Meloni se viste de moderada
La l¨ªder de Hermanos de Italia, favorita en las elecciones del 25 de septiembre, alterna en sus m¨ªtines arrebatos nacionalpopulistas con un discurso de responsabilidad para tranquilizar a los mercados y a los aliados de Italia
Giorgia Meloni mand¨® a principios de agosto a dos emisarios a la reuni¨®n con la Liga y Forza Italia, donde deb¨ªa negociarse el programa com¨²n de la coalici¨®n de derecha. Cuando ya se marchaban, la l¨ªder de Hermanos de Italia advirti¨® a Giovanbattista Fazzolari, uno de ellos: ¡°Antes de sentarte en la mesa, les dices que en el pre¨¢mbulo del programa debe figurar que estamos con Ucrania, que Rusia es el pa¨ªs agresor, que mantendremos los compromisos con la OTAN y que habr¨¢ plena adhesi¨®n al proceso de integraci¨®n europea¡±. Si la respuesta era no, no hac¨ªa falta ni que se sentasen. La an¨¦cdota explica el intenso trabajo de Meloni por normalizar su partido, una formaci¨®n de extrema derecha nacida de los rescoldos del posfascismo y socia hoy de Vox en Europa. Un proceso, m¨¢s o menos cre¨ªble, que volvi¨® a escenificar este mi¨¦rcoles en el mitin de L¡¯Aquila (Los Abruzos), la ciudad que un terremoto de 6,9 puntos en la escala de Richter destroz¨® en 2009. Un sismo de magnitud comparable al que se asoma Italia el 25 de septiembre.
Una hora despu¨¦s de lo previsto, Meloni se present¨® en la plaza del Ayuntamiento, que gobierna su partido ¡ªtambi¨¦n la regi¨®n¡ª y donde aguardaban un millar de fieles. Son¨® Il cielo e sempre pi¨´ blu, de Rino Gaetano, para arrancar ¡ªla derecha no tiene banda sonora¡ª y termin¨® con el himno del pa¨ªs, cuya primera frase es ¡°hermanos de Italia¡±. Sus m¨ªtines son extremadamente teatrales, modula la voz, camina por el escenario y gesticula exageradamente. Banderas del pa¨ªs, tambi¨¦n de la formaci¨®n, gritos contra la izquierda y, sobre todo, un lema que explica bien algunos de los complejos contra los que lucha estos d¨ªas el partido. ¡°Pronti [preparados]¡±. Durante a?os se ha acusado a Hermanos de Italia de carecer de una clase dirigente y ser incapaz de organizarse en torno a un proyecto de gobierno, como la propia Meloni record¨®. ¡°Y vosotros, ?est¨¢is preparados?¡±, preguntaba uno de los v¨ªdeos que se emit¨ªan en bucle. Esa es, justamente, la premisa sobre la que el partido lleva inmerso meses: preparar a Italia y a Europa para el advenimiento de una fuerza pol¨ªtica que inquieta.
Meloni goza hoy de un apoyo rotundo en los sondeos (alrededor del 25%) que, sumado al de sus socios de coalici¨®n, apunta a una contundente victoria. Tanto, que algunas encuestas se?alan que llegar¨¢n incluso a los dos tercios de los esca?os, suficiente para reformar la Constituci¨®n. El problema, percibi¨® la pol¨ªtica romana muy pronto, es el miedo y la desconfianza que despierta en la banca, el sector industrial del norte del pa¨ªs, en Bruselas y entre los aliados atl¨¢nticos del pa¨ªs. Su pasado reciente, euroesc¨¦ptico y nacionalpopulista, pesa demasiado. Pero sin tranquilizar a todo ese universo, consideran en el partido, ser¨¢ imposible llegar al Palacio Chigi.
La distancia con Matteo Salvini, en ca¨ªda libre, es evidente. Y no solo en los sondeos, donde les separan ya unos 12 puntos. Meloni le contradijo la semana pasada a prop¨®sito de las sanciones a Rusia, que el l¨ªder de la Liga era partidario de levantar. Adem¨¢s, como sucedi¨® en L¡¯Aquila, se evitan determinadas estridencias contra la Uni¨®n Europea, y no hay ni una sola cr¨ªtica al actual primer ministro de Italia, en cuyo Gobierno Meloni rechaz¨® participar. La relaci¨®n de la l¨ªder de Hermanos de Italia con Mario Draghi, cuentan quienes les tratan, es buena. Ella ha intentado mantener esos lazos y mostrar plena sinton¨ªa con algunas de las pol¨ªticas llevadas a cabo por el expresidente del BCE. Le sirve como garante. De hecho, ha asegurado en m¨¢s de una ocasi¨®n que la pol¨ªtica internacional ser¨¢ la misma.
Meloni, con un marcado acento romano, carga en sus m¨ªtines contra la izquierda y se encuentra a gusto con la polarizaci¨®n que se ha establecido en las ¨²ltimas semanas. Es ella o los socialdem¨®cratas. Un esquema ideal para evitar pisar determinados charcos. Aun as¨ª, tiene que hacer continuos malabarismos para no decepcionar a la base m¨¢s radical, ultraderechista y populista que la ha tra¨ªdo en volandas hasta la situaci¨®n de actual. El objetivo son los inmigrantes ¡ªella los llama ¡°extracomunitarios¡± para evitar el t¨¦rmino¡ª y sus supuestos privilegios. Y ah¨ª arranca los mayores aplausos. ¡°Si quieres entrar en mi casa, tienes que respetar mis reglas¡±, lanz¨® a su p¨²blico.
El problema en este intento de normalizaci¨®n es la agenda sobre los derechos civiles, donde Meloni ha sido muy agresiva con lo que denomina lobbies gais o con temas como el aborto. En Las Marcas, de hecho, una de las regiones donde gobierna su partido, pr¨¢cticamente no se distribuye la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s. Tambi¨¦n chirr¨ªa bajo el maquillaje una clase dirigente bastante heterog¨¦nea donde abundan nost¨¢lgicos. Pierluigi Biondi, alcalde de L¡¯Aquila, que acogi¨® y present¨® el acto de Meloni, por ejemplo, tiene en su WhatsApp una frase de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera y milit¨® en Casa Pound, un partido abiertamente neofascista.
Meloni lanz¨® un ins¨®lito v¨ªdeo en tres idiomas en agosto donde renegaba del fascismo. Un paso adelante, pero una aceptaci¨®n tambi¨¦n de un pasado que entronca con el Movimiento Social Italiano (MSI), fundado por Giorgio Almirante, y cuya llama en el logotipo del partido ha permanecido. Las juventudes del partido, presentes en el mitin, tambi¨¦n reniegan de esa etiqueta. Andrea Piepoli (25 a?os), uno de sus dirigentes, pon¨ªa tierra de por medio junto a la caseta desmontable de la formaci¨®n. ¡°Mira, yo soy de 1996. ?Qu¨¦ tenemos que ver con eso? La identidad del partido es de derechas, pero moderna y basada en la agenda internacional de Italia. Nuestras ra¨ªces son el cristianismo y la historia del pa¨ªs¡±. Una historia larga y tambi¨¦n heterog¨¦nea.
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