El gobernador de Texas env¨ªa a miles de inmigrantes a Washington y Nueva York para presionar a la Casa Blanca
El alcalde neoyorquino Adams, que prometi¨® hacer de la ciudad un refugio, denuncia la saturaci¨®n de los albergues por la afluencia de extranjeros, en su mayor¨ªa latinoamericanos
Tras llenar de migrantes irregulares las calles de Washington, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ha desviado la presi¨®n a Nueva York, a donde la semana pasada envi¨® el primer autob¨²s ch¨¢rter de indocumentados en un pulso a la Administraci¨®n dem¨®crata que, en el caso de la capital federal, amenaza con desbordar los servicios sociales. Tanto, que el Pent¨¢gono ha rechazado el env¨ªo de miembros de la Guardia Nacional, un cuerpo de reservistas que habitualmente se despliega en las emergencias, para atender a los migrantes, como hab¨ªan solicitado las autoridades del Distrito de Columbia.
El autob¨²s llegado el viernes a Nueva York, con 54 personas a bordo, menores incluidos, no es el primero que Abbott fleta a la Gran Manzana, con el argumento de que el alcalde Eric Adams ha prometido hacer de la ciudad ¡°un refugio¡± y queriendo hacerle part¨ªcipe de la crisis migratoria que a su juicio vive el Estado fronterizo. Aunque la mayor¨ªa de los migrantes se fueron quedando a lo largo del trayecto, muchos aseguraron al llegar que no sab¨ªan el destino final. Adem¨¢s de problemas log¨ªsticos, como el reto de hallar acomodo a los reci¨¦n llegados en una red de ¡°albergues ya saturados por solicitantes de asilo¡±, seg¨²n Adams, los migrantes arrastran expedientes de solicitud de asilo o residencia presentados en los Estados por los que entraron al pa¨ªs, por lo que la resoluci¨®n de sus casos queda ahora en el aire.
La de Abbott no es una medida in¨¦dita, el grifo de la presi¨®n migratoria en las fronteras (Ceuta y Melilla, las islas griegas del Egeo, el l¨ªmite de Bielorrusia y Lituania o el paso de Ventimiglia entre Francia e Italia, entre otras muchas) se abre y cierra a voluntad de los pol¨ªticos y sus intereses. Los de Abbott, que inici¨® el trasvase a primeros de abril y en mayo fue secundado por su hom¨®logo de Arizona, el tambi¨¦n republicano Doug Ducey, son evidentes: mostrar mano dura frente a la inmigraci¨®n en pleno proceso de primarias y responder al intento de la Administraci¨®n del presidente Biden de rescindir el llamado T¨ªtulo 42, una normativa aprobada en la pandemia que preve¨ªa la expulsi¨®n de los irregulares por razones sanitarias y que un juez fren¨® en mayo, alimentando el caos en la frontera. El chantaje migratorio oculta casos tan tristes como el de la ni?a de seis a?os diab¨¦tica que viajaba a bordo del bus, que tuvo que ser derivada a un hospital neoyorquino para recibir insulina. O como una familia venezolana formada por seis adultos y cuatro ni?os. La mayor¨ªa de los 54 pasajeros eran latinoamericanos.
Washington y Nueva York no son las ¨²nicas metas pol¨ªticas de Abbott, cualquier ciudad dem¨®crata de la costa este, m¨¢s abierta te¨®ricamente a los extranjeros que los feudos republicanos, es susceptible de convertirse en destino para obligar a la Administraci¨®n de Biden a tomar medidas en la frontera. La oficina de prensa de Abbott confirm¨® que el autob¨²s llegado el viernes trasladaba al ¡°primer grupo de inmigrantes que viajan a la ciudad de Nueva York desde Texas¡±. Pero no son los primeros. Seg¨²n las autoridades de Nueva York, han llegado alrededor de 4.000 solicitantes de asilo en los ¨²ltimos meses. La diferencia estriba en que la afluencia no hab¨ªa gozado hasta ahora de la cobertura medi¨¢tica que logr¨® la semana pasada un aviso de la oficina de Abbott. Grupos de la archidi¨®cesis de Nueva York confirman que han atendido a un millar largo de extranjeros en las ¨²ltimas semanas, llegados directamente a la ciudad o previo desv¨ªo por Washington. ¡°Vienen porque les sale gratis el pasaje, porque creen que mejor probar suerte que eternizarse en un Estado donde no les quieren, y porque en algunos casos disponen del apoyo de redes informales de familiares o amigos que pueden ayudarles a arrancar una nueva vida aqu¨ª¡±, explica Jo?o Fes, di¨¢cono de una parroquia de Manhattan que colabora en la acogida. Sobre las nacionalidades, afirma, ¡°hay de todo, de venezolanos sin recursos a guatemaltecos u hondure?os que huyen de las maras¡±.
Abbott y Adams llevaban semanas enzarzados en una agria pol¨¦mica, con especial resonancia en las redes sociales y en la prensa. El autob¨²s zarp¨® de Eagle Pass dos d¨ªas despu¨¦s de que Adams anunciara medidas de emergencia para aumentar exponencialmente la capacidad de los albergues. No fue un anuncio gratuito, en cualquier caso: el mes pasado, la ciudad viol¨® una ley que garantiza el derecho a la vivienda al no proporcionar acomodo a personas que hab¨ªan solicitado ingresar en un albergue para familias del Bronx (la red de viviendas sociales disponible en la ciudad es deficitaria). Para defenderse, Adams culp¨® a los solicitantes de asilo enviados desde Texas y Arizona, y Abbott vio el momento de contratacar.
Como Washington, dijo Abbott este fin de semana mediante un comunicado, Nueva York es ¡°el destino ideal para estos migrantes, que pueden recibir la abundancia de servicios y viviendas de la ciudad de los que el alcalde Eric Adams se ha jactado dentro de la ciudad-refugio. Espero que cumpla su promesa de dar la bienvenida a todos los migrantes con los brazos abiertos para que nuestras ciudades fronterizas invadidas y abrumadas puedan encontrar alivio¡±. Adams ha llamado este lunes a Abbott ¡°inhumano, malo y cruel¡± y asegurado que ¡°a cada solicitante de asilo que viene a Nueva York, le daremos el refugio y el apoyo que necesita¡±. Hoy han llegado a Manhattan 14 m¨¢s.
Tanto Adams como la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, sostienen que sus ciudades se ven sobrepasadas por la afluencia de solicitantes de asilo cuando el sistema de acogida y alojamiento para personas sin hogar ya est¨¢ al m¨¢ximo de su capacidad. En Nueva York hab¨ªa la semana pasada 50.000 plazas ocupadas, por encima de las 46.000 de mediados de mayo, aunque el departamento encargado ha rehusado detallar cu¨¢ntos de los migrantes llegados en los ¨²ltimos meses han entrado en el sistema. La red de antiguos hoteles que Nueva York habilit¨® durante la pandemia como soluci¨®n de acogida temporal para personas sin techo es una de las opciones para alojar los casos m¨¢s urgentes, como familias con menores. Adams y Bowser han pedido ayuda al Gobierno federal y este mismo lunes estaba prevista una reuni¨®n de los representantes de Nueva York en el Congreso sobre la crisis.
Adams en especial no se ha ahorrado las cr¨ªticas sobre la falta de colaboraci¨®n del Ejecutivo de Washington. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, se ha referido este lunes a la crisis migratoria minimizando las quejas del alcalde, tambi¨¦n dem¨®crata, de que la Casa Blanca no est¨¢ haciendo lo suficiente. Jean-Pierre se?al¨® que la agencia federal para la gesti¨®n de emergencias (FEMA, en sus siglas inglesas) est¨¢ colaborando. ¡°Esto compete al gobernador Abbott. Esto es lo que est¨¢ haciendo¡±, zanj¨® la portavoz.
Washington, una de las ciudades que concentra el grueso de la emigraci¨®n salvadore?a, entre otros pa¨ªses emisores, ha recibido la mayor¨ªa de los autobuses salidos de Texas y Arizona. Para ambas ciudades, en pleno ferragosto, con alertas por calor extremo y en una coyuntura econ¨®mica dif¨ªcil, en la que los bancos de alimentos sufren el impacto de la inflaci¨®n, el desaf¨ªo de acoger a miles de personas exhaustas tras viajes que en muchos casos duran meses es may¨²sculo.
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