. Es clave que el servicio de inteligencia admita que ambos ataques fueron perpetrados por el mismo grupo, evidencia del ¨¦xito del primero y la falta de avances para evitar un segundo atentado.
El 16 de febrero de 1992, Israel asesin¨® al l¨ªder de Hezbol¨¢, Abbas al-Musawi. Despu¨¦s de esa operaci¨®n, seg¨²n el Mosad, Hezbol¨¢ envi¨® a un alto cargo llamado Hassan Karaki a Buenos Aires, donde compr¨® el coche que se estrell¨® contra la Embajada. ¡°El comandante adjunto de la unidad de operaciones de Hezbol¨¢, Talal Hamia, tambi¨¦n lleg¨® a Buenos Aires, donde se reuni¨® con Muhammad Nur al-Din, un liban¨¦s de 24 a?os que hab¨ªa emigrado a Brasil unos a?os antes y quien hab¨ªa aceptado ser un atacante suicida¡±, detalla The New York Times.
En 1994, el director del Mosad en ese momento, Shabtai Shavit, fue alertado acerca de la posibilidad de un nuevo ataque en Am¨¦rica Latina contra intereses de la comunidad jud¨ªa, pero m¨¢s mort¨ªfero que el anterior. Como Shavit estaba convencido de que el atentado de 1992 era obra de Ir¨¢n, orden¨® monitorear la Embajada iran¨ª en Buenos Aires, sin resultado. El 2 de junio, la Fuerza A¨¦rea Israel¨ª dispar¨® contra un campamento de Hezbol¨¢ en L¨ªbano y mat¨® a 50 personas. El 18 de julio explot¨® el coche bomba contra la AMIA en Buenos Aires. El Mosad afirma en su informe que como la red de Hezbol¨¢ que atac¨® la embajada en 1992 ¡°no fue expuesta y neutralizada¡±, esas mismas personas fueron utilizadas para un ataque m¨¢s letal en el centro de la comunidad jud¨ªa argentina dos a?os despu¨¦s.
La investigaci¨®n concluye que ¡°solo los operativos de la unidad de operaciones exteriores de Hezbol¨¢ participaron en el atentado, sin ninguna colaboraci¨®n de ciudadanos locales¡±.
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